La búsqueda del bienestar, una de las mayores aspiraciones del ser humano, puede resultar infructuosa al centrarla erráticamente en cuestiones externas.
El 40% del sentimiento de felicidad está determinado por actitudes que cada persona asume para fijar objetivos y lograr cambios, y un 50% por el factor genético, afirmó Sonja Lyubomirsky, psicóloga de la Universidad de California.
«Solo 10% depende de circunstancias de la vida», afirmó la autora del estudio «Pursuing happiness de arquitecture of sostainable change».
Esto explica por qué la búsqueda de la felicidad, una de las mayores aspiraciones del ser humano, muchas veces resulta infructuosa al centrarla erráticamente en cuestiones externas. «(El individuo) va de aquí allá dando tumbos, sin disfrutar las pequeñas metas y victorias», añadió Lyubomirsky.
En el trabajo, por ejemplo, los empleados confiesan estar contentos cuando el jefe reconoce sus resultados o aumenta el salario, señaló Mihaly Csikszentmihalyi, profesor de psicología de la Universidad de Claremont en California.
«Eso es importante, pero no el factor de mayor peso. Lo valioso, y para generar un sentimiento de felicidad sólido, es cómo estás vinculando tu actividad de trabajo a un propósito de vida», agregó el experto, entrevistado en el marco del II Foro Internacional de Ciencias de la Felicidad, organizado por TecMilenio.
Los empleadores tienen «parte de culpa» en que el colaborador hable continuamente de frustración o, incluso, rotar continuamente en diferentes trabajos, subrayó. A muchas compañías les cuesta trabajo establecer dinámicas para que el empleado encuentre su motivación debido a una falsa idea de que podría relajarse demasiado y «no trabajar duro».
El mito que debe romperse en este siglo es vincular la felicidad al sacrificio. Parece que para sentirse bien hay que perder la emoción y la motivación que implica llevar a cabo una actividad, agregó Csikszentmihalyi.
Los especialistas consultados por CNN Expansión señalaron los síntomas de una empresa que crea «insatisfacción» en sus empleados:
Cinco acciones que atentan contra la felicidad:
– Evitar que los trabajadores enfrenten nuevos desafíos.
– Vivir sobre lo urgente, pues el empleado tiene poca oportunidad de proponer otras metas y vías para cumplirlas.
– Condicionar aumentos salariales a cambio de más trabajo. «Eso no es una negociación ganar-ganar, es una empresa que aprovecha la condición del empleado», propone Csikszentmihalyi
– No integrar a los empleados para que unos y otros sepan cómo contribuir entre áreas para mejorar el trabajo.
-Defender las jerarquías por sobre todo. Es el caso de las organizaciones donde los jefes y directores se observan como figuras inalcanzables, y no se fomenta la comunicación entre áreas.
Cinco actividades que promueven la satisfacción personal:
– Hacer una lista de las funciones más disfrutables en lo laboral y cuáles resultan más estresantes y por qué. Hay que destinar 80% de tiempo en diseñar metas a partir de las funciones disfrutables.
– Expresar gratitud y reconocimiento.
– Aprender a perdonar y eso incluye trabajar en la frustración de no desempeñarse en la actividad laboral deseada. Reconocer ese sentimiento y trazar objetivos para acercarse a la actividad deseada, cuando menos en trabajo voluntario.
– Trabajar en lo importante en términos profesionales, no sólo en lo urgente.
– Si la empresa no promueve un programa de balance de vida, hay que crear una estrategia para lograrlo, a través de actividad física, actualizaciones, ejercicio.
Fuente: Iprofesional.