En las empresas la capacitación es continua

INMUEBLES COMERCIALES OFICINA DE LA EMPRESA DIDCO. NOTA SOBRE APROVECHAMIENTO DE ESPACIOS Y SUPERFICIE CON GENTE TRABAJANDO FOTOS DE ANDREA KNIGH

Los conocimientos se actualizan para asegurar la competitividad.

Los cambios vertiginosos por los que atraviesa el saber hace que haya que actualizar permanentemente los conocimientos con prisa y sin pausa. En una entrevista publicada en LA NACION, el inglés William Alexander, director de la práctica de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de la consultora internacional Spencer Stuart, dijo que existen algunos mercados como el de IT en el que se buscan perfiles específicos, en los que no es necesario haber terminado la universidad. Se trata de entender los cambios y saber anticiparse a ellos. En la mayoría de las compañías también rige esta premisa: tener la capacidad y el interés de aprender… siempre.

Años de análisis sobre temas de gestión llevaron a las empresas a modernizar sus prácticas, y en esto le llevan la delantera al Estado. Aprendieron, después de golpes a su productividad, que la motivación de los empleados (ahora llamados colaboradores) es vital para el negocio.

«Asistir a un curso no significa que después la persona realice un aprendizaje, es decir, que haga las cosas de manera diferente», dice Guillemo Grünwaldt, director de la Escuela de Negocios de IDEA.

Los premios y castigos parecen fuera de era, más apropiados para el siglo XIX. Los empleados pondrán lo mejor de sí siempre que estén motivados y si encuentran en su tarea un propósito que los lleve a entender y apreciar por qué hacen lo que hacen y cómo contribuyen a la sociedad a través de sus tareas cotidianas. Más que la obligación de capacitarse, deben querer hacerlo porque es útil, necesario, enriquecedor, positivo. De otra manera, es difícil que los conocimientos se asimilen y se pongan en práctica, señalan los especialistas.

La tendencia más actual está en enseñar a los jefes a acompañar el crecimiento de su equipo, saber escuchar, ayudar a que cada persona esté en el lugar indicado, con el impulso de realizar una tarea para la cual tiene afinidad.

La evaluación de desempeño está cuestionada hoy en el sector privado. Los empleados la ven como un recurso antipático y mucho más si no es 360, es decir, si no tienen el derecho de evaluar también a sus jefes. El diálogo contínuo (no anual) es algo fácil de decir pero difícil de implementar, pero es una muy buena opción, según Grünwaldt.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1982401-en-las-empresas-la-capacitacion-es-continua

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