Se protegen entre 500 y 600 vehículos de alta gama por año; tras dos años de importación cerrada, aumentan los pedidos.
«Empecé a blindar después del auge de secuestros de 2001», dijo Alberto. Para este hombre, que prefiere mantener en reserva su apellido por cuestiones de prevención personal, todo gira en torno al blindaje: nunca compra un auto sin asegurarse antes de que el modelo se pueda blindar. Jura que se siente inseguro cada vez que sube a un auto sin blindaje.
El suyo es un caso testigo de una tendencia que podría explotar este año. Compañías de blindaje consultadas por LA NACION proyectan, a partir de la rebaja del impuesto interno a los autos importados, un aumento en la cantidad de vehículos que se blindarán este año.
Existe una correlación entre el aumento de la venta de autos de alta gama y su blindaje. La expectativa de consultas por parte de personas que están reservando vehículos es mucho más alta a partir de diciembre. Lógicamente, el blindaje está asociado a la percepción de inseguridad, en especial para quienes usan autos de alto valor, que son blanco de intentos de secuestro, como los que se sucedieron el año pasado en la Autopista del Oeste, fundamentalmente.
«Durante el último mes hubo un incremento de pedidos de blindaje de autos de alta gama 0 km. En los últimos dos años estuvieron en falta por el cierre de la importación. Muchos de los autos que se blindaban eran usados o de producción nacional, por ejemplo, Toyota Corolla o camionetas Volkswagen Amarok y Toyota Hilux, ambas fabricadas en plantas bonaerenses», explicó a LA NACION Juan Pablo Bozzo, gerente de la compañía de blindaje Bullet Proof SA.
Un mercado inmenso
El mercado latinoamericano es el más grande en vehículos blindados privados del mundo. Brasil encabeza el listado mundial de venta de autos blindados, con 120.000 autos y una producción anual de entre 10.000 y 12.000 autos, según datos de la Asociación Brasilera de Blindaje (Abrablim). Lo sigue México, con 3000 al año, según información de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA).
Los especialistas locales estiman que en la Argentina se blindan entre 500 y 600 autos por año, y hay aproximadamente 6000 registrados por el Registro Nacional de Armas (Renar), que debe extender un permiso para que las unidades puedan circular. Al igual que las armas de fuego, los autos blindados son material de uso controlado por parte del Estado; para obtener los permisos correspondientes sus propietarios no pueden tener antecedentes penales y además deben tener un medio de vida lícito y comprobable.
«El nivel de protección debe calcularse en función del tipo de delito y de las armas que suelen usar los delincuentes en el lugar donde se va a utilizar el auto», dijo Marcelo Lewkowicz, director de blindajes Armoring. Explicó que el nivel de blindaje varía según el país de residencia. Por ejemplo, en Brasil el volumen de delitos es mayor que en la Argentina; sin embargo, de la estadística delictiva se desprende que, por el tipo de armas que los asaltantes suelen usar, el nivel 2 sería suficiente para una buena protección.
«En la Argentina encontramos habitualmente delincuentes que utilizan pistolas calibre 9 mm con balas de alta velocidad, e incluso las de tipo Magnum calibre .44, por lo que es recomendable el nivel 3 de blindaje. En cambio, si se trata de México, donde hay mucho uso de armas largas de alto poder de fuego, tipo FAL, en delitos callejeros, el blindaje recomendado es el de nivel 4», precisó Lewkowicz.
Los especialistas recomiendan aquí el nivel 3 porque el vehículo queda protegido de una agresión de cualquier arma de puño. Además, la diferencia de precio entre el nivel 2 y el 3 es de entre un 10 y un 12%, y la variación de peso entre esos niveles también es baja, de un 10%. Durante un asalto a un vehículo el estrés del conductor no permite diferenciar el calibre del arma utilizada, por lo tanto el nivel 3 da mayor seguridad.
«Blindamos nuestros 4 autos con un nivel 3 porque en los últimos diez años se perdió absolutamente la seguridad, hay alto riesgo de secuestro exprés y de ataques delictivos», dijo a LA NACION Pablo Pérez, uno de los cientos de propietarios privados de autos blindados en la Argentina.
El arte del blindaje
Blindar un auto es un trabajo muy artesanal, ya que cada empresa encara la tarea con una idiosincrasia propia. Existen elementos comunes: por ejemplo, para la protección de la chapa se usan fibras de aramida; la más conocida es el kevlar, de la marca DuPont (desarrollado en 1965 por la química Stephanie Kwolec).
El tejido de la fibra tiene un color amarillo muy distintivo y una flexibilidad similar a la de un hilado fino y suave que carece de rigidez. Es más costoso que el acero (anteriormente usado en blindaje de autos), pero tiene muchos beneficios; por ejemplo, es más liviano: la fibra de aramida pesa menos de un kilo por metro cuadrado.
Un blindaje vehicular puede costar entre 30.000 y 37.000 dólares. Cuando llega a la planta, el auto se desmantela por completo y luego de 30 días de trabajo el producto parece salido de fábrica.
«El concepto de blindaje busca resguardar la vida de las personas dentro de un vehículo en el momento de un ataque balístico. El vehículo blindado es un medio de defensa y de escape, no un elemento bélico», comentó Bozzo, de Bullet Proof SA.
Luego del secuestro de Jorge Born, en 1975, su familia decidió blindar un Ford Falcon azul con la compañía Brista. «Los autos que blindamos en esa época, como el de la familia Born, llevaban 450 kilos de blindaje, ya que usábamos acero balístico; aunque ya existía el kevlar, no estaba disponible en la Argentina», comentó a LA NACION Rubén Estremero, dueño de la compañía Brista.
En la planta de esta empresa también se ofrece la opción de blindar con kevlar el tanque de nafta, dejando un pequeño espacio libre. De esa manera, en caso de una explosión, el fuego solamente emana por la abertura habilitada y mantiene a los pasajeros y al auto intactos.
«The Beast», la protección total
«The Beast» está dentro de una categoría propia. También conocido como Cadillac One o «la fortaleza que aloja al presidente de los Estados Unidos cuando tiene que viajar por tierra», tiene un blindaje extremo con norma militar y está valuado en US$ 1,5 millones. Lo fabrica la empresa General Motors.Gran parte de las especificaciones son información clasificada, pero se sabe que el vehículo fue desarrollado por el servicio secreto de los Estados Unidos. Está recubierto de acero endurecido, todos los vidrios y parabrisas blindados, protección contra ataques bioquímicos, piso antiesquirla, cámaras de visión nocturna, escopetas en el interior para uso de los agentes que acompañan al presidente, tanque de combustible antiexplosión, tanque de oxígeno y un depósito con la sangre del propio presidente para un caso de emergencia.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1874045-autos-blindados-se-espera-que-este-ano-crezca-la-demanda-de-particulares