La norma que obliga a los fondos comunes de inversión (FCI) a incrementar la cantidad activos “inciso k” en sus carteras para que puedan ser comprados por las aseguradoras generó fuertes distorsiones en las colocaciones de deuda incluidas en ese menú.
Los colocadores no sólo reciben ofertas muy por encima de lo que buscan, sino que también consiguen tasas negativas. Se trata de empresas en algunos casos riesgosas, que en los hechos reciben una tasa subsidiada por la norma que será difícil renovar.
Todo pese a que la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) estiró para los FCI “inciso k” el plazo desde el 30 de septiembre hasta el 21 de octubre para cumplir con el 25% neto de su patrimonio en activos pyme y 30% en los de infraestructura, según su circular 668. En tanto, el organismo incorporaría también los pagarés bursátiles recientemente reglamentados por CNV al menú del inciso k, según indicaron los colocadores.
Ayer la pyme Vetanco colocó $ 15 millones, pero obtuvo ofertas por $ 527,4 millones. Como el título paga una tasa mínima del 10% (semestralmente y amortiza en tercios), dos inversores ofrecieron una tasa negativa del 60% sobre la Badlar para ganar la licitación.
En tanto, Rogiro Aceros emitía $ 50 millones y obtuvo órdenes por casi $ 2.100 millones, con un prorrateo del 2,56% de lo que se ofertó, los inversores compraron un título que paga tasa fija de 0,01% los primeros seis meses y luego una variable atada a la Badlar prefijada por la empresa los otros 18 meses.
La fuerte demanda que generó la regulación dejó la paradoja que estas pymes pagan menos tasa que una empresa de primera línea como YPF, que la semana pasada colocó un inciso k por $ 1.900 millones a tasa Badlar, tras haber recibido ofertas por $ 53.500 millones.
De hecho, la semana pasada, también Disal colocó $ 35 millones tras recibir una demanda de $ 2.439 millones, con un prorrateo de 1,4362%. E Integración Eléctrica Sur Argentina colocó un VCP por $ 172,5 milones a un año, tras obtener ofertas por $ 13.395 millones para cortar a un spread nulo sobre la Badlar.
Los fondos y aseguradoras, con tal de cumplir con la norma de SSN, están convalidando tasas ridículamente bajas para títulos de empresas riesgosas. “Es irreal”, dijo un colocador. “Es un subsidio y no sustentable. Al querer renovar la deuda, el mercado le va a pedir otra tasa”, agregó.
Este fenómeno se suma a los cheques de pago diferido, que comenzaron rindiendo 0% cuando los FCI vieron que no había vuelta atrás con la norma y hoy todavía se compran a un 5% anual a 90 días.
(fuente: Boletines Latinoinsurance [boletines@latinoins.com]- Boletín de Noticias No. 3485)