Cuál es el banco más afectado por los «créditos forzados» para inversiones que impuso el Gobierno

¿Casualidad?: cuál es el banco más afectado por los «créditos forzados» para inversiones que impuso el Gobierno

La decisión oficial de que varias entidades presten a tasas más baratas que la inflación, para que las empresas impulsen sus desarrollos productivos, no afecta a todas por igual. Es que cada una de ellas tiene carteras de crédito y tasas diferentes. ¿Encarecerán otras líneas para compensar?

Tal como anunció el miércoles la presidenta Cristina Kirchner, los bancos quedaron obligados a prestar al menos $5 de cada $100 que hayan captado de sus depositantes privados (ahorristas o empresas) a las compañías para alentar inversiones.

Según la comunicación oficial emanada del Banco Central e implementada a través de la Circular «A» 5319, la línea de crédito está destinada a promover desarrollos productivos. Es decir, la adquisición de bienes de capital (maquinarias y equipos) y la construcción de instalaciones necesarias para la producción.

Los puntos más salientes de la resolución son los siguientes:

• El piso de la línea será cercano a los $15.000 millones.

• Tendrá una tasa fija máxima de hasta el 15%.

• El plazo total no podrá ser inferior a 36 meses.

• Intervendrán aquellas entidades con más del 1% de los depósitos totales del sistema y las que actúen como agentes financieros de las provincias.

• Deberán destinar como mínimo el 5% del promedio mensual de las colocaciones del sector privado en pesos en el mes de junio.

• Deberán aplicar el 50% del monto a otorgar a empresas MiPyMEs.

• La financiación deberá estar acordada al 31 de diciembre de 2012, pudiendo extenderse el plazo 6 meses para operaciones más complejas.

Cabe señalar que en el comunicado en el que se enuncia globalmente la nueva disposición surge que la decisión del Directorio se fundamenta en la reciente modificación de la Carta Orgánica del BCRA, aprobada mediante la ley N° 26.739.

La misma fue impulsada por el Gobierno en marzo de este año para poder aumentar el financiamiento de esa entidad al Tesoro, seguir pagando la deuda pública con reservas y, para este caso en particular, tener la posibilidad de orientar la oferta de crédito.

Esta última atribución está comprendida en uno de sus artículos que señala que son parte de sus funciones y facultades «regular la cantidad de dinero, las tasas de interés y orientar el crédito».

¿Cómo impacta en cada banco?

Una vez conocida la normativa que emitió el BCRA, iProfesional.com investigó el impacto en cada entidad y los alcances de la medida, habida cuenta de que no a todas las afecta por igual el tener que prestar a tasas por debajo de la inflación real.

En tal sentido, se confirma que el monto total de la operatoria ronda los $15.000 millones. Es decir, algo menos del 10% de la cartera comercial de los bancos involucrados, que se acerca a los $175.000 millones.

De ese total, las dos terceras partes -$10.000 millones- se repartirían entre los primeros seis del ranking, encabezados por el Nación, Provincia y Santander.

El impacto sobre las diferentes entidades es distinto, pese a que se parte del monto equivalente al 5% de los depósitos del sector privado de cada una de ellas.

La razón de esta disparidad surge:

• Por la relación que existe entre los montos recibidos y los prestados.

• Por el propio peso de la cartera, ya que la participación en el total del financiamiento no es pareja para este conjunto de bancos.

Así, por ejemplo, mientras que en el Nación representa el 80% del total, en el Itaú apenas se ubica por debajo del 40%.

Esta disparidad es la que lleva a que en el caso del primero, sólo se le exigiría que coloque un 4,5% adicional, en tanto que para el Bapro, el porcentaje se elevaría a más del 20 por ciento, resultando así, el más afectado:

Otro factor a tener muy en cuenta es la brecha que existe entre la tasa a la que se colocarán los nuevos fondos (15%) y la que cobra en promedio cada entidad.

En este punto, el banco más afectado sería el de San Juan, vinculado con la familia Eskenazi, que roza el 21%, seguido por el Supervielle, con el 19,2 por ciento.

En el otro extremo se posicionan el BBVA Francés y el Credicoop, que se posiciona a la par de la fijada por la nueva línea y el Nación y el Ciudad, que están por debajo.

La visión oficial es optimista

La presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, aseguró a partir de nueva línea «los bancos van a tener que aprender a prestar» y sostuvo que «existe una demanda» para créditos que las entidades «no contemplan».

«Hay muchos requerimientos de préstamos para la inversión que no están cubiertos porque las entidades ponen condiciones imposibles de cumplir», indicó la funcionaria.

