A partir del 1 de julio entrarán en vigor las nuevas Tablas de Mortalidad, emitidas por las superintendencias de Valores y Seguros y de Pensiones. Estas tablas proyectan que las mujeres que hoy tienen 60 años y los hombres que tienen 65 vivirán, en promedio, hasta los 90,31 años y 85,24 años, respectivamente, lo que significaría un aumento de un año y dos meses, en el caso de las mujeres, y siete meses, para los hombres, respecto de las tablas hoy vigentes.
Las aseguradoras pueden definir sus propias tablas de mortalidad, pudiendo incorporar los nuevos parámetros para definir las actuales pensiones; las AFP deben usar las que indique la superintendencia, por lo que comenzarán a utilizarlas el próximo 1 de julio, que es cuando entran en vigor.
AFP CAPITAL explica en una información de Economía y Negocios que las nuevas tablas vienen a reconocer la mayor expectativa de vida de las personas, lo que implica que sus fondos acumulados al pensionarse deberán repartirse en más años: «Cada año más de vida significa aproximadamente 3% menos de pensión, por lo que pensamos que retrasar la edad de jubilación es una medida que debiera ser evaluada para poder mejorar las pensiones».
Para CONFUTURO cada compañía tiene sus propias curvas de mortalidad para tarificar, por lo que los parámetros que establecen los reguladores afectan el cálculo de reservas que se deben constituir por cada pensión otorgada.
El regulador, por su parte, estimó que como resultado de la aplicación de las nuevas tablas, las reservas técnicas de las aseguradoras -que respaldan sus obligaciones futuras de pensiones por renta vitalicia y seguro de invalidez y sobrevivencia- se incrementarán, en promedio, 1,48%, lo que equivale a unos 530 millones de dólares. Por ello, permitirá que este mayor gasto se pueda reconocer mediante un mecanismo gradual durante un período de seis años, a contar desde el 1 de julio próximo; opción que sería tomada por la mayoría de las aseguradoras.
(fuente: BDSAL – 27/5/16)