(f) Es el nuevo SUV compacto de la marca de lujo, ubicado un escalón por debajo del Cayenne. Antes del lanzamiento ya apuestan por su éxito
Pocas veces en el lanzamiento de un producto donde una marca se mete en un nicho en el que jamás ha estado genera tantas expectativas.
Es que el nuevo SUV de la marca de alta gama llega al mercado con la garantía de éxito heredada del Cayenne, y con la ventaja de tener un precio mucho más accesible.
Porsche reveló el Macan en el Salón de Los Ángeles, donde contó que se invirtieron 500 millones de euros en la planta que se encargará de producir este SUV, a un ritmo de 50.000 unidades anuales.
Su nombre proviene, según la marca, de la palabra «tigre» en indonesio, y comparte la misma plataforma del Audi Q5, modificada para la ocasión por los técnicos de Porsche.
Las dimensiones son 4.699 mm de longitud, 1.923 mm de anchura y 1.624mm de altura, lo que lo hace 70 milímetros más largo que un Q5, 24 más ancho y 30 milímetros más bajo.
La dirección tiene asistencia eléctrica, y Porsche promete con todo que el Macan es «el SUV más ágil de su segmento».
Por el momento hay versiones entre los 258 y los 400 caballos, pero más adelante habrá motores más pequeños.
En cuanto a la gama de motores, todo arranca con el Macan S, con un V6 de 340 caballos de potencia, asociado a una caja de doble embrague de siete relaciones, que reparte el par entre las cuatro rueda motrices. Promete un 0 a 100 km/h en 5,4 segundos, 254 km/h de velocidad punta y un consumo medio homologado de nueve litros cada 100 km.
El Macan D es la oferta diésel dentro de la gama. Su propulsor V6 proporciona 258 caballos, con los que el Macan se lanza en 6,3 segundos hasta los 100 por hora, camino de su velocidad máxima, de 230 km/h. El consumo medio homologado de esta variante es de 6,3 litros cada 100 km.
Otra versión es el Macan Turbo, con sus 400 caballos extraídos del V6 de 3,6 litros. Es capaz de hacer el 0 a 100 en 4,8 segundos, camino de una punta de 266 km/h. Promedia un consumo de 9,2 litros cada 100 km.
Las funciones «todo-terreno» se activan con un simple toque de botón, por debajo de 80 km/h. Con ello el coche modifica las reacciones del acelerador, la caja de cambios, la dirección, la amortiguación, los reglajes del control de estabilidad y el reparto de par entre ejes. Si el coche cuenta, además, con la suspensión neumática opcional, también se eleva la altura de la carrocería.
(fuente: IProfesional.com – 21/11/13)
RON – 21/11/13