Gestionar con éxito grupos de promoción de la diversidad depende en gran medida de entender la cultura en que funcionan. Cuando Niarchos Pombo, representante de la Oficina Global de Inclusión y Diversidad de SAP, lanzó un grupo que promueve la inclusión de personas LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales) en Brasil, sólo cinco empleados aceptaron formar parte. El proyecto imitaba a dos que funcionaban bien en Alemania y Estados Unidos. Al año, el equipo de Pombo entendió que el problema radicaba justamente en la copia: el enfoque no podía ser el mismo que en los otros países.
«En Alemania el promedio de edad de los participantes es de 43 años y en Brasil, 29. Hay una diferencia generacional pero también cultural. Allá se enfocan en luchar contra la discriminación, pero en Brasil eso no pega. Para nosotros se trata de celebrar la diversidad. Cambiamos eso y trabajamos con el equipo de Comunicaciones, RR.HH. y diversos líderes y en dos años y medio nos convertimos en el mayor grupo LGBTI de todo SAP, con 140 personas», explica Pombo, que a principios de noviembre participó de la Primera Cumbre LGBTI SAP en Argentina.
Cuando Pride@SAP, como se llama el proyecto, se consolidó en Brasil se decidió expandirlo en la región. La siguiente escala fue Argentina, que rápidamente superó al país vecino en cantidad de participantes. El capítulo local tiene 145 miembros.
La empresa de origen alemán también tiene otros programas de diversidad que apuntan a evitar la discriminación de género, generacional, basada en cultura e identidad y a favor de personas con habilidades diferentes. Sobre este último tema lleva adelante un ambicioso proyecto mundial para incorporar profesionales con autismo.
Capacidades diferentes
«Los autistas cambian la dinámica del grupo»
Hace dos años, a instancias de un grupo de empleados de desarrollo de software, SAP decidió contratar personas con autismo para desempeñarse en esa área. Se inició un proyecto piloto en la India que luego se expandió a Estados Unidos y a Alemania y en noviembre último contrató a la primera persona con este trastorno en América Latina.
«Se estima que el 1% de la población tiene características que la hace parte del espectro autista. Hoy a nivel global ya hay 100 personas con autismo trabajando en la empresa, que en total emplea a 75.000. Si este número se mantuviese estable (aunque probablemente crezca) en cinco años emplearían a 750 personas con autismo», dice Pombo.
«Antes pensábamos que los autistas podían hacer un tipo específico de trabajo. La teoría dice que les gustan las actividades repetitivas y que ponen atención a los detalles. Pero eso no es necesariamente así. Al principio trabajaban en calidad de software pero hoy lo hacen en Finanzas y en Recursos Humanos también». Para gestionar el programa, SAP trabaja en sociedad con organizaciones expertas en autismo.
Evaluación y selección
«Dan un feedback más sincero, que cambia la dinámica del grupo»
Para seleccionar y evaluar a estas personas la empresa debió crear pautas específicas. Una entrevista de selección tradicional pone el foco en las habilidades de comunicación de los candidatos, algo que no sería justo para quien tiene este trastorno. Además, a los gerentes se los capacitó para saber cómo comunicarse con ellos. «Un autista necesita de una comunicación muy clara porque toma las cosas de manera estricta. Un gerente debe explicar bien qué quiere, cómo y cuándo y cómo se medirá el resultado. Eso hace que mejore en general su capacidad de comunicación», destaca Pombo. También se capacitó a los compañeros de trabajo sobre las expectativas que pueden tener y cómo manejarse con personas con autismo.
«Muchas personas autistas que entraron al programa antes no lograban tener un empleo por muchos años, no se sentían capaces de lograr más cosas o se sentían estancados. La mayoría no tenía empleo y dependía de su familia. Ahora logran independencia», dice Pombo. Además, muchos son integrantes de equipos galardonados internamente en SAP. «Un equipo que hace poco ganó un premio a la Innovación tenía un integrante autista. Eso no es raro, pasa seguido. Los autistas piensan de una forma diferente, dan feedback más sincero y eso cambia la dinámica del grupo».
Diversidad e inclusión
«Cuando no sos auténtico perdés el 20% de tu productividad»
«Hay estudios que indican que las empresas que se enfocan en la diversidad logran un 39% más de satisfacción de los clientes. Las que logran un balance de género entre sus empleados tienen resultados 48% superiores a las que no tienen ese equilibrio. Se beneficia la productividad y la satisfacción de los empleados y, así, la retención es mayor. Se pueden atraer a los mejores talentos del mercado y se pueden desarrollar mejor sus carreras. Hoy estos temas son imperativos para el mercado de trabajo», dice Pombo.
«Cuando no sos auténticos en tu trabajo -continúa- gastás parte de energía en eso y perdés el 20% de tu productividad. Hoy la gente nos dice que un motivo para permanecer en la empresa es sentir que están en un grupo inclusivo, que los acepta.» Varias organizaciones, especialmente multinacionales, crean áreas específicas de gestión de diversidad.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1857261-niarchos-pombo-en-2020-el-uno-por-ciento-de-nuestros-empleados-sera-autista