(f) Los alimentos hipercalóricos que consumimos en los días de frío pueden hacer estragos en nuestro cuerpo. Tips para organizar tu dieta diaria, perder kilos y lucir espléndida
El invierno siempre suele dejar algunos kilos demás en nuestro cuerpo, ya que los alimentos más consumidos durante esa estación son: papa, batata, pastas con salsas, legumbres, carnes, panes y dulces, entre otros. Estas comidas son hipercalóricas y se ingieren con el fin de aumentar la temperatura corporal.
El deseo de comer este tipo de alimentos para que el cuerpo entre en calor, sumado a la necesidad de algo dulce para mejorar el estado anímico, a la falta de actividad física y a la sensación de falta de energía son los culpables de esos kilos demás que lamentaremos a la hora de ponernos el traje de baño en verano.
“La serotonina -neurotransmisor que encuentra sus valores más bajos durante el invierno- es el responsable, entre otras cosas, de nuestros estados de ánimo. Así es como instintivamente buscamos alimentos cargados de hidratos de carbono y azúcares, que en general también contienen grasas, para sentirnos mejor”, aseguró Magdalena Ramos Mejía, licenciada en nutrición del equipo médico interdisciplinario de Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutica (Gedyt).
En nuestro país, más de la mitad de la población sufre sobrepeso u obesidad. El 53,4% tiene exceso de peso y la obesidad representa un 18%, lo que nos posiciona en el puesto número 13 del ranking mundial.
En promedio durante el invierno, un paciente en su peso ideal sube dos o tres kilos, un incremento que se considera aceptable. “En los obesos este aumento es mucho mayor, la lucha nutricional es histórica en esta población. Lo importante es tratar personal e individualmente cada caso”, explicó el Dr. Luis Caro, director médico de Gedyt y jefe de gastroenterología del Instituto Alexander Fleming.
Para aquellas personas que padecen una batalla que parece perdida contra los kilos demás, existen varias técnicas que buscan contrarrestar esta situación, como las cirugías bariátricas (bypass, banda y manga gástrica) y, por otro lado, los tratamientos farmacológicos, nutricionales y endoscópicos que no requieren de cirugía. Cada una de ellas tiene indicaciones determinadas.
El tratamiento endoscópico, como el balón intragástrico, ofrece una alternativa menos riesgosa e invasiva, aprobado para pacientes que deseen descender entre 10 y 30 kilos por encima de su peso ideal y para personas con obesidad mórbida que necesiten una primera instancia de pérdida de peso rápida previo a someterse a una cirugía.
Durante los 6 meses que se extiende este tratamiento, se puede descender significativamente de peso, habiendo incorporado un cambio definitivo de su hábito alimentario que derivará necesariamente en una vida más saludable.
Caro sostuvo que es imprescindible la necesidad de trabajar de manera conjunta con las distintas especialidades: psicología, nutrición, gastroenterología y la realización de actividad física. “El apuntalamiento psicoterapéutico es muy útil a fin de trabajar la fortaleza, no solo durante la etapa en la que el paciente tiene el balón intragástrico sino también luego de la extracción del mismo”, finalizó.
(fuente: Infobae.com – 9/8/13)