El CEO de Cirque du Soleil y estratega global del mayor productor mundial de teatro describe el detrás de escena de Séptimo día, el show de homenaje a Soda Stereo, que lleva 350.000 entradas vendidas en el país; anticipa la apertura de un nuevo parque temático en México y explica por qué China es el próximo desafío de la empresa.
Daniel Lamarre es presidente y CEO del Cirque du Soleil a nivel global. Es el responsable de la estrategia del mayor productor teatral del mundo a través de cinco continentes. Su misión no es sencilla: tiene que combinar en cada espectáculo una dosis de la inspiración original del artista callejero Guy Laliberté -uno de los creadores del Cirque- con los desafíos de TPG, el grupo inversor que en 2015 pagó 1415 millones de euros por el gigante que ya convocó a más de 90 millones de espectadores en toda su historia.
Los desafíos no son pocos: 20 shows en 271 ciudades y más de 4000 empleados en 40 países. «Estaba dando una conferencia en México hablando de los Beatles y Michael Jackson y todos estaban entusiasmados. Pero cuando mencioné a Soda Stereo la gente se volvió loca. Y dije: «¡Mi Dios, son muy, pero muy populares!». Y me quedé muy impresionado», recuerda hoy desde el Luna Park, sede de Séptimo día, el show que abre también una nueva unidad de negocios para el grupo. Nació en Gran Mére, Quebec, Canadá, y fiel a su bajo perfil global evitó los grandes lujos para la entrevista. Optó por mezclarse entre los artistas locales en el backstage del Luna. Allí respondió a las preguntas de LA NACION sin evasivas y reconoció al cierre del mano a mano que nunca olvidará sus primeros pasos como cronista de un diario cuando sólo tenía 16 años.
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Entre la necesidad de reinventarse todo el tiempo y el desafío de retener el talento
-¿Qué cambió desde que se hizo cargo el nuevo dueño, TPG? ¿Usted es un sobreviviente de un management que fue totalmente renovado?
-He estado con la compañía 13 años, así que viví todo el proceso de transacción, que, como puede imaginar, fue muy difícil para mí. Y cuando hay una transacción como ésa, es un momento raro en la vida, es blanco o negro, no hay gris: uno puede odiarlo e irse o que te encante y quedarte. Me encantó y me quedé. Tuve mucha suerte porque había mucha gente que quería comprar el Cirque y con TPG siempre tuve buena relación. Ellos son los que ganaron el gran premio y se convirtieron en dueños de Cirque du Soleil.
-¿Cuáles fueron los principales desafíos desde ese momento?
-Tenemos mucho más poder financiero. Tenemos a TPG, que es el dueño, con sede en Silicon Valley e hicieron su fortuna sobre la base de nuevas tecnologías. Eso nos da acceso a muchas nuevas tecnologías. Y el socio minoritario es Fosun Capital Group, de China, por lo que abrimos nuevas puertas en ese país. Un mercado inmenso. Y Guy Laliberté tiene el 10 por ciento y un fondo de pensión tiene otro 10 por ciento. Y lo bueno para mí y mis colegas es que el equipo de conducción es también parte del fondo TPG. De modo que ahora somos accionistas de la compañía.
-¿Qué es lo que se mantiene igual y cuál es la importancia de que Guy Laliberté siga con la compañía?
-Él sigue involucrado cuando producimos nuevos shows. Sigue siendo un genio creativo y lo traigo de nuevo a la compañía cada vez que preparamos un nuevo show. Es entonces cuando recibo su aporte. Pero al nivel cotidiano yo dirijo la compañía con un gran equipo de conducción.
-¿Cuáles son sus expectativas para el desembarco en la Argentina? Me refiero a Soda Stereo y Séptimo día…
-Para nosotros, es un modelo de negocios totalmente nuevo. Y en el proceso advertí que cuando alguien de la Argentina quiere algo lucha por obtenerlo y lo consigue. Un equipo vino a Montreal. Y nos convenció. Y volvió y trabajó con nosotros. En primer lugar me sentí impresionado por la conducción de PopArt. Conozco promotores de todo el mundo. PopArt está en lo más alto de la lista. Es muy buena la forma en que abordaron el asunto. Lo otro que nos entusiasmó de este show es que los muchachos de la banda realmente funcionaron con nuestro equipo creativo. Y eso fue muy importante. Había ese desafío creativo.
