Robert Owen: Alma Mater del Cooperativismo Mundial

A Owen pertenece buena parte de la doctrina cooperativa, quedando inmortalizadas en su obra escrita premisas fundamentales y distintivas del movimiento, que constituyeron reglas de oro.

El movimiento Cooperativo no tiene un único fundador, ni tampoco un grupo determinado de personas en tal condición. Cabe consignar que tal lo comprendemos hoy, comienza a vislumbrarse en el prolegómenos del Siglo XIX, promovido por pensadores relevantes como Carlos Fourier, Luís Blanc, Guillermo King y Robert Owen. Ellos impulsaron el cooperativismo como el sistema válido para contrarrestar el liberalismo económico extremo.

En forma individual, pero prácticamente simultánea, surgen en Francia sondeos practicados por grupos de obreros que integraron cooperativas de producción, tal el caso de “El Molino Harinero de Hull”; en Alemania se crearon con sentido semejante cooperativas de crédito, bancos populares y cajas rurales; mientras en Inglaterra se creaba la cooperativa de consumo de los trabajadores de Rochadle. Esta es precisamente reconocida como la precursora, en virtud de haber sido forjada con la proclamación de un conjunto de principios y valores que tutelarían sus operaciones y, cuya vigencia prevalecen como baluarte primordial del movimiento cooperativo en el mundo entero.

No obstante, corresponde aseverar que mundialmente se reconoce como “Padre del Cooperativismo” a Robert Owen (1771 – 1858), alma mater del grupo de 28 obreros tejedores que el 21 de Diciembre de 1.844 sentaron las bases del cooperativismo moderno al constituir formalmente la célebre cooperativa “Los Pioneros de Rochadle”.

Robert Owen, de quien recientemente se conmemoraron los 245 años de su natalicio, fue economista y reformador social británico y, uno de los socialistas utópicos de mayor audiencia en su tiempo. Comerciante de algodón, prontamente se interesó por las condiciones que se hallaba el proletariado naciente; moralista ante todo, centró su atención en los contextos de la determinación del carácter.

Corresponde mencionar que debido a la precaria situación económica de sus padres, Owen se vio en la imperiosa necesidad de tener que trabajar desde los 9 años de edad. Contemporáneos que lo conocieron, dejaron sentado que en el supieron descubrir a una persona enamorada de la lectura al punto de habérsele visto habitualmente caminar con un libro bajo del brazo.

Lo más encomiable de este gran hombre, industrial, filántropo y educador, consistió en la convicción que profesó y puso en la transformación sustancial de la sociedad, merced a métodos pacíficos y fundados en un nuevo sistema económico solidario, representado por la propiedad colectiva y la eliminación de las competencias y disputas entre individuos.

Corresponde dar por sentado que fue Owen quien fundamentó los precedentes de la integración cooperativa internacional, condensada en su propuesta de la Asociación de Todas las Clases de Todas las Naciones, la que resultó mentora para la organización del Congreso de Cooperativas Inglesas (Plymouth, 1886) y los constituyentes de la Asociación de Amigos de la Cooperación de Producción (Londres, 1892), eventos emblemáticos del movimiento.

De su intelectualidad y legado, se nutrieron cooperativistas de todo el planeta, para fundar el 19 de agosto de 1895, en Londres, Alianza Cooperativa Internacional “ACI”, entidad rectora del cooperativismo internacional.

A Owen pertenece buena parte de la doctrina cooperativa, quedando inmortalizadas en su obra escrita premisas fundamentales y distintivas del movimiento, que constituyeron reglas de oro: Asociación voluntaria, Democracia interna, Retribución limitada al Capital, Neutralidad Política y Religiosa y, Fomento de la Educación.

Se reconoce que Owen tuvo un papel preponderante en la creación del Movimiento Social y Laboral, varios autores le asignan también la valoración de ser Fundador del Movimiento Sindical. A tal efecto, resulta oportuno rescatar su exposición en el “Llamamiento a la población del mundo” de 1836: “Hombres laboriosos, productores de la riqueza, del saber y de todo lo que realmente es valioso en la sociedad, unid hoy vuestras fuerzas para crear una forma nueva y justa de existencia humana, una situación en la que no habrá más rivalidad que la de producir la mayor felicidad duradera para la raza humana; tenéis en vuestras manos todos los elementos necesarios para realizar tal cambio…”

Dentro de las sus aferradas convicciones sostenía a píe juntillas, que una educación liberal y solidaria sería el mejor instrumento para acabar con la delincuencia y poner las bases para un futuro de justicia e igualdad.

En 1824 Owen viajó a los Estados Unidos y con un amigo compraron extensión de terreno en la ciudad de Harmony, en el Estado de Indiana, fundando la colonia denominada ”La Nueva Armonía”, Allí organizó el trabajo bajo el principio del Beneficio Social y sobre la base de éste fundamento, alcanzó rápido éxito y gran repercusión en el mundo. Dicho emprendimiento, le significó que hombres de Ciencia allí reunidos, tras una minuciosa observación del funcionamiento, catalogaron al establecimiento como la “Igualdad Perfecta”

Por: Ado Norberto Bonaveri

(fuente: Claudio Chab claudio@chab.com.ar)