El mercado asegurador de América Latina se está sofisticando y para que esto siga ocurriendo los mercados de Vida deben ganar protagonismo en el mercado total. Esta afirmación se desprende del último informe ‘Tendencias de crecimiento de los mercados de América Latina para 2016’, cuyas conclusiones presentó ayer Manuel Aguilera Verduzco, director del Servicio de Estudios de MAPFRE en Madrid, acompañado de Pilar González de Frutos, presidenta de UNESPA y de FIDES.
Esta realidad se observa al analizar las cifras: los mercados de Vida se han vuelto mucho más profundos en términos de sofisticación y con una utilización del seguro como instrumento para el ahorro, creciendo en 6,1 puntos porcentuales en 2015 y representando ya un 43,8% de la participación del mercado. En concreto, todos los mercados latinoamericanos han ganado en participación de las primas de Vida y No Vida en la cartera total, a excepción de Venezuela y Argentina por la inflación y el caso de Panamá, debido a las obras del canal, lo que ha centrado la cartera de seguros más en No Vida que en Vida, explica Aguilera, añadiendo que este análisis muestra que «el mercado avanza a su nivel de penetración y en la participación de los seguros de Vida en la cartera total».
Por su parte, Pilar González de Frutos aplaudió la publicación de este informe ya que aporta un conocimiento de los mercados de seguros y su evolución que desde FIDES se valora mucho. La presidenta de la Federación quiso destacar estas cifras tan optimistas que reflejan una región en la que el sector de seguros “está madurando” y en la que se trabaja por “facilitar el acceso a la población a los seguros, lo que se traduce en un incremento de la riqueza y en el aumento de la clase media”. No obstante, entre el gran reto del sector quiso reseñar que es necesario el “apoyo de los organismos internacionales, de las regulaciones locales y las aseguradoras para que se busquen instrumentos para la igualdad”, así como “que se logren tendencias regulatorias cada vez más serias que faciliten mejores prácticas aseguradoras”.
Se reduce la brecha de protección
Este estudio ha querido analizar la brecha de protección del seguro (BPS), es decir, la diferencia entre la cobertura aseguradora que se considera óptima para cada economía y la que tienen en realidad, poniendo de manifiesto que se ha reducido en la gran mayoría de los países latinoamericanos en la última década con relación al tamaño de sus mercados aseguradores. Para ello ha analizado la evolución del sector asegurador desde el año 2005 en los 18 países latinoamericanos, determina que esta brecha de cobertura aseguradora está altamente correlacionada con el crecimiento de los mercados. En cuanto a la evolución de la brecha de protección, se situó en 2015 en 138,7 millones de dólares y se prevé como mercado potencial 398,0 millones de dólares lo que sitúa el BPSt en 259,4 millones de dólares.
Por su parte, analizando la madurez del mercado asegurador, en 2005 solo Chile tenía altos niveles de penetración (el total de primas representaba más de un 3% del PIB y los seguros de Vida sumaban más del 60% de la cartera total), muy seguido de Brasil, con una penetración del seguro de casi un 2% PIB (y un 45% de la cartera en Vida). Estas mismas cifras, en 2015, muestran que el mercado está avanzando no solo a nivel cuantitativo sino también de manera estructural, según explica Manuel Aguilera. Así, según el informe, Chile alcanza una penetración de las primas sobre el PIB de casi un 5%, con Vida representando casi un 65% del total de primas. Le siguen Brasil, con un 60% de la participación de seguros de Vida en la cartera total y casi un 3% de las primas en el PIB. En tercer lugar México ha logrado una profundización del mercado de Vida del 47% y unas primas sobre el PIB de un 2%. Destacan Venezuela y Argentina con altos niveles de penetración pero que tienen que ver con la particularidad de los procesos inflacionistas que se viven en esos países.
Los elementos que han contribuido a desarrollar el sector de los seguros y a aumentar el grado de cobertura aseguradora en la región en la última década (2005-2015), han sido: crecimiento económico sostenido por la mayoría de los mercados durante la década en un contexto de baja inflación; aumento de la renta personal disponible; desarrollo de los sistemas financieros; mejoras en el marco regulatorio, y políticas activas destinadas a incrementar la cultura financiera.
(fuente: BDSAL – 10/5/16)