El Presidente de Ecuador Rafael Correa anunció ayer el fin de la iniciativa ambiental Yasuní- ITT. “Lamentablemente, tenemos que decir que el mundo nos ha fallado”, señaló Correa. El fideicomiso suscrito entre el gobierno del Ecuador y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 2007 obligaba a Ecuador a abstenerse de explotar las reservas de crudo en el campo Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), a cambio de una compensación por parte de los países desarrollados de por lo menos US$ 3.500 millones, para ser utilizados en los próximos 13 años en programas de desarrollo social y sostenible en la zona.
A través de un mensaje difundido en cadena de radio y televisión dirigida a toda la nación explicó las razones por las que el Gobierno declara el fin de la Iniciativa Yasuní- ITT, presentada hace seis años al planeta.En su mensaje, dijo que hasta el momento sólo existen 13,3 millones de dólares en fondos disponibles depositados en los fideicomisos Yasuní-ITT, esto explicó, es apenas el 0,37% de lo esperado.
Además, con los compromisos no directamente vinculados a la Iniciativa se llega a 116 millones de dólares.“Pienso que la iniciativa se adelantó a los tiempos, y no pudo o no quiso ser comprendida por los responsables del cambio climático”, precisó el Primer Mandatario.
“Lamentablemente, tenemos que decir que el mundo nos ha fallado”, señaló el Presidente Correa, visiblemente decepcionado. Añadió también que el lanzamiento de la iniciativa coincidió con la peor crisis económica global de los últimos 80 años.“No era caridad lo que pedíamos, era corresponsabilidad en la lucha contra el cambio climático”, manifestó el Presidente Correa.
Enfatizó que con la propuesta Ecuador sacrificaba 3.600 millones de dólares en renta petrolera.También recordó que con las reservas petroleras del Bloque Ishpingo – Tiputini – Tambococha (ITT), estimadas en alrededor de 920 millones de barriles, que corresponden al 20% de reservas comprobadas del país se hubiera evitado enviar a la atmósfera más de 400 millones de toneladas de CO2, colaborando así con la lucha contra el calentamiento global.
Para este fin, la comunidad internacional debía contribuir con al menos 3600 millones de dólares, que representaban en ese entonces, cerca del 50% de lo que percibiría el Estado si explotaba el ITT. Correa adelantó que los trabajos en el campo Tiputini, que era parte de la iniciativa, comenzarán en las próximas semanas. Aseguró que para ello se emplearán «técnicas de extracción de última generación».
La fundación AVINA otorgó US$ 100.000 en 2010 y se convirtió en la primera organización no gubernamental en apoyar esta propuesta.
El Pago por Servicios Ambientales (PSA) y la Compensación por Servicios Ambientales (CSA) son dos mecanismos institucionales básicos, recientemente utilizados a nivel mundial, a fin de generar incentivos a los actores locales para que provean servicios ambientales. Dependiendo del contexto de su implementación y de los objetivos de sus promotores, estos esquemas asumen diferentes características y proveen varias funciones.
(fuente: http://comunicarseweb.com.ar/?Ecuador_desactiva_el_proyecto_de_pago_por_servicios_ambientales_de_Yasuni&page=ampliada&id=11073&_s=&_page=&utm_medium=Email&utm_source=Newsmaker&utm_campaign=Newsmaker-nike-reportes-a-proveedores-22-08-2013)