(f) Según diferentes estudios, una temperatura mayor a 24° C dentro del habitáculo puede provocarle al conductor fatiga y distracciones. Consejos para mitigar los síntomas.
En las últimas semanas, sufrimos una intensa ola de calor en varias ciudades del país. Este fenómeno, propio del verano, se da cuando hay más de tres días en los que la temperatura mínima iguala o supera los 23°.
El calor dentro del auto influye en las capacidades y en el comportamiento del conductor: induce a la fatiga y actúa como un factor potenciador de cualquier alteración o problema que pueda tener el conductor. Además, disminuye la atención, la asimilación de información y la agudeza visual, e incrementa el tiempo de reacción y la agresividad, especialmente si se mantiene durante un período prolongado. El calor, a su vez, produce pérdida del confort y anticipa los síntomas del cansancio, tales como: somnolencia, molestias generalizadas, irritación, calambres en las piernas y dolor de cintura. Además, la transpiración puede irritar la visión, lo que genera distorsiones en el campo visual.
Estudios realizados en Alemania demostraron cómo afecta el calor en la conducción: cuando la temperatura del habitáculo alcanza los 30° C se incrementan en un 20% los errores de conducción y en un 22% el tiempo de reacción.
El calor afecta la atención del conductor y ésta comienza a ser menos activa. Cuando el interior del vehículo supera los 24° C, se incrementan los fallos en la conducción y hay más probabilidades de choques. Análisis realizados en el interior de varios vehículos expuestos al sol, en los días de mucho calor, demuestran que la temperatura interior puede superar entre 5° y 15° C a la temperatura exterior.
Acciones para mitigar los efectos del calor
• Hidratarse en forma continua en cada detención.
• Mantener el habitáculo ventilado.
• No realizar sobrepasos ni maniobras exigidas. El calor puede alterar la percepción de distancias y riesgos en el manejo.
• Estar atento a las indicaciones de temperatura del motor.
• Evitar horarios pico como el mediodía.
• Tratar de refrescarse en cada parada.
• No ingerir alimentos pesados.
• Usar ropa fresca y clara. No conducir con ojotas ya que el pie puede engancharse en los pedales.
• Mantener las manos secas y limpias. No relajar la firmeza con la que se toma el volante.
• Ante el menor síntoma de cansancio o fatiga, detenerse en un lugar seguro, preferentemente con sombra, y no continuar el recorrido.
• De día, si el vehículo tiene techo solar no lo descubra ya que la luz del sol se concentra directamente sobre los ocupantes del vehículo.
• Regular el aire acondicionado a una temperatura agradable para la conducción, sin que sea un frío extremo.
• En períodos largos de conducción, parar cada 200 kilómetros o aumentar la frecuencia de paradas cuando se perciban síntomas de fatiga.
El polarizado
Muchos conductores polarizan los vidrios del auto porque creen que evitando que ingrese menos luz al habitáculo, se genera menos calor. Sin embargo, en CESVI realizamos una experiencia de medición de las diferentes láminas que se colocan para oscurecer los vidrios y los resultados fueron contundentes. Aún la lámina más oscura, que apenas deja pasar un 5% de luz, sólo filtra un 9% de los rayos infrarrojos, que son los que generan el calor.
Una buena solución que se ofrece en el mercado son las películas de Control Solar Transparente, que ofrecen protección contra el calor y los efectos del sol y bloquean el ingreso de los rayos infrarrojos, pero sin cambiar la apariencia de su auto permitiendo una clara visión durante el día y la noche.
(*) Leonardo De Pierro es subgerente de Seguridad Vial del Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Argentina. Una empresa dedicada a la experimentación, formación e investigación que contribuye a la seguridad vial del país. Twitter: @CESVI web: www.cesvi.com.ar
Fuente: Diario Clarín – Por Leonardo De Pierro / Para Clarín Buena Vida