2.Aumente la distancia de seguimiento con el vehículo que lo precede.
3. Utilice las luces bajas junto a los faros auxiliares (rompenieblas) y la luz antiniebla trasera.
4. No utilice las luces altas porque las pequeñas gotitas de líquido en suspensión refractarán la luz produciendo su propio encandilamiento.
5. Recuerde que siempre es vital VER y SER VISTO.
6. Tome como referencia las luces de los vehículos que lo preceden.
7. Evite las maniobras de adelantamiento y de no tener buena visibilidad no se arriesgue jamás a hacer un sobrepaso a ciegas.
8. Si la niebla es muy espesa salga de la ruta y deténgase en un lugar seguro (estación de servicio o camino auxiliar). Nunca lo haga en la banquina ni debajo de puentes.
9. En caso de encarar un viaje de más de 50 kms considere que el manejo con niebla es mas estresante y cansador por lo tanto deténgase con mayor periodicidad a descansar y relajarse.
10. Si está dentro de sus posibilidades espere hasta que la niebla disminuya o desaparezca ya que es preferible perder media hora en un lugar seguro y no arriesgar su propia vida y la del resto de gente que lo rodea.
NOTA: Tenga en cuenta que siempre es importante tener todos los vidrios del vehículo limpios, los limpiaparabrisas en buen estado y suficiente cantidad de líquido en el depósito lavaparabrisas.
IMPORTANTE: La única diferencia entre neblina y niebla es la intensidad de las partículas, que se expresa en términos de visibilidad: Si el fenómeno meteorológico da una visión de 1 km o menos, es considerado como niebla; y si permite ver a más de 1 km, el fenómeno es considerado como neblina. Visto a la distancia, la neblina toma más la tonalidad del aire (grisáceo/azulino), mientras que la niebla es más blanquecina.
La neblina como la bruma hace visibles los rayos solares, por el contrario, la niebla debido a su alta densidad de partículas no hace visibles los rayos solares.
Fuente: Ovilam.