Las cooperativas actúan como motores del crecimiento económico, ya que representan un modelo empresarial dinámico y flexible en las esferas de la producción, la comercialización y la prestación de servicios. En todo el mundo, aproximadamente 1.000 millones de mujeres y hombres participan en cooperativas, las cuales generan unos 100 millones de empleos. En 2008, las 300 cooperativas más importantes, las cuales operan en diversos sectores, como el de la agricultura, las finanzas, el consumo, los seguros y la salud, generaron unos ingresos de 1,6 billones de dólares. Al mismo tiempo, las cooperativas brindan a los operadores más pequeños la oportunidad de mejorar su producción y sus ingresos.
Guiadas por la brújula de la justicia social, las cooperativas son vehículos para promover el trabajo decente y las condiciones de vida decentes para todos. Como organizaciones democráticas, basadas en valores y controladas a nivel local, las cooperativas promueven la inclusión social. El hecho de organizarse genera fortaleza, y la organización y la solidaridad del movimiento cooperativista han posibilitado con suma eficacia que los grupos desfavorecidos hagan oír sus opiniones, se movilicen para lograr sus intereses económicos y reciban una protección social. Los indígenas, los refugiados, los migrantes, las mujeres de zonas rurales y urbanas, los desempleados, las personas de edad avanzada y las personas con discapacidad han tenido la posibilidad de participar y progresar en los ámbitos social y económico mediante la acción cooperativista y la creación de empresas cooperativas.
Arraigadas en los pueblos y en las comunidades en las que prestan sus servicios, las cooperativas están en una situación idónea para actuar como defensoras del medioambiente y de la conservación de los ecosistemas en beneficio de las generaciones futuras. Las cooperativas agrícolas y de otra índole pueden desempeñar un papel fundamental previniendo la degradación de los ecosistemas y garantizando la seguridad alimentaria.
En resumen, las cooperativas tienen un papel fundamental que desempeñar en los aspectos económico, social y medioambiental del desarrollo sostenible. En la reciente cumbre Río+20 se reafirmó la contribución que realizan las cooperativas a la inclusión social y a la reducción de la pobreza.
Resulta evidente que, desde esta perspectiva, las empresas cooperativas están ayudando a construir un mundo mejor. Con todo, para prosperar completamente, también necesitan un entorno propicio, y la Recomendación sobre la promoción de las cooperativas, 2002 (núm. 193) de la OIT, cuyo décimo aniversario se celebra este año, proporciona buenas orientaciones acerca de la creación de dicho entorno. Insto a todos los que quieran poner en práctica el ideal cooperativista a utilizar adecuadamente esta Recomendación.
La resiliencia de las empresas cooperativas, incluso en épocas de crisis, demuestra su sostenibilidad y adaptabilidad. Hoy, para hacer frente a la generalización y al aumento de la desigualdad de ingresos, del desempleo, del subempleo y de la exclusión social resultantes de las actuales pautas ineficaces de crecimiento, los ideales y la acción de lascooperativas son sumamente necesarios. En la celebración de este Día, la OIT reafirma su compromiso de proseguir su larga colaboración con el movimiento cooperativista. Aunemos nuestras fuerzas para ayudar a las cooperativas a construir un mundo mejor, un mundo con justicia social.
(fuente: GestarCoop info@gestarcoop.com)