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¿Comer más sano? 10 tips para no quede en un buen deseo
Dejar de lado los alimentos procesados, con muchos conservantes, grasas y sal es una meta propuesta por muchos. Pero que cuesta implementar. Para lograrlo, te damos algunas estrategias fáciles de cumplir.
Seguir una dieta consciente -sin prepaciones procesadas y con más alimentos naturales- ganó su merecido reconocimiento y cada vez son más los interesados en adoptar esta forma de vida. Convencerse de los beneficios es casi instantáneo. Pero, para muchos, la gran traba es ponerlo en práctica. Para derribar esta barrera, te damos tips prácticos y efectivos.
-Organizate. Buscá los días en los que puedas hacer las compras en un almacén natural, dietética y verdulería cerca de tu casa o en un mercado online con envíos a domicilio. Una vez por semana o cada 15 días comprá los productos no perecederos, como semillas, legumbres, cereales, frutas secas, algas, frutas deshidratadas, aceites, etcétera. Las frutas y verduras, en cambio, conviene comprarlas una o dos veces por semana. Esto evitará que pierdan su frescura y sus preciados nutrientes. De esta forma, solo tendrás que fijarte que tenés para cocinar y empezar a crear.
– Cociná de más. Cuando preparés cereales y legumbres, condimentalos solo con sal y pimienta para luego poder guardarlos en porciones en recipientes herméticos para varios días. Es un recurso útil para tener la cena o viandas a medio armar. También te servirán para preparar hamburguesas, tartas o masa de pizza integral.
-Amigate con la cocina. Convertí ese momento en una oportunidad para conectar con los alimentos, la naturaleza y tu lado creativo. Cocinar con todos los sentidos, puede transformar una rutina diaria en un rato para vos. Entonces, la próxima vez que cocinés, poné una música que te guste, tomá consciencia de tu respiración, mirá formas, colores, texturas de los alimentos y usá tu creatividad.
Agregale sabor a tus comidas. Los condimentos como cúrcuma, pimienta de cayena, pimentón ahumado, curry, comino, jengribe o ajo negro, permiten reinventar el plato de siempre.
– Sumá antes de restar. No pretendas cambiar tus hábitos de golpe. Incorporá alimentos nuevos, y de a poco, dejá de lado los industrializados, fuentes de azúcar, grasas y conservantes. Hacé tu camino, tu propia transición a una alimentación más real. Agregá todas las semanas algún alimento nuevo.
– Anotate en una clase de cocina o un taller de alimentación consciente. Es una forma divertida de aprender básicos saludables para sumar a tus recetas diarias.
– Sumá a tus salidas restaurantes vegetarianos. Es la oportunidad para probar platos distintos. Por ejemplo, esa legumbre que no conocés o que nunca te animaste a preparar. La idea es ir acostumbrando al paladar a sabores nuevos y sacar inspiración para cocinar en casa. Comer fuera de casa sabroso y saludable es posible, solo hay que buscar el lugar deseado.
– Armá un menú semanal. Si sos organizada, ideá tu menú con todos esos productos que tenés ganas de sumar a tu alimentación. Usá recetas simples y sabrosas. No es necesario que pienses en platos muy elaborados.
– Alimentá tus nutrientes primarios. Incorporá a tu rutina ejercicios de respiración, clases de yoga o cualquier actividad física que te guste y te ayude a manejar la ansiedad. Rodeate de naturaleza y sol. La transición a una alimentación real y saludable provoca mucho movimiento interno: el cuerpo depura toxinas, emociones y es necesario acompañarlo de actividad física, movimientos y técnicas de relajación para no caer en la comida o otras sustancias para bajar esa emoción. Observá tu cuerpo, observá tu mente, observá donde la emoción te lleva. Podés acompañar el proceso con un cuaderno donde anotar “tus emociones y comidas”.
– Hacelo desde el disfrute. La idea es que no sea una dieta que empieza y termina, sino un estilo de vida.
Fuente: Por la licenciada Rocío Runca, especialista en nutrición natural y sensitiva.
