En Río Negro y Neuquén sumarían 162.000 vehículos.
El vertiginoso crecimiento que experimentó el parque automotor argentino en los últimos años no estuvo acompañado por la infraestructura necesaria de caminos y rutas para una circulación segura.
En el 2014 se agregaron al stock existente 630.000 unidades cero kilómetro, las que llevaron el total de vehículos circulando por las rutas de nuestro país a 11,5 millones de unidades según estimó un informe elaborado por la Asociación de Fábricas Autopartistas (AFAC) y Promotive SA.
El mayor volumen de autos, camionetas y camiones que salió a los caminos potenció la ocurrencia de siniestros y deja al descubierto una situación sumamente irregular y preocupante: al menos 4 de cada 10 vehículos en circulación no cuenta con cobertura de seguro obligatorio.
Extraoficialmente y según distintas fuentes del mercado hay un 40% de vehículos que circulan sin estar cubiertos adecuadamente en caso de ocurrencia de un siniestro. Si se toma el volumen de unidades anunciadas por la AFAC, se puede estimar que actualmente en Argentina hay alrededor de 4,6 millones de vehículos que no cuentan siquiera con el seguro que obligatoriamente establece la ley de Tránsito 24449 en su artículo 68, es decir una mínima cobertura contra terceras personas pasibles de verse involucradas y afectadas por la ocurrencia de un siniestro.
La misma situación se puede trasladar a Río Negro y Neuquén, y aquí también las cifras generan cierta inquietud. De acuerdo con el informe de AFAC, el parque automotor de Neuquén representaría el 1,8% de los 11,5 millones de vehículos que integran el parque total, es decir unas 207.000 unidades entre automóviles, vehículos livianos (camionetas) y vehículos pesados (camiones). Río Negro tiene una participación similar, un 1,73% del total, equivalente a unos 199.000 vehículos. Esto daría un volumen total de flota circulante en la región de 406.000 unidades. Tomando la estimación mínima que hace el mercado de que el 40% de la flota no cuenta con seguro de la unidad, la conclusión es que en nuestra región existen unos 162.000 vehículos que están en falta en este sentido.
Cabe destacar que en caso de un siniestro leve, en el que sólo haya daños materiales, o en alguno de mayor envergadura, que incluso llegue a tener víctimas fatales, el titular del vehículo que resulte responsable será el encargado de responder con sus bienes para cubrir todos los gastos resultantes del siniestro en caso de no contar con el seguro correspondiente.
Todo esto por “ahorrarse” el pago de una cobertura mínima que hoy arranca, de acuerdo con el valor que tenga el vehículo y la antigüedad del mismo, en unos 250 a 300 pesos en cualquier compañía aseguradora reconocida y habilitada en el mercado.
El dato de la cantidad de vehículos que circulan sin tener cobertura no es menor, aunque pasa desapercibido mientras no ocurra algún incidente de tránsito o el desafortunado conductor no caiga en un control de rutina.
Contrariamente a una suposición generalizada, la mayoría de los vehículos que están en situación irregular no son solamente los más antiguos, sino que hay varios de los nuevos, incluso de alta gama, que no cuentan con una póliza apropiada.
¿Por qué la gente no contrata un seguro de automotor a pesar del riesgo que entraña no tenerlo?
“No hay motivos válidos para no asegurar el vehículo. En nuestro país, la ley de Tránsito establece como obligatorio que todo vehículo automotor debe estar cubierto por un seguro que cubra eventuales daños causados a terceros, transportados o no. Muchas veces, las personas contratan la cobertura básica de Responsabilidad Civil, creyendo que de esta manera están haciendo un ahorro importante al no abonar coberturas más completas y en consecuencia, de mayor costo. Pero lo cierto es que el seguro es una inversión en tranquilidad; hay que verlo como herramienta de previsión que nos permitirá afrontar de mejor manera los imprevistos y evitar que un siniestro comprometa nuestro patrimonio” dijeron fuentes de Sancor Seguros al ser consultados al respecto.
En un mercado automotriz importante –Argentina tiene un auto cada 3,8 habitantes– es muy difícil bajar la cantidad de vehículos en circulación que no cuenten con seguro. Una de las maneras es a través de minuciosos controles principalmente en las rutas o, en menor escala, dentro de las ciudades, en los que es usual encontrarse con este tipo de faltas.
Por dicho motivo “es importante intensificar estos controles y aplicar las sanciones correspondientes a quienes circulan sin seguro”, sostienen desde las compañías consultadas.
Basta corroborar algunas cifras puntuales para verificar que a buena parte de los automovilistas que en este preciso momento circulan por alguna calle o ruta regional les importa poco o nada la suerte que corran arriba del vehículo y los daños que puedan ocasionar a terceras personas, sean estas desconocidas o incluso integrantes de su propio círculo familiar.
La carencia de seguro automotor es una de las faltas más frecuentes detectadas en controles de rutina dentro de las ciudades. Así lo confirman, por ejemplo, algunas cifras dadas por el departamento Tránsito de General Roca, donde esta falta figura indefectiblemente entre los tres primeros lugares a través de los balances mensuales que presenta el municipio en este sentido. Y este ejemplo se replica continuamente en los informes de otras ciudades, en los que la ausencia de seguro automotriz parece ser moneda corriente.
Como dato positivo cabe aclarar, números mediante, que los conductores o propietarios de vehículos que prefieren andar al margen de la ley y jugarse a que nada les pueda afectar su conducción son minoría en un universo automotriz en constante crecimiento.
(fuente: Boletines Latinoinsurance [boletines@latinoins.com]- Boletín de Noticias No. 3489)