Empezar con el pie derecho. Algunos creen que si seguimos esta indicación, por ejemplo al levantarnos o al ingresar a la cancha, la suerte estará de nuestro lado. También decimos “empezó con el pie derecho”, metafóricamente, cuando alguien empieza bien alguna empresa cotidiana. Era una costumbre en los rituales paganos de los pueblos antiguos. Quienes participaban de la ceremonia, al momento de subir al altar en el que se adoraban las divinidades, lo hacían apoyando inicialmente el pie derecho, creyendo que esa postura podía inclinar en su favor la simpatía de los caprichosos dioses.Asimismo «la mano» en numerosos juegos es para quien está a la derecha de quien reparte o dirige el juego. Otra versión indica que el sentido -por el lado contrario- puede tener origen en los pescadores del siglo XIX que no subían nunca a un barco por babor, es decir, por el lado izquierdo de la embarcación. La idea se basa en que la mayoría de los seres humanos somos diestros y en que la tradición bíblica relata que la derecha es el camino al paraíso, a la derecha del padre están los elegidos de Dios. De esta tradición parece que viene la palabra «siniestro» derivada del latín sinester que significa literalmente izquierda.