(f) Pensar en circular por determinadas zonas de la ciudad de Buenos Aires y en horas pico provoca a más de uno (casi en forma instantánea) desgano, dolor de cabeza o incluso deseos de teletransportarse, como sólo ocurre en algunas series fantásticas que transmite la TV norteamericana.
Según se advierte en una nota publicada en La Nación, para tristeza de muchos, esto último está lejos de cumplirse y seguirá reservado al plano de la ficción. Pero para poder mitigar el resto de los males que sufren los asiduos conductores, el 2014 trae buenas noticias.
Por estos días, avanzan en puntos clave de la Capital y alrededores distintas iniciativas que, además de contribuir con la causa de evitar embotellamientos, prometen -a la vez- transformar la ida al trabajo o la vuelta a casa en una experiencia menos tortuosa.
El Metrobus llega a Cabildo
La Avenida Cabildo, a la altura de Núñez, será una de las grandes protagonistas del flamante año. Allí, la Ciudad inaugurará -aproximadamente en noviembre- un nuevo circuito de carriles exclusivos centrales para colectivos que se sumarán a los recorridos ya existentes sobre Juan B. Justo, entre Palermo y Liniers; la 9 de Julio, entre Constitución y Retiro; y en los barrios del Sur, entre puente La Noria y Constitución.
La instalación del sistema, que se extenderá entre Congreso, cabecera de la línea D, y General Paz, beneficiará a las diez líneas de colectivos que transitan por la zona (57, 59, 60, 68, 133, 152, 161, 168, 184 y 194) y reducirá a la mitad los tiempos de viaje de los 175.000 pasajeros que utilizan esos servicios, de acuerdo con estudios realizados por la propia Subsecretaría de Transporte. El titular de la entidad, Guillermo Dietrich, explicó que el Metrobus Cabildo ocupará tres carriles centrales -uno para sobrepaso- y tendrá 2,1 kilómetros de longitud.
El anuncio de las obras trajo, además de deseos favorecer la circulación de vehículos, quejas en aumento por parte de los vecinos, ya que la llegada de este ramal obligará a desmontar el cantero central sobre el que el gobierno porteño colocó progresivamente faroles, árboles y macetas luminosas.
En paralelo, la Ciudad arrancará en enero con la construcción de dos túneles exclusivos para el Metrobus que pasarán por debajo de la 9 de julio, desde la avenida San Juan hasta plaza Constitución. Las obras buscan evitar el congestionamiento de autos que se genera en ese punto neurálgico donde, además de las avenidas, confluyen las bajadas de las autopistas 25 de mayo y 9 de Julio Sur. El trabajo costará alrededor de $ 127 millones y tiene un plazo de 22 meses.
Autopistas: amplían la Illia y la Buenos Aires-La Plata
Después de la luz verde que sobrevino al tironeo entre la Ciudad y la Nación por la ampliación de la autopista Illia, el proyecto se muestra revitalizado en este principio de año y con deseos de materializarse lo antes posible.
Según pudo saber La Nación, la extensión de la traza y su enlace con la avenida Cantilo, que tendrá una longitud de 1100 metros, demorará menos de lo previsto y podría estar lista para abril.
El permiso para habilitar el desplazamiento del alambrado perimetral de Aeroparque permaneció congelado durante años pero fue concedido recientemente por el gobierno nacional como parte del entendimiento alcanzado por ambas jurisdicciones en torno a aquellos temas que afectan la calidad y vida cotidiana de los porteños.
Una vez concluidos los trabajos, de acuerdo con estimaciones oficiales, se acortarán entre 25 y 30 minutos los tiempos de viaje de unos 30.000 automovilistas que circulan todos los días en sentido a zona norte.
Otra de las peticiones más urgentes en materia de tránsito confluye en la autopista Buenos Aires-La Plata, cuyo estado de abandono (que el Concejo Deliberante platense calificó tiempo atrás como «penoso y vergonzoso»), y la cantidad limitada de carriles provoca serios inconvenientes a la hora de trasladarse.
Tras varios años de protestas sostenidas, el reclamo de los conductores llegó a oídos de funcionarios del Ministerio de Infraestructura bonaerense, que encarará en los próximos meses la construcción de un tercer carril en la zona.
De acuerdo con las previsiones, el ensanchamiento, que se extenderá por 18 kilómetros en cada mano (irán desde el kilómetro 12 -ex Auchan- hasta el kilómetro 30 -peaje de Hudson- en los partidos de Avellaneda, Quilmes y Berazategui) demandará aproximadamente medio año de trabajo y una inversión cercana a los 100 millones de pesos.
