La compañía admitió en su política de privacidad que los televisores de última generación pueden «escuchar» y registrar los diálogos del hogar. Ahora aclaró que las grabaciones son eliminadas y que los usuarios pueden desactivar el servicio
Cuídese de lo que diga frente al televisor. Si es un Smart TV de Samsung, podría estar escuchándolo, e informando a otros. La posibilidad de que sus televisores cumplan funciones de espías aparece en la declaración de políticas de privacidad que está disponible en su página de internet.
«Por favor, tenga en cuenta que si sus palabras habladas incluyen información personal o confidencial, esa información estará entre los datos captados y enviados a terceros a través del uso de reconocimiento de voz«, dice la declaración que aceptan los usuarios la primera vez que encienden y configuran su televisor.
El hallazgo generó una gran polémica en la industria. Si bien siempre se tejió un manto de sospechas sobre la privacidad de los usuarios de las pantallas modernas, ahora es uno de los principales fabricantes de la industria el que admite en público que puede acceder a datos sensibles de las familias.
Los Smart TV, que incluyen la posibilidad de responder órdenes de voz y poseen conexión a internet, están equipados con un software que convierte las instrucciones en texto. Además, recopilan datos de los usuarios con el objetivo de «mejorar el rendimiento» de los productos. Esa información podría ser rastreada por servidores ajenos al consumidor sin el consentimiento expreso.
Incluso cuando la TV está apagada, los comandos de voz pueden capturar. Los televisores modernos tienen una serie de configuraciones preestablecidas que les permite reconocer qué hablan sus dueños pese a que el reconocimiento de voz no esté en uso.
No es la primera vez que los televisores Smart TV suscitan temores por la seguridad. En 2013, el dueño de un equipo de LG Electronics reveló que el artefacto enviaba información sobre sus hábitos como espectador a la compañía sin su consentimiento ni la codificación de los datos.
Samsung intentó apaciguar las críticas, aunque su respuesta no fue tan contundente como se hubiera esperado. Según declaró, sus equipos aplican «medidas y prácticas de seguridad estándares de la industria para proteger la información personal de los clientes y evitar su recolección o uso no autorizado«.
Organizaciones y activistas, entre ellos, un representante de la Fundación Fronteras Electrónicas (FFE), compararon el modus operandi de la firma surcoreana con la del Gran hermano, entidad de la clásica novela de ficción 1984, del escritor británico George Orwell, que luego fue usado en varios realities shows.
En su defensa, Samsung indicó que el servicio de reconocimiento de voz envía las palabras habladas a una base de datos externa de un tercero que selecciona y provee al usuario. Además aclaró que el servicio puede desactivarse con un ícono que se visualiza fácilmente en el control remoto y en la pantalla.
(fuente: http://www.infobae.com/2015/02/11/1626059-crece-la-polemica-las-tv-que-espian-las-charlas-sus-usuarios)