Sobre el particular, agregó que «no va a haber demanda si exigen a las empresas que paguen todo en un año y con tasas del 20%. Las condiciones tienen que ser consistentes con su rentabilidad esperada».

Por otro lado afirmó que «hoy los bancos no prestan para la inversión, salvo esfuerzos esporádicos y contadas excepciones. Su plan de negocios no contempla esos créditos».

La titular de la entidad fue más allá y aseguró que «es un excelente negocio y van a ganar plata, pero menos que con los créditos al consumo y personales».

«Estamos forzando que presten una partecita de sus fondos a una tasa más baja que la de los préstamos al consumo. La medida, desde ningún punto de vista, puede generar quebrantos, ni un descalce de tasas o plazos», continuó.

La visión de los banqueros y analistas

Consultado al respecto, el gerente de crédito de uno de los principales bancos privados nacionales sostuvo que «ya me llamaron varios clientes para interiorizarse de estos préstamos».

Más allá de lo que pueda ocurrir con la demanda, ya que nadie se niega a recibir un «subsidio», el foco de atención está puesto en lo que ocurra con el costo de las otras líneas ya que, seguramente, se buscará compensar el 15% de ésta con lo que se cobre en el resto.

«Si el Gobierno comienza a manejarle la cartera de créditos a las entidades, lo único que va a hacer es que haya menos préstamos», apunta el analista Aldo Abram.

Y señala que «cuando la gente elige un banco para depositar sus ahorros, le confía la administración de sus recursos».

En tanto, el economista Ramiro Castiñeira, de Econométrica, juzgó que la medida no implicará «un cambio estructural para el sistema financiero pero tampoco para el país, ya que $15.000 millones no van a sacar a la economía del estancamiento».

En su visión, puede darse que «los bancos para compensar terminen encareciendo otras líneas crediticias para hacer frente a este subsidio».

Castiñeira afirmó que la obligación impuesta de prestar a esas tasas se terminará «repartiendo en todos los actores del sistema: el banco, el depositante que va a obtener un menor rendimiento y el próximo cliente que vaya a sacar un crédito».

En coincidencia con el analista de Econométrica, el ex gerente del Banco Central, Hernán Lacunza consideró que «el subsidio implícito lo van a tener que cubrir los bancos privados pero, detrás de ellos, están los depositantes, que en algún momento se pueden preguntar cómo orienta la entidad sus ahorros».

Por su parte, el ex presidente del Banco Central Alfonso Prat Gay alertó que la medida «puede terminar como tantas otras ideas del actual Gobierno. Es decir, logrando exactamente el efecto contrario, que caiga el crédito en otras áreas o que se encarezca».

Para el diputado de la Coalición Cívica obligarlos a destinarlos un porcentaje de su cartera de créditos a «préstamos que seguramente no van a ser rentables, porque tienen una tasa de interés muy inferior a la de la inflación», derivará en que traten de compensarlo a través de otras líneas.

«Entonces, lo que otorgarán de más por un lado lo darán de menos por otro; y lo que prestan barato lo compensarán encareciendo otros créditos», remarcó.

En cuanto a la probabilidad de éxito del plan, el directivo de uno de los bancos afectados sostuvo: «En principio, más que un problema de oferta es de demanda. Las empresas no invierten y no toman créditos, por más que la tasa sea más baja, porque no ven un buen clima de negocios. Nadie va a salir corriendo a endeudarse si ve que el panorama pinta más recesivo que de crecimiento».

Para Milagros Gismondi, Economista Jefe en Orlando Ferreres & Asociados, «lo que queda claro hasta el momento es que hay un mayor intervencionismo por parte del Estado en el direccionamiento del crédito». La pregunta es si esto, de por sí, resulta suficiente.

«En líneas generales, la obligación de otorgar dinero a tasas negativas perjudica a los bancos y las fuertes bajas que se registraron en la bolsa responden a las perspectivas del mercado sobre un creciente dirigismo sobre el sector», agregó Gismondi.

«Hoy el 41% del crédito al sector privado corresponde al consumo y eso marca el cortoplacismo del sistema, que es algo que no se va a modificar con esta medida», concluyó la economista.

En la misma línea, el directivo de la entidad bancaria también puso énfasis en que fue el propio Gobierno el que «fomentó el boom de consumo y direccionó su energía al mercado interno, haciendo que la gente se olvide de pensar a largo plazo».

Y concluyó: «Al hacer crecer la inflación a valores tan altos no hizo otra cosa que matar el crédito de largo, algo que ahora busca que crezca a la fuerza».

(fuente: IProfesional.com- Por Rubén Ramallo)

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