Cada vez hay más mujeres en puestos de mando pero aún hay atraso en términos de igualdad

(f) El aumento de las mujeres en puestos de liderazgo crece a nivel mundial. En la Argentina, el 4% son CEO de empresas. Cuáles son los segmentos industriales que más mujeres emplean. El work life balance

El debate alrededor del empoderamiento femenino en el ámbito laboral (empowerment según el término original en inglés), que significa potenciar las propias habilidades para producir cambios colectivos, es un concepto que vigorizó la discusión sobre el rol de las mujeres en los puestos de liderazgo y conducción alrededor del mundo entero.

Hoy, el debate superó la mera cuestión hombres vs. mujeres y se diversificó. Aún quedan debates más profundos que dar. Y en este concierto de voces, cada retazo permite armar el tema del liderazgo femenino en su verdadera dimensión, que por cierto es compleja.

La buena noticia es que la mirada local sobre el top management femenino ya tiene cifras propias. Según un relevamiento realizado por Glue Consulting, una consultora boutique especializada en el reclutamiento de Top Management, actualmente un 4% de mujeres se encuentran ocupando posiciones de CEO en diversas compañías en la Argentina.

En las empresas multinacionales, el porcentaje de mujeres en gerencias y dirección asciende al 25%; concentrándose mayormente en las áreas de recursos humanos y marketing. Y según la consultora Glue las industrias más soft, como por ejemplo las alimenticias, es donde se ve una mayor proporción de mujeres líderes.

Daniel Iriarte, director asociado de Glue explica: «En las empresas de consumo masivo las mujeres ocupan un lugar destacado porque en esas industrias hay muchas marcas asociadas a la mujer, de belleza y salud, por ejemplo, donde la mirada femenina es clave. En estas empresas, las áreas de marketing y recursos humanos son muy importantes y tienen mucho peso en la estructura y suelen contar con líderes mujeres. En empresas con otros perfiles, los hombres son mayoría, esto explica la diferencia en la proporción».

Las tecnológicas es otro de los segmentos industriales que despuntan cada vez con más mujeres líderes ya que ofrecen estructuras globales y home office. Algo que es vital para encarar entre otras cuestiones el período de maternidad.

Iriarte agrega: «En las tecnológicas y en las estructuras organizacionales globales hay una mayor costumbre al trabajo desde lugares remotos, sin que exista la necesidad de estar 9 horas en una oficina. Esto favorece a que una mujer que acaba de ser madre, por ejemplo, pueda volver al trabajo y lo haga desde su casa».

Las mujeres para sus propias conquistas y logros laborales tienen que luchar contra su propia percepción de las cosas y también contra la aceptación social de los demás.

Según la última investigación «Mujer y trabajo» realizada por Grupo RHUO y la Universidad Abierta Interamericana (UAI) en CABA y Gran Buenos Aires y para la que fueron consultadas 1000 mujeres de entre 18 y 60 años, el 52,5% de las mujeres considera que no tiene las mismas posibilidades que los hombres para acceder a puestos jerárquicos.

Más del 50% cree que desarrollar una carrera laboral o profesional es un camino particularmente difícil para la mujer. Al respecto, el 56,9% también sostiene que posee menos posibilidades de conseguir trabajo o de lograr un ascenso laboral si tiene un hijo/a menor a 5 años. En ese sentido, la mayoría de las mujeres (33,9%) prefiere desarrollar su carrera lo máximo posible, antes de tener hijos/as a edades más tempranas (12.5%).

Por eso el concepto de work life balance (el balance entre la vida profesional y personal) resulta muy importante. Y sigue peleando para dejar de ser un eslogan. En la actualidad, Argentina y Brasil lideran esta tendencia en la región.

Al respecto dice Iriarte: «El work life balance se encuentra más desarrollado en los mercados de Argentina y Brasil que en el resto de América Latina. Existe una tendencia por parte de las compañías hacia la dirección del work life balance, particularmente por las demandas de las nuevas generaciones».

Profesional y madre: el tema del millón

Para las mujeres, volver a trabajar luego de ser madres supone una combinación de sensaciones opuestas: donde las ganas de volcar las energías en la profesión se conjugan con las preocupaciones de dejar al bebé.

