“Los microseguros son productos con características especiales. Se trata de pólizas simples, no contienen exclusiones ni ‘letra chica’. Tienen primas muy bajas y requieren de procesos rápidos de ejecución. Generalmente, se comercializan sin intermediarios”, explica Daniel Higa, ex director regional para Latinoamérica de Planet Finance, entidad que promueve el desarrollo de las microfinanzas en todo el mundo.
Según recoge ‘Diario Bae’, Higa señaló que, en Argentina, hay muy poco desarrollo de los microseguros y destaca como una de las principales causas de esto el hecho de que aún no haya un producto aprobado por la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN). De ahí también que lo que se ha hecho hasta el momento se realiza por medio de adaptaciones de las pólizas de seguros o a través de iniciativas independientes sin marco legal.
El año pasado, la SSN, durante la gestión del ex superintendenteJuan Bontempo, lanzó una encuesta sobre microseguros , cuyos resultados aún no se han dado a conocer, con la que se buscó conocer la posición del mercado respecto a este tema con el objetivo de poner en marcha una iniciativa en ese sentido.
En aquel momento, la Federación Argentina de Productores Asesores de Seguros (FAPASA) emitió un comunicado en el que criticaban la visión de los microseguros como un producto a ser comercializado por el mercado asegurador y resaltaban que, dado el fin social de los mismos, deberían ser viabilizados por el Estado.
Lo cierto es que hoy, a nivel público-privado y con un marco institucional formal, sólo existe en el país un proyecto llevado adelante por la empresa mixta (privada-estatal) ‘Impulso Argentino’ junto con SANCOR SEGUROS y algunos emprendimientos aislados de ciudadanos o entidades privadas. Higa explica que el escaso desarrollo se debe, en parte, a que “cuesta mucho que las aseguradoras se vinculen con este tipo de proyectos” y sostiene que es importante que entiendan que es un modelo sustentable.
“Las compañías no pierden con este tipo de productos y pueden hacer una interesante diferencia si logran un volumen de coberturas elevado”, resalta. Agrega que “la falta de exclusiones es lo que más asusta a las aseguradoras y lo que molesta a los productores es la falta de intermediarios en los modelos de microseguros”.
También destacó que las experiencias demuestran que es un tipo de seguro con un muy bajo nivel de judicialización y que el microseguro es una herramienta de desarrollo. “No creo que deba ser visto únicamente con un fin social”. Asimismo, anticipó que, “en algún momento, los bancos van a tener que entrar a los microseguros”.
(fuente: BDSAL – 5/2/16)