China: el outsourcing de la contaminación ambiental

En los países ricos, las emisiones de carbono aminoraron su crecimiento o bajaron. Pero ese aparente avance ambiental coincidió con el outsourcing generalizado de la industria hacia China y otros países en desarrollo. La toxicidad del aire alcanzaba esta semana niveles críticos en Pekín.

Parece una de las raras buenas noticias sobre cambio climático: En EE.UU., las emisiones de dióxido de carbono, principal causa de calentamiento global, aminoraron su crecimiento después del año 2000 y se redujeron a partir de 2007. En Europa, la situación parece aun mejor, ya que las emisiones totales cayeron desde 1990 hasta 2008, muchas veces cumpliendo, y en algunos casos superando, las metas comprometidas en el marco del Protocolo de Kyoto.

Pero el aparente avance en la reducción de emisiones en los países ricos coincidió con el outsourcing generalizado de la manufactura hacia China y otros países en desarrollo. En el proceso, de hecho, tercerizamos también nuestras emisiones de carbono. Si los consumidores responden por las emisiones generadas en la fabricación de lo que compran, entonces no hemos resuelto el problema. Sólo lo hicimos más difícil de ver… y mucho más difícil de medir.

El problema es el siguiente: si una acería de China le vende acero a Toyota en Japón, que lo utiliza para fabricar autos que se venden a los estadounidenses, ¿qué país es responsable de las emisiones de la acería? Estados Unidos parece ser la respuesta lógica: las emisiones de China se generaron para fabricar algo que fue adquirido y utilizado en EE.UU. Pero esas emisiones pertenecen a China según todas lasestadísticas estándar y la mayoría de las discusiones sobre metas climáticas.

El enfoque usual, contabilizar las emisiones según el lugar donde se producen, es mucho más fácil de implementar. Las estadísticas nacionales cuentan las fábricas, vehículos y otras fuentes de emisiones que ocurren dentro de las fronteras de un país. El enfoque más lógico, atribuir las emisiones ocasionadas por la producción al país donde es consumido el producto final, requiere de un modelo detallado del flujo del comercio internacional.

En los últimos años, distintos investigadores han intentado determinar la distribución de las emisiones según el consumo. Una figura destacada en esta nueva especialidad es Glen Peters, del Center for International Climate and Environmental Research de Oslo. Peters y varios coautores estimaron que las emisiones provenientes de la producción de exportaciones –conocidas generalmente como emisiones “incorporadas” en exportaciones– han aumentado de un 20% de las emisiones de dióxido de carbono globales en 1990 a un 26% en 2008.

Cuando recalcularon las emisiones según el consumo, comprobaron que las que ocurrían en EE.UU., Europa y otros países desarrollados siguieron aumentando en este período, y que el mundo rico incumplió ampliamente las metas de Kyoto.

Se han realizado estudios para distintos países sobre las emisiones incluidas en el comercio, que revelaron que casi todos los países de altos ingresos sonimportadores netos de carbono incorporado. Australia, y en menor medida Canadá, son las excepciones, con exportaciones sustanciales de metales, combustible y otros materiales con alto consumo de energía. Según el equipo de Peters, China representó la mitad del carbono incorporado en las exportaciones en 2008 en el planeta, pero esto se debe, en parte, a su tamaño. Per cápita, Sudáfrica, Kazajstán, Australia y Rusia como mínimo duplican las emisiones por exportaciones de China.

Las emisiones en regiones de menores ingresos suelen ser para el beneficio de consumidores de ingresos más altos de otras partes, de dentro o fuera de esos países. Con respecto al comercio interprovincial en China, un estudio reciente reveló que hasta un 80% de las emisiones para la manufactura de productos que se consumen en las provincias costeras de mayores ingresos suceden en las provincias del interior menos desarrolladas.

Todas estas estimaciones se basan en un modelo elaborado de comercio y emisiones, y lamentablemente, no hay consenso sobre exactamente cómo hacer los cálculos. Una revisión de 50 estudios diferentes arrojó enormes diferencias en los cálculos de las emisiones incorporadas en el comercio. Las estimaciones confiables sobre la porción relacionada con las exportaciones de las emisiones totales de China en 2005, por ejemplo, oscila entre 18% y 45%.

La incertidumbre de las cifras hace difícil el uso para la elaboración de políticas de la contabilidad de emisiones basadas en el consumo. Pero más allá de las cifras exactas, la implicancia es clara: EE.UU. Europa y Japón son responsables de muchas más emisiones globales de las que se generan dentro de sus territorios. El objetivo de la política climática no debe ser sólo descontaminar en casa, sino ayudar a crear sistemas de energía bajos en carbono en los países donde, cada vez más, se concentra la manufactura del mundo.

El análisis de estas cifras provoca otra sorpresa. Aunque China encabeza, por mucho, las exportaciones de carbono incorporado, no se especializa en exportación de productos que emitan grandes cantidades de carbono. En un estudio sobre el carbono en el comercio de China, descubrí que las exportaciones principales de ese país son productos manufacturados de relativamente baja intensidad de energía. La ventaja comparativa de China en el comercio está basada en los costos de mano de obra y en la experiencia en la industria, no en la energía ni las materias primas. El gigantesco sector exportador del país es el causante de una gran cantidad de emisiones de carbono por su dependencia de la electricidad a base de carbón, y por las ineficiencias de algunos sectores.

Este resultado asombroso es realmente una buena noticia para las perspectivas en las negociaciones climáticas. Si bien llevará tiempo y dinero que China pase a tener una energía baja en carbono, hacerlo no va a amenazar el patrón de crecimientodel país. Recientes declaraciones del gobierno chino, de apoyo a medidas rápidas para reducir el uso de carbón y las emisiones de carbono, son compatibles con el modelo vigente de crecimiento impulsado por la exportación.

Fuente: IECO (http://www.ieco.clarin.com/economia/China-outsourcing-contaminacion-ambiental_0_1094290948.html)

 

 

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