ANDAR DE CAPA CAIDA. Según el Diccionario de la Real Academia Española la expresión “ir de capa caída” es sinónimo de “padecer una sensible decadencia material o moral”. Con esta expresión se busca describir el ánimo decaído de una persona, en particular de quienes han perdido un lugar de prestigio y todos sus beneficios. La citada expresión se aplica también a los objetos cuando van “cayendo en desuso”, cuando están pasados de moda o cuando una epidemia “pierde intensidad”.
Con relación al origen de esta locución, hay varias opiniones. Una es la que se refiere a la capa de hojas de los árboles, que al caerse lo dejan desnudo. Aunque resulta más creible la conjetura de que proviene del modismo francés “chape chute”, del siglo XII, que en un principio significaba “cosa provechosa”. Dicha expresión cambió en el siglo XVII, cuando “chercher chape chute” equivalía a “buscar mala ventura”.
La que parece ser mas real, es aquella que asigna sus orígenes al derecho romano, según el cual Capítis díminutio, apuntando al capital, significaba la pérdida parcial de los derechos, situación a la que se llegaba en general por enfermedad o deudas. La tradición popular la transformó en capa caída, aludiendo a la prenda de abrigo cuyo uso ha perdurado por siglos y que antiguamente revelaba, de manera simbólica, la condición social de las personas. La manera en que los hidalgos llevaban la capa, especialmente los empobrecidos, delataba su estado de ánimo, ya que éstos andaban arrastrándola por el piso cuando habían perdido los favores de la corte, contraído deudas de juego o cuando padecían mal de amores.