La Organización Mundial de Comercio (OMC) dictaminó este martes a favor de varios reclamos de Argentina contra los aranceles que impuso la Unión Europea sobre sus importaciones de biodiésel.
La decisión de la OMC, que también dejó en claro que la regulación de la UE que está en el corazón de la disputa no viola sus normas, llevará oxígeno a una industria argentina de biocombustibles que nunca pudo recuperarse del golpe que implicaron las restricciones impuestas en el 2012 por el bloque.
El fallo de un panel de disputas de la OMC en el caso, iniciado a fines de 2013, pedía a la UE que pusiera sus medidas en conformidad. Ambas partes tienen ahora 60 días para apelar.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, resaltaron que «este fallo representa el primer paso hacia la reapertura del mercado europeo para el biodiesel argentino. Este logro demuestra la eficacia de la coordinación de esfuerzos entre el gobierno y el sector privado, y la férrea decisión de la Cancillería argentina de procurar, a través de todos los mecanismos disponibles, el acceso a los mercados internacionales de los productos argentinos, como instrumento de desarrollo nacional».
«Es un fallo muy positivo, dado que la OMC insta a la UE a que se ajuste a derecho y revise los costos y márgenes de producción que había asignado a las empresas exportadoras ya que no se ajustan a la realidad de la industria argentina», dijo a ámbito.com Víctor Castro, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO).
Explicó que desde el bloque «usaron un procedimiento permitido por la OMC, pero reemplazaron los cálculos reales por costos artificiales». «También consideraron que la Comisión Europea falló al evaluar los impactos reales de las importaciones sobre la producción local europea, incluyendo los efectos sobre la capacidad de producción y uso instalada en ese continente», agregó.
Desde noviembre de 2013 la Unión Europea aplica un impuesto de importación promedio de 24,6% al biodiésel de Argentina, que ese país vendía «a pérdida».
Pero el tribunal de expertos encargado de arbitrar el conflicto consideró que el bloque europeo no había respetado las normas al realizar su investigación sobre el presunto dumping argentino.
Por ello la OMC «recomienda a la UE tomar las medidas para conformarse con las normas del comercio internacional», se indicó en el seno de la organización.
Castro dijo que ahora se espera la apelación de la medida por parte de la UE, por lo que no espera que en lo inmediato Argentina vuelva a exportar biodiésel al bloque, sin ese arancel «injusto». «Recién a fines de año podría haber una resolución del conflicto», estimó.
Desde CARBIO manifestaron que el informe de la OMC sienta un precedente muy valioso para aquellos gobiernos de países importadores que persiguen intereses proteccionistas sin fundamentos legales.
El panel de la OMC, de todos modos, rechazó la acusación argentina de que las medidas adoptadas por Bruselas constituían «una violación en sí mismas» de las normas antidumping del organismo. «El Gobierno había pedido que se anulen directamente las medidas», resaltó el director ejecutivo de CARBIO.
«La UE debe aún decidir cuál es el mejor de los pasos a tomar» en este caso, afirmó una fuente comunitaria.
En 2012 Argentina había exportado un total de 1,6 millones de toneladas de biodiésel, el 90% para el mercado europeo. Pero la medida de la UE frenó en seco las exportaciones hacia el bloque europeo.
La crisis con la UE había comenzado en abril de 2012 cuando España (que importaba la mitad del biodiesel argentino) dejó de comprar este combustible en represalia a la decisión del gobierno de la expresidente Cristina de Kirchner de nacionalizar YPF, controlada entonces por Repsol, y para sostener una industria europea de biocombustibles con capacidad ociosa.
Fuente: Ámbito Financiero (http://www.ambito.com/noticia.asp?id=833026)