El autor revela las cuestiones fundamentales por las cuales los gobiernos de la región deberían digitalizarse para usar la tecnología de manera más eficiente para solucionar los problemas de los ciudadanos.
Las ciudades del mundo están en constante crecimiento; según datos de Naciones Unidas, se prevé que alrededor de 70% de la población mundial habitará en centros urbanos para 2050. En Latinoamérica, el crecimiento demográfico es sostenido y el aumento de población se convertirá en un problema grave a menos que se logre mantener cierta armonía entre los aspectos espacial, social y ambiental de las localidades y de sus habitantes. Es en este marco que cobra relevancia el concepto de Ciudad Inteligente.
Mucho se ha hablado últimamente sobre la contingencia ambiental que enfrenta en estos momentos la Ciudad de México, y sobre el terremoto que sacudió a Ecuador recientemente, dos eventos regionales que han dejado estragos económicos y sociales con los cuales, los gobiernos de ambos países han tenido que enfrentarse de manera emergente.
El debate sobre las soluciones que se han implementado se ha inclinado mayormente a cuestionar su efectividad e impacto para la ciudadanía. El programa Hoy No Circula en la Ciudad de México y el aumento de impuestos para reconstruir los daños en Ecuador, sin duda, son soluciones que pueden funcionar a corto plazo, pero ¿qué pasará después?
Se puede decir que una Ciudad Inteligente es aquella que utiliza los avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En la que se utilizan las tecnologías de información y de comunicación para instalar infraestructuras en red que mejoren la vida de los ciudadanos, posibiliten el desarrollo sostenible, permitan la optimización del consumo energético, fomenten mayor calidad en la prestación de servicios, mayor eficiencia de todos los recursos y mayor participación ciudadana.
Para Marco Damián, los gobiernos podrán usar herramientas para mejorar la prestación de servicios.
Para el 2020, 50 mil millones de unidades inteligentes estarán conectadas y el 90% del crecimiento en TI se generará a partir de la nube, el mundo móvil, las redes sociales, sus negocios y big data, según datos de Cisco. Con diversos niveles de avance ya se están aplicando instrumentos tecnológicos para resolver problemas concretos de la sociedad citadina. Mediante la instalación de sensores en la Ciudad de México y usuarios en redes sociales de movilidad, por ejemplo, se cuenta con información en tiempo real que puede medir cosas como intensidad de tránsito y la velocidad a la que transitan los autos. Con esos y otros instrumentos tecnológicos, se podrá tener información en tiempo real que servirá para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Poniendo lo anterior en perspectiva, habría que aprovechar toda la información que se genera a partir de estas tecnologías para plantear nuevas soluciones que mejoren la vida de quienes habitan las ciudades.
A continuación, se enuncian las cinco razones por las que Latinoamérica tendría que pensar en implementar soluciones tecnológicas para hacer de sus ciudades, Ciudades Inteligentes:
Es un hecho que las Ciudades Inteligentes necesitan a la infraestructura física de red para cumplir con las exigencias que se requieren para evaluar e implementar tecnologías innovadoras, que habiliten las soluciones que den paso a las ciudades del mañana. Por esto, Panduit ofrece soluciones para clientes y gobiernos para resolver los desafíos más críticos de infraestructura física, aprovechando su enfoque de Infraestructura que cumpla los desafíos para tener un Mundo Conectado.
El autor: Marco Antonio Damián
Gerente de Ingeniería Técnica de Panduit.