La “comida chatarra” y la vida sedentaria acrecientan la obesidad infantil y alarma a los especialistas
Los especialistas señalan que los chicos deben tener apoyo para elegir opciones saludables, como las frutas de distintos colores, que aportan una variación de vitaminas y minerales
Cuando están en la escuela, en cumpleaños infantiles o mientras miran televisión, los chicos se exponen a una amplia oferta de alimentos de baja calidad nutricional que lucen tentadores. Convencerlos de elegir frutas o verduras frente a golosinas o snacks se convierte en una tarea titánica para los padres. La mala alimentación, sumada a la vida cada vez más sedentaria que llevan los niños, contribuye a acrecentar el problema de la obesidad infantil, que alarma a los especialistas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2013 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso. El organismo considera a la obesidad infantil como uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, ya que los menores con sobrepeso tienen mayores posibilidades de convertirse en adultos obesos y sufrir a edad temprana enfermedades cardiovasculares o diabetes, que se asocian a muerte prematura y discapacidad.
Distintos especialistas coinciden en que la tecnología, que va reemplazando a los juegos que demandaban mayores movimientos físicos, y la gran oferta de “comida chatarra” contribuye a acrecentar este mal.
Un niño que mira tres horas diarias de TV se expone a 61 publicidades de alimentos de bajo nivel nutricional
“Es importante fomentar los buenos hábitos alimenticios desde temprano. Los niños deberían recibir información en este sentido desde el jardín de infantes. Después nuevamente en el nivel primario y en el secundario. Si los chicos comprenden la importancia, comparten la información en la casa”, dice la nutricionista Ximena Barcia, miembro de la comisión directiva del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
“La mala publicidad”
Un informe que presentó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que un niño que mira tres horas diarias de televisión se expone, semanalmente, a 61 publicidades de alimentos de bajo nivel nutricional.
El estudio se basó en la oferta publicitaria de Argentina. Para desarrollarlo, durante seis semanas se recolectaron datos sobre los avisos que se transmitieron por tres canales de dibujos animados (Disney Channel, Cartoon Network y Disney XD) y cinco de televisión abierta (Tv pública, canal 9, Telefé, América y canal 13). De las 21.085 publicidades analizadas, el 19% eran de alimentos.
Los investigadores también analizaron las técnicas de persuasión para incentivar la compra: concluyeron que uno de cada tres comerciales recurría a la promesa de premios o regalos para motivar el consumo de ese alimento.
En cuanto a los productos más promocionados en los canales infantiles, los postrecitos representaban el 23,3% de los comerciales, los lácteos el 16,2%, las bebidas azucaradas el 13,2%, las cadenas de comidas rápida el 12,5% y los snacks salados el 7,9%.
En el total de las publicidades (no solo de canales infantiles) las bebidas azucaradas sin alcohol representan el 31% de los comerciales, los lácteos (leche, queso y yogur) el 11%, los postres el 8,9%, bebidas sin azúcar el 7,6% y golosinas el 7%.
La OMS vincula estos datos directamente con el problema de la obesidad infantil. Por eso presentó un plan de acción mundial para la prevención y el control de enfermedades no transmisibles -como la diabetes, la hipertensión y la obesidad- en el que propone la restricción de la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigidas a los niños.
Según la OMS, el 65% de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad causan más muertes que la insuficiencia ponderal (bajo peso). Y esta enfermedad es causa del 44% de los casos mundiales de diabetes, el 23% de cardiopatía isquémica y el 7,41% de determinados cánceres.
Especialistas plantean que es importante el apoyo de la comunidad y crear un ambiente saludable para luchar contra esta epidemia. Los expertos coinciden en que la mayoría de las veces los hábitos de los niños, la elección de alimentos y la actividad física que realizan se encuentra directamente relacionada con su entorno.
“Es importante que los padres compartan con los hijos al menos una comida. Que les hablen de los alimentos y los ayuden a diferenciarlos. Los adultos deben tener presente que los chicos los imitan. Y si comen apurados, alimentos de baja calidad nutricional y se mueven siempre en auto, es probable que los hijos vayan por el mismo camino. Los chicos deben tener apoyo para elegir opciones saludables”, dice Barcia.
¿Como hacer para que coman mas frutas y verduras?
Para guiarlos hacia elecciones más saludables, Barcia considera que participarlos de las compras suele resultar una buena estrategia: “Es bueno que los chicos vayan a la verdulería con sus padres, comparen los colores de las frutas y las verduras y vean la variedad. Eso los entusiasma y consumen más”.
Cuando manifiestan que no les gusta el sabor de un alimento en particular, Barcia sostiene que hay que darles de probar unas 20 veces, de forma salteada, en formas diferentes (Por ejemplo, remolacha hervida, remolacha cruda rallada y con huevo, entre otras formas).
La nutricionista Alejandra Cabanas remarca que la comida no entra “por la fuerza”. Por eso, recomienda ir probando con distintas estrategias. Una de ellas, dice, consiste en disimular el alimento que el niño rechaza dentro de un menú que les guste más.
Si el objetivo es que coman mayor cantidad de frutas, Barcia comenta que suele dar buenos resultados cuando después del almuerzo, o cena, se presentan varias, peladas y cortadas en trozo en una bandeja, para “picar” durante la sobremesa. Como una ensalada de fruta, pero sin azúcar agregada.
Cabanas explica que los niños deberían comer cinco porciones diarias de frutas y verduras: tres frutas distribuidas a lo largo del día y las porciones de verduras acompañando el almuerzo y la cena.
“La dieta debería incluir una porción de verduras crudas. Lo importante es alternar los colores porque en eso está la variación de vitaminas y minerales. También es importante que ingieran una fruta cítrica al día”, dice la especialista.
“Si los adultos de la casa no consumen frutas ni verduras, es probable que los chicos tampoco lo hagan”
Cabanas coincide con Barcia en que los hábitos de los padres son fundamentales para comprender el de los chicos: “Si los adultos de la casa no consumen frutas ni verduras es probable que los hijos tampoco lo hagan”.
La merienda en las horas de clase figura entre las dificultades para seguir buenos hábitos alimenticios. “La mayoría de los colegios no tiene kioscos saludables y cuando aparecen frutas entre las opciones los chicos no las eligen”, dice Barcia.
En este sentido, Cabanas señala que suele ser mejor que lleven desde su casa lo que comerán en el colegio: “Si van con dinero es probable que se tienten con golosinas u otras opciones menos nutritivas”.
También los cumpleaños infantiles pueden ser un problema para los chicos con sobrepeso. “Si son situaciones excepcionales no influye en nada. Siempre que durante la semana se siga una buena rutina alimenticia. El problema es que los chicos suelen tener más de un cumpleaños a la semana, y en Argentina no está la costumbre de festejos saludables. Siempre debería estar en la mesa, al menos como una opción, una botella de agua y alimentos menos calóricos y más nutritivos”.
(fuente: http://www.eldia.com/informacion-general/como-hacer-para-que-los-chicos-coman-mas-frutas-y-verduras-93686)