El comercio justo no reemplaza al tradicional
Por Fernando Grosso (decano de la facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Abierta Interamericana)
– ¿Qué es, exactamente el comercio justo?
– Más que definiciones taxativas, me parece interesante hacer notar que el comercio justo, que nació hace unos 50 años en los Países Bajos como una forma de pagar mejor los productos de los países africanos y latinoamericanos sobre todo, forma parte de la llamada Economía Social o Solidaria. Y se trata de una forma de relación comercial en la cual el precio del bien o servicio se rige por criterios diferentes a los tradicionales del mercado. Se privilegia el tipo de productor, la forma de producción, la relación con el medioambiente, entre otros criterios. Se utiliza para comercializar los productos de emprendimientos solidarios, microemprendimientos, iniciativas de autogestión o de pueblos originarios, por ejemplo. Y, por otra parte, tiene un concepto casi fundamental: vincula de manera directa a compradores con vendedores. Pero el comercio justo no reemplaza al tradicional.
– ¿Qué desarrollo tiene en la Argentina y a nivel internacional?
– Desde el año 2000, 2001, existe en el país una red argentina de comercio justo que agrupa a ONG e iglesias y que tiene una red de unos 20 mercados, la mayoría en la Capital. Internacionalmente tienen poca significación cuantitativa, pero se utiliza mucho para las iniciativas solidarias que vinculan de manera directa al productor con el consumidor.
– ¿Qué debería o podría hacer el Estado para impulsar este sistema?
– Hay una paradoja: en teoría, la asistencia del Estado va en contra de este mecanismo. Creo que lo mejor sería desarrollar políticas para impulsar la asociatividad, algo que hoy apenas existe, y parcialmente a nivel provincial. Y, sobre todo, asistir en la capacitación de la gente. Eso sería lo mejor.
(fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/comercio-justo-reemplaza-tradicional_0_741525879.html)
(Muchas gracias María Belén Gomez por la información)