Pauline Green es la primera mujer que ha accedido al liderazgo de la Alianza Cooperativa Internacional. Su sucesor, desde este mes, asumirá la conducción de una organización con grandes avances y desafíos. Sus reflexiones, en una entrevista que concedió a La Gaceta de Cooperar durante la reunión del Consejo de la Alianza en Buenos Aires, en julio.
Green es la primera mujer en acceder a la presidencia en los 116 años de historia de la Alianza Cooperativa Internacional. Electa en la Asamblea General de 2009, entendió que era el tiempo de cambios profundos en las prioridades de esa organización y convocó a sus miembros a construir la institución global que el movimiento merecía.
-¿Cómo ve la próxima etapa de la Alianza, una vez que finalice su gestión?
-Pienso que el cooperativismo está finalmente aprendiendo a estar a la altura de su propio potencial y tratar de llevar la voz de los millones de cooperativistas alrededor del mundo dentro de los ámbitos de poder. El reto es mover la dirección de la economía global, poniendo mayor énfasis en el rol del ser humano en la economía. Esto es en lo que estamos trabajando y creemos que hay mucho más que podemos lograr en los próximos tres, cuatro… cinco años.
-¿Cómo podemos dar cuenta de este potencial?
-En algunos países, las cooperativas representan el 60 por ciento de la economía real, están manteniendo empleos, aspiraciones, esperanzas, sobre todo entre la gente joven, sobre la base… lo que tenemos que hacer ahora es una campaña de concientización, a través de nuestros miembros, de la gente que trabaja por y para las cooperativas, para contarle al mundo que somos un tipo de empresa diferente, con valores, con ética, creando otro tipo de economía donde la voz de las personas puede ser escuchada, donde pueden participar, involucrarse y tener impacto. Es adonde está moviéndose el mundo en este momento, particularmente los jóvenes quieren ir por esto. Podemos hacerlo, podemos apoyar todo ese movimiento hacia una nueva economía.
-¿Los organismos internacionales y Gobiernos son conscientes del rol del cooperativismo en el marco de la crisis del sistema global?
-Creemos que gobiernos y organismos multilaterales nos están escuchando. Tuvimos un gran avance, las Naciones Unidas están desarrollando las Metas de Desarrollo Sustentable, que están diseñadas para sacar a la gente de la pobreza, o terminar con el hambre y salvar al ambiente; todos temas críticos que nos instan a crear empleos decentes para el futuro y, en el texto respecto del financiamiento de ese desarrollo, hay una clara referencia al movimiento cooperativo. Las Naciones Unidas reconocen la pluralidad de la economía global, desde microempresas hasta cooperativas o las multinacionales. Finalmente, ese mensaje de la economía global diversificada está siendo reconocido. Era una de las principales inquietudes cuando lanzamos el Año Internacional en la Asamblea General de Naciones Unidas. En estos tres años logramos el reconocimiento del poder de este modelo de negocios que llamamos cooperación.
-Usted tuvo la oportunidad de reunirse con el Papa Francisco. ¿Qué evaluación hace de las referencias permanentes que él hace de los valores y experiencias de las cooperativas para afrontar la crisis del capitalismo?
-El Papa Francisco es un estupendo líder hoy en el mundo. Un hombre que habla del rol de los seres humanos en la economía global. Un liderazgo que pienso que no está habitualmente en los líderes políticos o de la economía. Hasta he visto artículos en los cuales lo llaman el Papa Cooperativo. Tuve la gran oportunidad de ser parte del grupo de dirigentes que se entrevistó con él en el Vaticano, apoyando el mensaje que está dando. Nuestro movimiento coincide con ese mensaje y juntos estamos al frente de este debate: la economía está para servir a las necesidades de las personas, no al capital global o al poder global de las multinacionales.
-¿Cómo pueden las cooperativas llevar ese mensaje a cada comunidad?
-Es difícil llegar desde el nivel global a un pequeño pueblo en Argentina, por ejemplo. Pero podemos hacerlo con la ayuda, en este caso, de Cooperar y organizaciones similares. Debemos ayudar desde la Alianza a que puedan dirigir y difundir estos mensajes. En Estados Unidos, en Europa, en India, en Japón, en todos lados, estamos hablando de lo mismo, usando la misma marca cooperativa, el mismo dominio en internet (.coop). Estamos trabajando entonces todos juntos en la construcción de este mundo mejor.
-¿Cuáles son los principales logros de la Alianza en los últimos años?
-Hemos hecho un montón de cambios en los últimos seis años y estoy encantada con la velocidad y el progreso que hemos tenido. El movimiento cooperativo global está trabajando junto y muchos de estos cambios se han potenciado desde el 2012 (Año Internacional de las Cooperativas), cuando el movimiento se dio cuenta de que trabajando juntos se puede alcanzar mucho más que haciéndolo cada uno por separado. Ahora debemos tratar de asegurar una fuerte concientización pública de lo que el cooperativismo puede hacer y de lo que ya está haciendo.
-¿Qué impacto tuvo el hecho de que usted haya sido la primera mujer electa para ocupar la presidencia?
-Estoy sorprendida por lo que significó para el movimiento cooperativo la elección de una presidente mujer en la Alianza. Durante estos seis años viajé alrededor del mundo y fui recibida muy cálidamente por las mujeres del movimiento. Me di cuenta de lo que significa que una de nosotras haya logrado algo como esto, y además nos da esperanzas para el futuro.
-¿Qué espera de parte de los cooperadores alrededor del mundo para los próximos años y cuál es el desafío para el próximo presidente de la Alianza, quien será electo en la Asamblea General en Antalya, Turquía, el 13 de noviembre?
-Lo que me gustaría es ver a los cooperativistas salir y hablarle a la gente de lo que hacen. Que estén orgullosos de ser cooperativistas, de decirles a otros por qué no se unen, miren lo que este modelo puede hacer por ustedes, miren lo que está haciendo en tantas partes del mundo. Si trabajamos juntos para apoyar a nuestra comunidad, a nuestros niños, podemos darles un futuro, podemos hacer del mundo un lugar mejor. Desde la Alianza necesitamos que cada cooperativista sea un embajador, respaldándolo con los mensajes adecuados, involucrándolo en los textos de los tratados globales que valoran a las cooperativas y asegurándonos que sabe bien hacia donde estamos yendo.
(fuente: Confederación Cooperativa de la República Argentina)