La titular de la Unión de Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (Uart), Mara Bettiol, advirtió que el sistema se encuentra en “un laberinto judicial” cuya resolución “no es técnicamente fácil y requiere la adopción de varias medidas” a partir de la unificación del criterio jurisprudencial.
Bettiol, al realizar un balance de los 20 años del sistema de riesgo de trabajo, dijo que “la característica que signó este sistema fue la gran cantidad de cambios normativos y jurisprudenciales, una serie de fallos que cambiaron su dinámica y funcionamiento”.
Desde la Uart, sostienen que el principal problema que enfrenta el sector radica en la disparidad de criterios que existe en la Justicia al momento de pronunciarse sobre las distintas causas, en especial en lo que respecta a los índices de actualización y el listados de enfermedades, entre otras cuestiones.
En ese sentido, la directiva planteó que en el corto y mediano plazo, el sistema está “en un laberinto judicial que tiene muchas entradas y pocas salidas y por eso la solución no es técnicamente fácil, ya que se necesitan varias medidas.
“Son cosas que uno tiene que ir logrando con determinadas acciones, pero para nosotros buena parte de la base de la solución es la unificación de criterio jurisprudencial”, enfatizó Bettiol.
En 2004, la Corte Suprema falló la inconstitucionalidad de determinados artículos de la Ley 24.557 lo que determinó el inicio de discusiones para dar respuestas a cuestionamientos jurisprudenciales hasta que en 2012 se concretó una reforma que dio como resultado la sanción de la Ley 26.773, que amplió el listado de enfermedades profesionales; actualizó el baremo de incapacidades; y se compatibilizó la convivencia entre el sistema de reparación civil y el de riesgo del trabajo.
Además, con la doble vía se estableció una indemnización adicional para accidentes ocurridos en ocasión del trabajo, se incrementaron los pisos prestacionales y se mejoró el cálculo de la fórmula de indemnización.
“En el plano prestacional y de servicio es donde se obtuvieron los mayores logros” a lo largo de estos 20 años debido a que “la cobertura alcanza a 10 millones de trabajadores y la siniestralidad viene cayendo de manera sistemática: el dato duro es que el peligro de muerte en trabajo cayó un 69%”, en este período, subrayó Bettiol.
Al analizar la reforma de 2012, la directiva dijo que los cambios redireccionaron los pleitos debido a que al tiempo que dejaban de impactar de manera directa sobre el empleador, la carga pasó a ser soportada de lleno por las aseguradoras de riesgo de trabajo, “con lo que se generó otro tipo de litigiosidad”. Acá es cuando aparece la cuestión de la disparidad de criterios dentro de la Justicia como disparador de juicios, al no existir coincidencia respecto del índice a tomar en cuenta para establecer una indemnización.
De todas maneras, en las ART, rescatan el fallo tomado por la Corte Suprema de Justicia en el que se especifica que los montos de indemnización se calculan de acuerdo con la ley vigente al momento del accidente.
“Este fallo es una herramienta muy importante que facilita la unificación de criterios”, dijo Bettiol al ver la posibilidad de que los jueces de aquí en más tomen este criterio al momento de expedirse sobre alguna cuestión, más allá de ser consciente de que los fallos de Corte son de carácter particular.
En cifras
16 % interanual creció la cantidad de juicios contra las ART entre enero y abril. Se sumarían 120 mil pleitos este año.
(fuente: http://boletines.latinoinsurance.com/el-riesgo-de-los-que-aseguran/?more=1)