(f) EL AUTOMÓVIL COMO MÁQUINA DE CONSUMO
El motor de combustión interna de un automóvil, ya sea de nafta o de gasoil (diesel), consume combustible enviado desde el depósito por una bomba. En los motores modernos, la regulación del caudal es realizada por control electrónico, tomando como dato la posición del pedal del acelerador y otros datos de funcionamiento como las revoluciones y la temperatura del agua.
EL MOTOR: VARIABLES RELEVANTES EN EL CONSUMO
Cuando con una marcha engranada no se pisa el pedal del acelerador, y el vehículo circula a una velocidad superior a unos 20 Km/h, el consumo de combustible es nulo.
Asì, para entregar una cierta potencia y rodar en una determinada velocidad, existe dos o tres posibles combinaciones de caja de cambios y posición del pedal. Por ejemplo, la selección de una marcha mas larga hace que para la misma velocidad el motor funcione a menos revoluciones y consuma menos.
A partir de las 1.000 o 1.500 rpm, para una potencia dada, el consumo en litros/100 km crece al aumentar las revoluciones.
Es evidente que a menor potencia demandada, corresponde menor consumo de combustible en litros/100 km. Se demanda menos potencia del vehículo cuando se utiliza menos aceleración (menos “reprise”), cuando se está en pendiente descendente o cuando se circula a menor velocidad en carretera.
Cuando un motor está en ralentí (vehículo a muy baja velocidad o parado) consume poco combustible, solo el necesario para generar la potencia imprescindible que permite hacer girar el motor a bajar revoluciones venciendo sus propios rozamientos internos. Sin embargo, como el automóvil no se mueve pero si consume combustible, el gasto medio en litros/100km aumenta. Por ello, estos períodos de ralentí con vehículo detenido son una importante causa de que este consumo medio en un uso urbano se eleve tanto respecto a un uso en carretera.
En este caso no puede utilizarse el concepto de litros/100km pues no se recorre ningún kilómetro. El consumo a ralentí se expresa en litros/hora, con un caudal normal entre 0,4 y 0,7 litros/hora según la cilindrada y el tipo de motor, que se encuentra en un régimen de revoluciones cercano a las 900 rpm.
(Fuente: Fuente Manual del Conductor- Agencia Nacional de Seguridad Vial – adaptación RON. Gracias Leónidas R. Anselmino por el material aportado.)