(f) Optimismo desde la infancia
Los más pequeños entienden que pensar de manera positiva les hace sentir mejor, aunque no saben cómo utilizar el optimismo para las situaciones negativas
Una de las mejores enseñanzas que los progenitores pueden transmitir a sus hijos es una actitud saludable frente a la vida, prepararles para tratar con las dificultades y desafíos que se les presenten de una manera provechosa. Uno de los caminos para lograrlo es ayudarles a ver el lado bueno de las cosas, un aspecto que no tiene por qué estar ligado a inocencia e ingenuidad. Además, es recomendable hacerlo desde la infancia más temprana: una investigación sobre este tema revela que los niños entienden que pensar de manera positiva les hace sentirse mejor.
Un estudio reciente publicado en la revista «Child Development» afirma que los niños entienden que pensar de manera positiva les hace sentir mejor. Incluso que el optimismo de los padres podría ayudar a los más pequeños a comprender cómo los pensamientos, positivos o negativos, influyen en el estado anímico. Este trabajo conjunto, llevado a cabo por la Universidad de Jacksonville y de California-Davis (EE.UU.), afirma también que, a medida que crecen, los niños comprenden más la relación entre emociones y sentimientos.
El papel de los progenitores es fundamental en todo ello, y más aún ante situaciones adversas, cuando su ejemplo resulta esencial. En esos casos, los investigadores observaron que a los pequeños les costaba más comprender cómo el pensamiento positivo podía ayudarles en situaciones negativas, como caerse y hacerse daño. En estos escenarios era fundamental la actitud de los progenitores para que el niño captara la importancia de afrontar los problemas también con optimismo.
http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2012/01/30/206423.php
Aporte Patricia Aguilar