La comunicación es una de las palancas clave para los procesos de mejora de cualquier organización. Pero dicho de esta manera es un concepto abstracto y tan amplio que resulta difícil de abordar.
Existen múltiples actividades para afrontar el tema pero algunas son tan genéricas que ignoramos cuán efectivas son para solucionar aspectos específicos. Por lo tanto, debemos acotar el diagnóstico para utilizar recursos escasos a la solución del problema.
Contenido y reuniones: en el fenómeno de la comunicación vemos que no existen dificultades significativas en el «canal» sino en el «mensaje», en su contenido. En otras palabras la dificultad no está en las oportunidades para comunicarse y los medios para hacerlo sino en las cosas que se hablan, lo que se dice. ¿Se comunican temas relevantes para ambas partes? ¿Se ajustan expectativas de ambas partes? ¿Con qué frecuencia y calidad se llevan a cabo estas comunicaciones?
Para ello existe un dispositivo antiquísimo, que pese al avance de las tecnologías no ha perdido su valor. Es la reunión y comunicación cara a cara. Se trata de que el líder tenga con cada persona de su equipo, un encuadre de tiempo, lugar y motivo para poder sostener y reforzar el vínculo que se nutre de múltiples variables interconectadas.
Expectativas y oportunidades: el rol dentro de un proyecto, impacto y aportes, expectativas de lo que se requiere versus lo que se está dando, oportunidades de aprendizaje, carrera en la organización, visibilidad de corto y mediano plazo. Vínculo con el equipo, la empresa, con otros. La compensación, el mundo personal en relación al trabajo.
Estos son algunos de los temas principales, aunque no los únicos claramente, que se pueden abordar en estos encuentros.
Fuente: Omar Gennari, gerente general de Great Place to Work en Argentina – La Nación