«Se trata de una obra de suma importancia, ya que miles de usuarios transitan a diario por la autopista para ir y venir a la Capital, a La Plata, al conurbano sur e incluso a la costa atlántica», destacó el titular de la cartera, Alejandro Arlía, al anunciarlo en noviembre pasado, al tiempo que anticipó que, además, «incluirá los trabajos de preparación de la base estructural para realizar más adelante un cuarto carril».
Más túneles en avenidas clave
Además de las autopistas y las avenidas, merecen un punto y aparte los túneles que se construirán en el noroeste de la ciudad de Buenos Aires. Los dos más importantes serán el de la Avenida Constituyentes y las vías del tren Mitre (entre Villa Urquiza y Villa Pueyrredón), y el de Avenida San Martín y las vías del Urquiza, (en el límite entre Villa Devoto, Agronomía y Villa Pueyrredón).
Las obras que encabezará el Ministerio de Desarrollo Urbano porteño, a través de Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), están presupuestadas en casi $232 millones y durarán hasta fines de este año.
El primer «sapito» atravesará parte de la red de tránsito pesado, por la que circula una gran cantidad de camiones, y cruzará sobre las vías del ramal Retiro-José León Suárez de la línea del ferrocarril Mitre. Se extenderá, concretamente, entre Mosconi (que en Urquiza se convierte en Olazábal) y José Luis Cabezón (que luego cambia a Cullen). Contará con cuatro carriles y 5,10 metros de altura, y se completará con iluminación; veredas, escaleras y rampas; forestación; y mobiliario urbano.
En tanto, el segundo, que cruzará las vías del ferrocarril Urquiza y abarcará las calles Pareja y Asunción, tendrá 370 metros de longitud, y la misma cantidad de carriles y de altura que el anterior.
Entre otros planes urbanos, aunque no dentro de la lista de los más definidos, aparecen también dos proyectos de pasos bajo nivel para los barrios de Urquiza y Núñez. Así, la Avenida Congreso, bajo las vías de los ramales Mitre y Tigre del ferrocarril Mitre, podría contar pronto con esta posibilidad si AUSA logra avanzar con la licitación que permite su construcción. Según trascendió, el próximo 7 de enero sería la apertura de las ofertas.
Pese a no tener certezas ni fechas de inicio o finalización de los trabajos, algunos detalles comenzaron lentamente a aflorar. El primer sapito mencionado, que funcionará en Villa Urquiza, tendrá dos carriles, uno en cada sentido; 7 metros de ancho y 5,10 de altura; y una pasarela peatonal. Abarcará las calles Plaza y Estomba y podrá ser transitada por vehículos livianos, utilitarios y colectivos.
El segundo, es decir, el viaducto del ramal Tigre, irá desde Arcos hasta 3 de Febrero, en Núñez. Con un ancho de 4,50 metros y 3,70 de altura, contará con un solo carril, mano hacia la Avenida del Libertador, y una pasarela peatonal. Tendrá un uso similar al anterior.
Avanza el estacionamiento medido en la Capital
La ampliación del estacionamiento medido, que alcanzaría a 140.000 lugares que antes eran gratuitos, es otra de las novedades que el segundo semestre de 2014 traerá aparejado.
Aprobado los primeros días de diciembre, el sistema por el que habrá que abonar para dejar el auto en el 45 % de las calles porteñas, pretende ordenar la circulación de 1.800.000 vehículos e incrementar las zonas pagas en barrios como Palermo, Belgrano, Núñez, Caballito, Flores y Villa Urquiza.
Entre otras cosas, el proyecto contempla la creación de diez playas de acarreo en las cinco zonas en las que se dividirá el servicio, y sugiere la incorporación de la figura del residente, que podrá registrar un vehículo con su domicilio particular y contar así con un permiso especial para estacionar libremente aunque la zona tenga parquímetro.
Respecto de las tarifas, es poca la información disponible. Los montos son casi un secreto a voces, aunque se especula que la simple, de 1,40 pesos, podría pasar a costar entre 5 y 6, y las progresivas hasta 16 pesos.
El subte se suma a la cruzada
Con el objetivo de alivianar las calles colmadas de autos, taxis, camiones y colectivos (y por qué no el ánimo de los porteños al volante), el transporte público también intentará aportar su pequeño grano de arena.
Así, continuarán los trabajos para extender la línea H de subte, que prevé la apertura de seis estaciones: Córdoba, Santa Fe, Las Heras, Plaza Francia, hacia el norte, y Sáenz y Pompeya, hacia el sur, lo que en términos de kilómetros se traduce en cuatro.
Actualmente, el servicio ofrece combinaciones con las líneas A, B y E, y, finalizada la obra, lo hará también con la D, una de las líneas con mayor cantidad de pasajeros que contabiliza la red.
(fuente: 100Seguro.com.ar)