Sobre las licencias por maternidad, Brenda Barán, directora asociada de Glue afirma: «el sector de consumo masivo es el que está más a la vanguardia en este tipo de beneficios, luego se perfilan las compañías de tecnología. Si bien la licencia tradicional y legal es 3 meses con la opción de extenderla hasta 6 meses de excedencia; hay empresas que le brindan a la profesional que es madre, flexibilidad horaria al momento de su reincorporación».

Iriarte puntualiza: «Las multinacionales que están en el país están más avanzadas que las empresas nacionales, por las «bajadas» de las casas matrices. El regreso después de ser madre está muy trabajado. Hay más posibilidades de volver de a poco, part-time y también haciendo home office. Además de ser un beneficio para las mujeres con familia principalmente, supone también una reducción de costos en términos de infraestructura. Este fenómeno se origina en las principales capitales del mundo como Nueva York, Londres y Tokio» .

Para Barán, «cuando la empresa apuesta por una profesional y le brinda este tipo de beneficios, se genera una relación emocional positiva que no hay salario o posición que logre equiparar el valor de esos momentos de flexibilidad.»

Para no perder competitividad frente a sus pares hombres, Barán asegura que «para superar barreras de crecimiento, hay que generar diversidad en los equipos. La mujer aporta distinto al negocio, destacándose por la ejecución de las ideas y la capacidad analítica, la mujer suele ser más didáctica».

Materia pendiente: igualdad

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ratifica un dato que para las mujeres ya es bien sabido. Ellas cargan con la mayor parte de las tareas domésticas y las responsabilidades familiares. Ahora el hecho de que se tome el dato como parámetro para analizar sus perspectivas del desempeño laboral de las mujeres; si es usado positivamente y no con un carácter restrictivo, puede ser transformador.

Para Michael Turner, director de Regus para Latinoamérica: «Hay sectores en los que es bueno ser mujer y sectores en los que no lo es. El sector farmacéutico y de la salud parece ser, en general, un buen lugar para las mujeres. Allí el 45% de las empresas cuentan con más de una mujer en la junta directiva».

La encuesta de Regus también reveló que las grandes empresas tienen más tendencia a facilitar el camino hacia la cima a las mujeres, puesto que más de la mitad tienen más de una mujer en puestos directivos. En cambio, en las pequeñas y medianas empresas (Pymes) es más probable que no haya ninguna mujer en los altos cargos y muy improbable que haya más de una. Estos resultados sugieren que a las pequeñas empresas les cuesta ofrecer a sus empleadas las condiciones necesarias para superar las barreras laborales.

¿Cuál es el diferencial que marcan las mujeres en los puestos de trabajo respecto de los hombres?

Patricio Untersander, director de Recursos Humanos de Terminales Río de la Plata, responde a partir de analizar su propio caso: «Para nuestra industria es de gran importancia trabajar diariamente con mujeres. Y la razón se debe a dos factores esenciales: primero, la mujer suele reducir los índices de conflictividad. Es mucho más analítica a la hora de gestionar y trabajar en equipo estableciendo relaciones a largo plazo con cada integrante del equipo».

«Y en segundo lugar, sigue Untersander, las mujeres encaran los problemas desde otra perspectiva. Tienen la capacidad de ponerse en lugar del otro y ser mucho más flexibles a la hora de tomar decisiones. Actualmente, las mujeres experimentadas tienen la misma posibilidad que el hombre en una industria como la nuestra».

En la encuesta «Mujer y Trabajo» de Grupo RHUO y la UAI consultadas sobre la paridad laboral con el hombre, las mujeres mayores de 40 años son las menos optimistas al respecto.

Mariela Aliandri, Gerente de Capital Humano de Grupo RHUO, amplía: «La visión de la mujer con respecto a las posibilidades de desarrollo laboral cambian a partir de los 30 años. Hasta esa edad las mujeres encuestadas creen tener casi las mismas posibilidades que el hombre, de acceder a puestos jerárquicos. A medida que aumenta la edad disminuye esta creencia. Estos datos nos permiten pensar que la mujer que transita entre los 20 y 30 años se encuentra todavía en los inicios de su carrera profesional, donde todo es posible de alcanzar. Las generaciones más jóvenes creen en la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los ámbitos, incluyendo el laboral.

Mientras que las mujeres que ya transitaron más de una década de trabajo empiezan a entender que las reglas de juego todavía no son tan parejas en una sociedad que intenta salir de una cultura del trabajo históricamente masculina».

(fuente: Infobae.com Por: Daniela Blanco dablanco@infobae.com– 7/3/14)

 

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