Chevrolet Cruze LTZ Diésel

Confortable & eficiente: Con un propulsor de 163 CV y caja automática, ofrece un buen nivel de equipamiento y una autonomía por encima de los 800 kilómetros.

Las terminales, en general, hace rato que le extendieron certificado de defunción a los motores diésel. Solo el grupo PSA Peugeot Citroen y General Motors continúan ofreciendo modelos con ese tipo de combustible. Por eso, un equipo de INFO AUTO realizó un contacto con un Cruze Diésel LTZ para evaluar sus performances, así como  sus virtudes y defectos a la hora de calcular los consumos.

A pocas semanas de lanzar una nueva generación fabricada en la planta de General Motors, en Rosario, el Chevrolet Cruze mantiene el diseño y estilo que lo posicionó como uno de los autos mediano “hatch” más valorado dentro de su segmento. Esta versión LTZ del último rediseño del Cruze no ofrece cambios sustanciales con relación a la última etapa del modelo. Eso sí, muestra sutiles modificaciones en los faros antiniebla (que ahora traen luces LED) y nuevos diseños en las llantas de aleación, ahora de diez rayos.

Motor eficiente:  

El propulsor diésel del Cruze LTZ no es nuevo. Es más, es el mismo que utiliza la Captiva: un 2-0L de 16 válvulas y 150 CV, con turbo de geometría variable e inyección directa common rail, acoplado a una caja automática de seis velocidades. Se trata de un “corazón” de marcha suave, sin vibraciones al tacto y que ofrece un torque de 33 kilográmetros desde las 2.000 rpm. Con todo este conjunto, el Cruze diésel ofrece excelentes prestaciones, especialmente en ruta, donde alcanza una velocidad máxima de 210 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en algo menos de 10 segundos. Bastante bien para ser un diésel con una carrocería algo “pesada”.

En materia de consumo se lleva todas las palmas. Al salir a la ruta, con una velocidad media de 110 km/h, este Cruze diésel consume cerca de 7 litros cada 100 kilómetros, lo que significa que cuenta con una autonomía apenas por encima de los 800 kilómetros sin repostar combustible. En ciudad, la cifra trepa a 8,5 litros, quizás por el lento desempeño de su caja automática a bajo régimen.

El comportamiento dinámico merece un aplauso, en especial, cuando salimos a la ruta. Allí lo sentimos un auto muy confiable, equilibrado y con excelentes suspensiones. Frena bien y va copiando el asfalto por encima de los 120 km/h con gran aplomo.  

Buen interior:

La imagen del tablero y torpedo del Cruze no ha variado en las últimas dos generaciones. En la consola central asombra una pantalla táctil de 7 pulgadas con el ya conocido sistema multimedia “MyLink”, una plataforma de conectividad que permite reproducir audio, fotos o videos desde un celular o dispositivo conectado vía USB, además de usar el equipo de audio o usar el celular vía Bluetooth.

La versión LTZ ofrece Control de Estabilidad y de Tracción; Seis airbags; Frenos a disco en las cuatro ruedas con distribución electrónica de frenado y ABS; el sistema de Alerta en Punto Ciego (avisa al conductor con una luz ámbar en los espejos laterales si se acerca algún vehículo); Anclajes Isofix; Sensor de estacionamiento trasero; Computadora de a bordo; Climatizador; Pack eléctrico; Cruise Control y espejo retrovisor electrocrómico, entre otros.

Una buena apuesta de General Motors de Argentina por aquellos clientes que gustan de motores diésel y una excelente carta de presentación para la nueva generación del Cruze, cuya aparición en el mercado es inminente.

(fuente: http://www.infoauto.com.ar/institucional/detalle/contacto–chevrolet-cruze-ltz-diesel)