Este estrato social iene la llave que abre la puerta del desarrollo del sector asegurador en América Latina. Este segmento de la población ha pasado de estar constituido por 100 millones de personas en el año 2000 a contar con 150 millones en la última década.
Las clases medias tienen la llave que abre la puerta del desarrollo del sector asegurador en América Latina. Este segmento de la población ha pasado de estar constituido por 100 millones de personas en el año 2000 a contar con 150 millones en la última década. Es decir, prácticamente cerca del 30% de los latinoamericanos pertenece ya a este grupo, cuya capacidad de compra y adquisición de servicios progresa a mayor velocidad.
Sin embargo, apenas el 57% de ellos tiene la buena costumbre de ahorrar de forma sistemática. En conjunto, el 18% de los ingresos de los latinoamericanos se van en el pago de créditos y deudas, y solo el 10% se destina al ahorro. Además, el 62% de los que ahorran lo hacen pensando en el corto plazo, según Recaredo Arias, director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros.
En este contexto, promover y potenciar una oferta cada vez más completa de productos y servicios para esta clase media va a ser fundamental para impulsar el desarrollo del sector asegurador. Un sector que, a su vez, puede contribuir de forma importante a sostener y consolidar el crecimiento de este segmento poblacional y ayudar a reducir sus vulnerabilidades. Pero para ello, como advierte Arias, es necesario manejar de manera más eficiente sus riesgos patrimoniales y de salud; implementar mecanismos de inclusión financiera y medios de distribución masiva; y promover una regulación sana y moderna para el desarrollo equilibrado de todos los canales de distribución.
Sin embargo, aquí no terminan los retos. Un estudio de E&Y advierte que para analizar las perspectivas del sector en América Latina se deben revisar también diferentes aspectos externos que afectan a la región: cambios tecnológicos, normativas e impuestos, catástrofes, capacidad y competencia, riesgo cambiario y de inflación y factores económicos.
A todos estos desafíos, hay que sumar otros relacionados con los canales de distribución y las expectativas de los consumidores. Y es que, entre éstos, la confianza en el sector asegurador sigue siendo baja y la lealtad está disminuyendo. Por eso, ahora más que nunca, las aseguradoras tienen que entender a sus clientes, desarrollar nuevos productos y ofrecer los que éstos realmente necesitan. Si saben hacerlo, las oportunidades de negocio y crecimiento se multiplicarán, ya que nadie duda de que el número de latinoamericanos que pasarán a formar parte de la clase media continuará creciendo durante los próximos años.
Por: Javier Labiano
(fuente: http://www.buenafuente.com/nota.aspx?id=2715&t=1)