-¿Por qué habla de una nueva unidad de negocios?
-Es que fuimos creando en un ambiente de concierto de rock. Creo que eso fue lo que nos decidió. Dijimos: ¿por qué no probamos eso? Quizás estemos desarrollando un nuevo tipo de show. El público rodeando nuestra presentación, bailando y aplaudiendo. Eso no se ve normalmente en un show del Cirque du Soleil. Así que en general desde el punto de vista de los negocios fue muy bueno, y también desde el punto de vista creativo.
-¿Será un modelo global? ¿Están pensando en replicarlo?
-Es la idea de crear el ambiente de un concierto de rock. Y el concierto de rock funciona en todo el mundo. Así que decididamente es un inmenso avance para Cirque du Soleil.
-¿Es una oportunidad para tener gente más joven en sus shows?
-Decididamente. Es la oportunidad de traer gente más joven y hacer un tipo de escenografía diferente. Y un nuevo tipo de presentación. Porque en nuestro show en la Argentina se crearon conceptos: la gran rueda, el guitarrista bajo el agua. Todas las imágenes. Para nosotros fue la primera vez.
-¿Tienen pensado replicarlo?
-Es demasiado pronto como para asegurarlo. Pero es lo que me vino a la mente cuando vi el show. Porque esto tiene el potencial de replicarse con otro tipo de músicos. Y eso es por cierto algo que vamos a explorar en el futuro. En particular en el formato de estadios como el Luna Park.
-¿Están trabajando en un parque de diversiones en México?
-Sí, es así, está en construcción ahora mismo, en México, en Puerto Vallarta.
-¿Por qué allí?
-Porque vino a vernos un mexicano y tenía esta idea loca.
-La cultura latina…
-Yo soy canadiense-francés. Y me considero latino. Y por eso somos tan populares en América del Sur. Hicimos una encuesta el año pasado acerca de la popularidad de Cirque y nuestro puntaje más alto fue en América del Sur. Somos muy populares aquí. Y les decía a amigos que eso es porque los franceses somos latinos. Todo lo que producimos, la textura, el vestuario, la exuberancia, el ambiente de Cirque du Soleil, es todo latino.
-¿Cómo será el parque en México?
-Es un parque inmenso. Pero no es con juegos. Es un parque con muchos componentes de Cirque du Soleil. Hay un parque acuático. Y hay un show un poco como el que tenemos en Las Vegas. En otra área el público tendrá la oportunidad de probar aparatos de acrobacia. Se va a inaugurar en 2019. Ya hay gente de todo el mundo que quiere verlo porque querrían exportar este concepto. Probablemente habrá uno en China y otro en Europa.
-¿En Estados Unidos?
-Quizás.
-Allí, además de Las Vegas, tienen otro show en Orlando que termina el 31 de diciembre y al que van muchos argentinos. ¿Tienen previsto uno nuevo en ese teatro de Disney Springs?
-Sí, sin duda. Estamos terminando las negociaciones con la conducción de Walt Disney ahora y vamos a tener un nuevo show.
-¿Puede ser que haya en el show algunos artistas de Disney?
-Es lo que estamos pensando ahora, y sólo estamos en la fase preliminar, así como acá hacemos un tributo a Soda Stereo, allí queremos hacer un tributo a la animación.
-También están proyectando cruzar tecnología y entretenimiento. Hay un proyecto relacionado con la National Football League (NFL) de EE.UU.
-Sí. Usted sabe que la gente se vuelve loca por la NFL en Estados Unidos. Nosotros vamos a crear una experiencia con la NFL en Times Square, en Nueva York. Es asombroso, porque 300.000 personas pasan caminando por delante de ese edificio todos los días. Les vamos a dar a los fanáticos la oportunidad de una experiencia en la que se convierten en jugadores.
-Cirque du Soleil pasó por varios etapas a lo largo de su historia. ¿Cómo están hoy los resultados?
-Hoy somos una compañía con ganancias, muy rentable. Siempre tuvimos ganancias. Quizá no al nivel que tenemos ahora, pero siempre tuvimos ganancias. Tenemos 20 shows a nivel global y este año, además de Soda Stereo, vamos a lanzar un big top show (de carpa grande) en abril y la NFL en noviembre.
