A nivel global, este segmento ya es tendencia y está valorado en casi u$s 7.000 millones. En la Argentina todavía no despliega su máximo potencial debido a las deficiencias de mercado que genera el marco normativo. Sin embargo, Rio Uruguay Seguros es una empresa que apuesta a este tipo de coberturas contando, actualmente, con 50 pólizas aseguradas.
El mercado global de drones, o vehículos aéreos no tripulados, está actualmente valorado en casi u$s 7.000 millones y se pronostica que esa cifra llegará a los u$s 10.000 millones para 2020. La popularidad de estos dispositivos y su uso con fines recreativos acrecienta la probabilidad de siniestros. Esto representa una gran oportunidad de negocios para el sector asegurador argentino, pero las firmas locales aún no logran avanzar en este mercado, debido principalmente a las deficiencias del marco normativo.
Entre 2013 y 2015, el Centro de Estudios de Drones de la universidad estadounidense de Bard había registrado 921 incidentes con drones en el espacio aéreo de Estados Unidos. Para Eduardo Crocco, abogado, liquidador de seguros y especialista en derecho aeronáutico, en el país, «las aseguradoras tienen intención de entrar en este negocio, creciente e interesante, pero tiene que haber legislación clara que permita hacer contratos».
En 2015, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) estableció la obligatoriedad de la contratación de un seguro con motivo de cubrir la responsabilidad civil que surge de la utilización de los vehículos aéreos no tripulados. Mediante la Resolución 527/2015, la ANAC aprobó así un reglamento provisional para el uso de drones, que abarca todo lo referido a seguridad aérea y registros. Luego, en 2016, la Superintendencia de Seguros de la Nación, mediante la Resolución 40250, desarrolló las condiciones generales para la cobertura del seguro de responsabilidad civil en cuestión.
«Ese reglamento no modifica el Código Aeronáutico. Se habló de que era provisional, ya van dos años, se necesita una ley», aseveró Crocco. El especialista señaló la indefinición respecto de cuáles son exactamente las zonas segregadas, en las que la ANAC autoriza a volar drones, y la existencia de prohibiciones sin sanciones como algunas de las deficiencias más graves del marco normativo actual.
Crocco señaló que las compañías de seguros locales están a la espera de que se modifique el encuadre jurídico para lanzarse al mercado. «No se puede poner limitaciones al derecho con una resolución, tiene que ir una ley al Congreso. Así, parece que quieren sembrar la industria del juicio», sostuvo.
En un mercado desierto de competencia, Río Uruguay Seguros lanzó el año pasado una cobertura para drones pequeños, de hasta 10 kilogramos, y solo de uso comercial, con una suma asegurada de hasta un millón de dólares, por un costo de contado anual de u$s 440 financiado en 10 cuotas de u$s 550. La compañía también ofrece cobertura adicional por daños al equipo.
«Desde que salió normativa de ANAC se comenzó a hablar de cómo iba a ser el mercado, de que no estaba muy clara la resolución. Entonces comenzamos a hacer averiguaciones, sin encontrar mucha información», relató Guillermo Heis, responsable de Reaseguro y Apoyo Técnico de la compañía.
Todos los esfuerzos quedan más que justificados ante el innegable potencial de los drones para las aseguradoras. «Hoy es un mercado chico pero eso va a cambiar», afirmaron desde Río Uruguay. «Hasta hace algunos meses, los drones registrados en ANAC eran 360. De ese total, hemos recibido unas 70 consultas y actualmente ya llevamos unas 50 pólizas aseguradas. Es bastante en porcentaje», detallaron.
Fuente: El Cronista.