Bajo el amparo de vender en negro

venta callejeraEl comercio informal mueve en Argentina 43.600 millones de pesos y está en crecimiento. Esto avanza por la falta de controles del Estado y los problemas en sostener la presencia de inspectores.

El último informe del Departamento de Comercio del gobierno de Estados Unidos, correspondiente a abril, mantiene a la Argentina en el listado de 37 países de mayor nivel de piratería y falta de respeto a la propiedad industrial.

No es para menos. El comercio ilegal, informal o en negro, alcanzó un volumen considerable. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), hay casi 600 ferias, saladitas y demás asentamientos informales que facturan 43.600 millones de pesos, que representa uno por ciento del PIB de 2014.

La entidad incrementó en el último tiempo su campaña de lucha contra las saladas y los talleres clandestinos de indumentaria, ya que afecta principalmente a las Pyme. Es que advierten que el fenómeno avanza por la falta de control estatal.

Su último relevamiento de marzo detectó en 439 localidades 74.150 puestos ilegales, de los cuales 46.606 estaban en ferias o saladitas y 27.544 eran manteros en vía pública.

Se contabilizaron 565 saladitas, 26 más que las relevadas nueve meses atrás. Las plazas más importantes en presencia de puestos de venta ilegal son la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) y Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires), ambas con más de 12 mil puestos ilegales.

Came dice que la diferencia de precios del 25 al 50 por ciento entre los productos que venden las ferias y lo que se vende en negocios formales resulta de la cadena de evasión. Además, recalca que 90 por ciento de lo que se vende en puestos informales llega desde talleres clandestinos, en tanto, se presume que el 10 por ciento restante proviene del contrabando y la piratería.

Así lo señala Vicente Lourenzo, vocero de Came, quien advierte que para caminar por la avenida porteña Avellaneda, “hay que hacerlo por la calle, por la cantidad de puestos; de hecho, el operativo que se hizo en la Feria Lomas de Zamora el mes pasado fue para eliminar a la competencia de los puestos que están dentro de la feria”.

La entidad nacional proyecta que Córdoba Capital tiene cerca de 30 saladas, lo que la convierte en la segunda ciudad en cantidad de ferias, aunque no son tan numerosas como las de Caba (la primera ciudad) y el conurbano bonaerense.

El último relevamiento de la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC), indicó que en diciembre del año pasado había en la ciudad 12 ferias internadas, con 326 puestos, y seis ferias a cielo abierto, con 894 puestos.

Comparadas con el relevamiento anterior, del cuarto trimestre de 2012, la cantidad de ferias es similar, pero el número de puestos aumentó tres veces, ya que pasó de 412 a 1.220.

Para los comerciantes cordobeses, el mayor dolor de cabeza son los vendedores ambulantes, que bajo el formato de manteros o carros suman 308 puestos, cifra que en algún momento fue mayor y que durante la intendencia de Ramón Mestre dejó de crecer, aunque no se pudo reducir a cero.

Sin control

Según el presidente de la CCC, Horacio Busso, el problema en el centro cordobés es la discontinuidad en la presencia de los inspectores municipales, que no realizan controles en la vía pública si no están acompañados por un policía, por la inusitada violencia de varios vendedores ambulantes.

“El problema es cuando la Municipalidad no paga a la Policía; si no hay policías no hay controles. Los funcionarios municipales se comprometieron ahora a pagar, pero cuando se corta el pago se acaban los controles, y es allí cuando se vuelve a poblar el centro de manteros, generándose un círculo vicioso”, señala. Solucionar este problema de fondo, recalca, implica “una política integral, que quedará para la próxima gestión municipal”.

Para el ejecutivo, se siente la falta de control de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip). “En los negocios legales están siempre; pero en los informales, desde hace un par de años que no hay controles de Aduana”, dice Busso.

Por su parte, Lourenzo agrega en este sentido: “Para que esto tenga una proyección tan grande tiene que haber complicidad estatal nacional, provincial y municipal. Tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en otras plazas hay desinterés y complicidad oficial, hasta de la propia Justicia”.

El fenómeno en Córdoba capital

Ferias internadas. Las 12 ferias internadas (espacios cerrados) suman 326 puestos. Sólo 81 tienen data fiscal y 15 inscripción en el Sifcos. El 87% vende indumentaria.

Ferias a cielo abierto. Las seis ferias de este tipo tienen en total 894 puestos, de los cuales sólo 27,4 por ciento venden indumentaria.

Asentamientos. Son en total 308: 188 manteros, 82 carros y 38 vendedores. El rubro de mayor venta es bijouterie (19,4%).

(fuente: http://www.lavoz.com.ar/negocios/bajo-el-amparo-de-vender-en-negro)

Muchas gracias Daniel Almada -de Agencia Córdoba- por la colaboración

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