El “bullying”, del patio de la escuela a todas las redes sociales

(f) Especialistas sostienen que las nuevas tecnologías hicieron crecer el fenómeno y lo hacen menos controlable

LOS CASOS DE ACOSO SE EXPANDEN POR LAS REDES EN UN FENÓMENO QUE PREOCUPA A PADRES Y ESPECIALISTAS

Las nuevas tecnologías y las redes sociales potenciaron exponencialmente los riesgos sobre las víctimas del acoso escolar (bullying) ya que lo que “antes se reducía al ámbito del patio de la escuela, hoy se multiplica de una manera muy difícil de controlar”, aseguran los especialistas.

“Lo que hoy denominamos acoso escolar existió siempre, todos recordamos alguna anécdota por el estilo, el tema es que antes había formas de contener, pero ahora con las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales, esa forma de violencia se potenció exponencialmente y no hay límites a la exposición del maltrato”, sostiene la psicóloga Andrea Baldantoni.

Para la también especialista en infancia y adolescencia, “el uso de juegos virtuales pone a los niños en situaciones donde no están expuestos a las consecuencias de sus acciones, es decir, matan, mueren y vuelven a vivir, y esto hace que al estar en contacto con la realidad, carezcan de suficientes recursos para manejar sus emociones y no sepan resolver conflictos”.

En el mismo sentido, la psicóloga Candelaria Irazusta, miembro de ABA (Anti Bullying Argentina), afirmó que “el acoso no es algo nuevo, sin embargo, a partir de Internet se potenció y visibilizó la problemática. Es muy común que los padres se presenten en nuestra institución con hojas impresas del Facebook o de Twitter, y esto se da no sólo porque las redes son una prolongación de la vida de los jóvenes, sino además porque en estos medios se produce como un efecto de anonimato, aunque estén las firmas”.

“Esto hace que, por ejemplo, los niños que personalmente funcionan como espectadores o testigos de bullying, en las redes también se conviertan en agresores”, detalló.

Otro elemento que Irazusta destacó como propio de esta época es “la masividad que adquieren las agresiones, ya que lo que antes se limitaba al aula, hoy lo ven `amigos de amigos`”.

Ambas especialistas diferenciaron el bullying con otros tipos de violencia escolar. “Para hablar de acoso en este ámbito se tienen que dar una serie de factores, el primero es que se da entre pares -sostuvo Irazusta- y la cronicidad es otro elemento central, que lo diferencia de una situación de conflicto que puede ser esporádica. El acoso escolar es una situación permanente, lo que hace que la víctima vaya desgastando sus recursos”.

La integrante de ABA mencionó que “cuando hablamos de los riesgos que produce el acoso, nos referimos a situaciones realmente graves, algo que fue descubierto este último tiempo a través de investigaciones, lo que hace que, si bien siempre haya existido, recién ahora se puedan dimensionar sus efectos”.

Entre esos riesgos, la licenciada Baldantoni refirió al impacto sobre la salud mental, la autoestima, el consumo de sustancias tóxicas e incluso la posibilidad de suicidio.

“Es importante estar alerta a determinadas manifestaciones de la conducta. Por ejemplo si el chico no quiere ir al colegio o utiliza frases como “odio la escuela”, es bueno intentar abrir canales de diálogo para ver qué pasa. Y también existen otros síntomas, como la falta de apetito, el bajo rendimiento escolar, el insomnio, las pesadillas o un cambio de ánimo, que son alertas rojas, y ante los cuales hay que intervenir, porque estamos frente a una persona en riesgo”.

Acosos

En lo que hace a los géneros, en los varones prevalecen los casos de acoso físico, en tanto las mujeres tienden al acoso social, que se traduce como exclusión del grupo. Y el acoso verbal, referido a insultos, apodos y cargadas, es comun tanto en varones como en mujeres

(fuente: eldia.com.ar – 27/5/13)

 

Comments are closed.