El home office gana terreno en las empresas

El home office pasó a ser mucho más que una organización de trabajo moderna, distinta de la tradicional. En la actualidad, el hecho de desarrollar tareas a distancia ya es considerado por muchos una cuestión cultural, dado que sus implicancias alcanzan no sólo a la empresa y al trabajador, sino a la sociedad en general.

Impulsado por los avances tecnológicos, se trata de un cambio sustancial que viene a romper con el esquema basado en el espacio y el tiempo de la sociedad industrial.

Los especialistas coinciden en resaltar que el teletrabajo incrementa la productividad en las compañías, a partir de un empleado más satisfecho. Según un estudio de NetApp, el home office aumenta la productividad hasta un 25%.

El home office se viene desarrollando hace años en la Argentina, pero a nivel corporativo la práctica se intensificó desde 2009, en consonancia con el arribo de la gripe A. «En ese momento, muchas empresas empezaron a implementar esta modalidad, sobre todo para la población vulnerable y, a partir de ahí, ya no volvieron atrás», recuerda Sonia Boiarov, titular de la consultora Red Experta. A la par, fueron los mismos empleados los que comenzaron a demandar el teletrabajo. «En general se trata de gente joven que quiere estudiar o hacer actividades que requieren cierta flexibilidad horaria, sumado también a las complicaciones para llegar al trabajo a causa del tránsito», acota Boiarov.

Un teletrabajador de una multinacional cuenta que la modalidad le facilita muchas cosas. «Yo tengo dos nenas, y hay un momento en que corto al mediodía para ir a buscarlas a la escuela, vuelvo y retomo las tareas; te permite esa flexibilidad», sintetiza.

Si bien no hay cifras oficiales, desde el Gobierno estiman que los teletrabajadores en el país superan los dos millones -entre autónomos y en relación de dependencia-, mientras que consultoras privadas colocan la cifra más cercana a los tres millones.

Además de la productividad, los beneficios de esta modalidad para las empresas van desde la mejora del clima de trabajo, pasando por una menor necesidad de infraestructura edilicia, hasta una reducción de los costos. Entre los últimos se destacan la disminución de gastos indirectos de los puestos, que tienen que ver con los insumos. Una de las compañías que hace años viene implementando el home office es Microsoft. Su CEO para la Argentina y Uruguay, Fabricia Degiovani, revela que «el 100% de sus empleados teletrabajan». «Ya no es tan importante estar presente; hay momentos en los que sí, pero hay otros en los que es mejor para la persona que se conecte desde su casa y no hacerla viajar en la hora pico para tener una reunión de media hora», argumenta.

Sin embargo, no todas las empresas obtienen los resultados esperados, o incluso desconfían de la modalidad. Los especialistas concuerdan en que existe un desconocimiento sobre el tema entre los altos mandos. Por eso, antes de implementar teletrabajo es necesario analizar varias cuestiones. Los consultores aconsejan estudiar cada puesto para ver si se puede virtualizar y medir, con el fin de cuantificar el éxito del proceso. «Luego se debe diseñar el programa para analizar costos y beneficios, tales como si la capacitación será interna o externa, qué tipo de equipamiento se necesita, entre otros», agregan los especialistas.

Otros de los factores que influyen en aquellas empresas que aún no se deciden a aplicar la modalidad es que aún no se sancionó la ley sobre el trabajo a distancia: el proyecto obtuvo luz verde en Diputados, pero aún no fue tratado en el Senado. Viviana Díaz, coordinadora del área de teletrabajo del Ministerio de Trabajo, asegura que en octubre la iniciativa sería aprobada por la Cámara alta. La funcionaria explica que el proyecto recrea el Programa de Seguimiento y Promoción del Teletrabajo en Empresas Privadas (PROPET), que lleva adelante la cartera que encabeza Carlos Tomada. «Esta normativa, que considera el teletrabajo como una modalidad voluntaria, exige a las empresas proveer los elementos que hacen a su implementación -PC, silla ergonométrica, botiquín de primeros auxilios -, abonar un plus monetario por teletrabajar e incluir a los empleados en la nómina de la ART, entre otros», enumera Díaz.

(fuente: ambito.com Por: Juan Pablo Marino – 5/8/14)

 

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