(f) La oferta de autos con este tipo de transmisiones se incrementó en los últimos años, y hoy es posible encontrar un modelo del segmento chico, de marcas como Ford, Fiat o Volkswagen, con cajas más modernas. Cuáles son las opciones más económicas y qué tipo de tecnología utiliza cada automotriz
El uso de la caja automática fue, hasta el momento, un lujo reservado para las marcas premium.
Pero, en la actualidad, una serie de factores se han conjugado para inducir a varias automotrices a que se animen a explotar este nicho dentro del mercado local.
Entre ellos, se destaca: que los últimos registros de ventas de 0Km fueron récord, la necesidad de los usuarios de contar con una opción que les facilite el manejo, luego de un día de trabajo en el que el regreso a casa puede resultar tedioso, la factibilidad de implementar esta forma de transmisión en autos más económicos, la tendencia de las compañías del sector a lanzar nuevas versiones y modelos, entre otros aspectos.
En este contexto, existen marcas tales como BMW, Audi o Mercedes Benz que vienen ofreciendo desde hace tiempo versiones de vehículos con caja automática. Incluso, muchos de sus modelos ni siquiera cuentan con la opción convencional.
Y también se encuentran las marcas masivas, pero donde la incorporación de la caja automática se limita a los modelos tope de gama como, por ejemplo, el Volkswagen Passat o Ford Mondeo.
Sin embargo, la novedad ahora es la inclusión del equipamiento en modelos de entrada de gama del segmento chico o mediano, entre los cuales la oferta arranca en los 125.000 pesos.
Así las cosas, marcas como Fiat, Peugeot, Volkswagen y Ford ya ofrecen este tipo de transmisión, siendo que la diferencia de precio entre las versiones con caja automática y con caja manual es de mínimo unos $10.000.
Diferencias entre sistemas
Cada una de las firmas le da un nombre especial al sistema de transmisión automática. Tiptronic, i-Motion o CVT son algunas de las que empezaron a masificarse.
El objetivo es el mismo: accionar el cambio solo para salir, estacionar o retroceder, y que luego «el auto haga todo».
No obstante, los mecanismos son variados.
La Tiptronic es una de las opciones utilizada por Peugeot. Fabricada por Porsche, fue una de las primeras automáticas dispuesta en un modelo popular, incorporada en 2006 al 206.
Las opciones que presenta son automática y secuencial, con seis marchas. En su función automática, la caja se puede adaptar a una conducción relajada, priorizando los regímenes bajos para ahorrar nafta, o se puede optar por la opción deportiva, momento en el que estira los cambios en busca de potencia.
Las llamadas manuales robotizadas son las opciones de transmisión que ofrece Chevrolet, con la caja Easytronic y Volkswagen con la I-motion.
Fiat también cuenta con la caja Dualogic con similares características.
Todas están concebidas sobre una transmisión manual con accionamiento automático robotizado.
Esto significa que no existe el pedal de embrague y que es el sistema quien se encarga de accionarlo y de saltar de un engranaje a otro, dentro de la caja.
Con respecto a su funcionamiento, por un lado, permiten pasar los cambios secuencialmente, mediante la palanca de cambio o por unas levas ubicadas detrás del volante. Y, por otro, disponen de la opción automática para que los cambios se pasen sólo cuando el auto lo determine.
Este tipo de caja secuencial fue empleado originalmente en 1989, y designa un mecanismo de control sobre las cajas automáticas con gestión electrónica.
La idea es ofrecerle al conductor, en una misma caja de variación las posibilidades de conducción manual o automática. Para ello, se utiliza un selector de doble canal, por el primero corre la selección automática, mientras que el segundo mantiene el selector en el centro.
Con movimientos cortos, la caja realiza la maniobra embrague-cambio de manera secuencial, para seleccionar la velocidad.
Otra opción es la llamada CVT. Es la sigla que identifica a las cajas con variador continuo. Este sistema está conformado por dos engranajes cónicos unidos por una cadena que se va trasladando y esto hace que se vaya modificando continuamente la relación de marcha.
La característica clave de este tipo de cajas es que, durante la conducción, nunca se percibe el pase de los cambios. También ofrecen el comando secuencial. Para ello, se debe tirar el selector hacia la izquierda y las marchas pasan de manera instantánea. El paso es rápido, pero hay un leve patinamiento que evita que éste sea brusco.
Ventajas y desventajas
Las opiniones sobre las cajas automáticas son variadas. En general, los expertos coinciden en que deben ser de buena calidad, como para garantizar que no habrá fallas de funcionamiento, algo que puede garantizarse en mayor medida en una manual.
Sin embargo, los técnicos sostienen que si se realizan los services correspondientes, no tendría que haber ningún inconveniente con las cajas automáticas.
Una de las mayores ventajas de los autos con transmisión automática, respecto de los manuales, es el menor consumo de carburante. Esto hace que, a largo plazo, se ahorre dinero.
También cabe destacar el hecho de que el cambio automático es más preciso que el de transmisión manual, en el que es el conductor quien debe estar pendiente de modificar la marcha cuando sea necesario.
De esta forma, se gana en comodidad a la hora de conducir, porque en los vehículos automáticos tan solo es necesario accionar el freno y el acelerador y, en consecuencia, puede prestarse mayor atención a la ruta y al resto de factores para una conducción segura.
Asimismo, al no tener embrague, no hay desgaste del mismo, otro ahorro al hablar de mantenimiento del vehículo.
Por otro lado, la mayor diferencia en el comportamiento entre una transmisión automática y una manual está en el frenado con motor en bajadas.
El embrague mecánico de la transmisión manual tiene la ventaja de frenar la velocidad del vehículo. El engrane de baja y el convertidor de torque a bajas revoluciones ayudan a la transmisión automática, pero no permiten un 100% de embrague.
En el caso de la transmisión manual, puede no requerir el uso de los frenos en una bajada pronunciada mientras que la transmisión automática siempre necesita un pie sobre el pedal del freno para mantener baja la velocidad.
Manejar con transmisión manual requiere de la toma de decisiones, hay que elegir el engrane correcto para llevar a cabo la acción. El uso excesivo del acelerador provoca cargas de impacto muy severas al tren motriz (bastidor, suspensiones, motor y caja).
Por su parte, la caja automática tiene mejor comportamiento en casi todos los terrenos sin el temor a atascarse, en promedio puede subir de forma más segura la superficie en donde un vehículo manual se atoraría y rebotaría sin control.
(fuente: iprofesional.com – 31/1/14)