-¿Cuál es el plan para 2018?
-El año que viene inauguraremos un show permanente en China, en Hangzhou. Eso es un gran salto para nosotros, porque China es un mercado asombroso.
-¿Cuántos años tardan en obtener ganancias sobre su inversión?
-Normalmente, para un show en gira tarda un año. Comúnmente uno llega a una ciudad y vendemos más o menos un 50 por ciento de las entradas. Entonces armamos la carpa y vendemos el 50 por ciento restante. Aquí, con Soda Stereo, vendimos el 80 por ciento rapidísimo. Fue la primera vez en Buenos Aires, con el concierto de rock, que había cola dando vuelta a la manzana, con la gente queriendo asegurarse la entrada. Nos sorprendió lo ansiosa que estaba la gente por participar de ese show.
-¿Cómo se proyectan ahora?
-Nosotros somos la única compañía que hace gira por 450 ciudades en todo el mundo. No sólo shows de circo, sino que también podemos hacer giras con muchos contenidos diferentes. Creo que estamos muy bien posicionados para convertirnos en el futuro en el líder mundial del entretenimiento, y ése es el objetivo que tenemos como organización. Queremos diversificar el contenido que proponemos. El show de circo va a seguir siendo el centro de nuestro negocio. Pero ahora tenemos la oportunidad de diversificarnos.
-¿Cuál ha sido su experiencia en su breve estadía en la Argentina, teniendo en cuenta los cambios políticos y de todo tipo que se han dado?
-Lo que es gratificante para nosotros es la manera en que la gente reacciona aquí. A la gente le gusta participar. Uno ve a la gente bailando y aplaudiendo. Yo creo que la gente se siente bien siendo como es. Y se siente bien respecto de su país. En todas partes donde voy, la onda parece ser muy positiva aquí.
-Y por su instinto ¿qué cosas le llamaron la atención? Que los latinos son así…
-En distintos países hay distintas reacciones. En Japón la cosa asusta mucho a nuestros artistas, porque la gente no reacciona. Miran el show y aplauden y ahí se acabó. Y les encantamos. Vendemos millones de entradas en Japón. Lo de aquí es que el artista se siente tan bien con la reacción del público en América latina. Estuve detrás del escenario después del show y escuché a los artistas decir: «¡Viste la reacción de la gente! ¡Qué bueno!». Y eso impulsa al artista a ir más allá.
-¿Cuál es el negocio central de Cirque hoy?
-Hace treinta años reinventamos una nueva categoría de shows. Y si usted lee lo que escribió la Escuela de Negocios de Harvard en su Blue Ocean Strategy, en sus libros dicen que hemos reinventado el entretenimiento en vivo. Eso sigue siendo nuestro centro.
-Pensando en el futuro de la empresa, ¿cuál es su sueño?
-En términos de calidad, ser la compañía de entretenimiento más importante del mundo y en términos empresarios me encantaría hacer crecer al doble la compañía en cinco años.
Una multi con onda
Los planes y millones de la compañía canadiense
14
multinacional
Son los países de los que provienen los 35 artistas en escena y los 43 que están detrás del escenario en el espectáculo Séptimo día, que tiene 70 funciones confirmadas en Buenos Aires.
8
de gira
Son las ciudades de cinco países de América latina que recorrerá este año el show tras las presentaciones en Buenos Aires. La gira continuará en 2018 por más países de la región y los Estados Unidos.
850
Ingresos
Es la facturación anual en millones de dólares de Cirque du Soleil, que cuenta con un total de veinte shows en activo, entre los que se cuenta el Séptimo día de la Argentina.
1400
desembolso
Son los millones de dólares que pagó el grupo inversor TPG para quedarse en 2015 con el control del Cirque du Soleil. Un fondo chino y uno de los fundadores también tienen participaciones minoritarias.
90
trayectoria
Son los millones de espectadores que lleva convocados el Cirque du Soleil, desde la creación de la compañía, concretada en 1984 por el ex-artista callejero Guy Laliberté.
4000
fuente de trabajo
Es la cantidad de empleados -incluyendo más de 1300 artistas de 50 países- que hoy tiene la multinacional, cuya sede central se encuentra en la ciudad de Montreal, Canadá.