(f) Las propiedades nutritivas de la leche son muy conocidas. La mayoría de los pediatras la recomiendan para un abundante consumo de calcio durante el crecimiento, pero según estudios recientes beberla durante períodos muy prologados no resultaría tan benéfico.
Los seres humanos somos los únicos en la naturaleza que ingerimos leche de otro animal después de la etapa de crecimiento. La leche animal y sus derivados se encuentran actualmente entre los alimentos de mayor consumo del mundo. Es muy común escuchar sobre sus propiedades nutritivas y lo imprescindible que es para crecer sanos y fuertes, sobre todo por la importante cantidad de calcio que contiene.
Sin embargo, contiene un 70% de ácidos grasos saturados y un 30% de poliinsaturados, elementos que favorecen la formación de prostaglandinas y leucotrienos inflamatorios.
La pasteurización y la homogeneización provocan que las grasas saturadas atraviesen las paredes intestinales en forma de pequeñas partículas no digeridas, lo que inexorablemente aumenta los niveles de colesterol y grasas saturadas en sangre.
A continuación, te presentamos las 10 enfermedades más comunes que genera un consumo de leche prolongado, según el portal canasanta.com
1. Artritis Reumatoidea y Osteoartritis
Un estudio de la Universidad de Florida confirmó que los antígeno-anticuerpos generados por la leche suelen depositarse en las articulaciones provocando su inflamación y entumecimiento. Para la investigación, las personas afectadas de esa patología debieron dejar de ingerir lácteos y tomaron sólo agua, té verde, frutas y zumos vegetales entre siete y diez días, y la inflamación y el dolor disminuyeron significativamente.
2. Asma
La leche puede estimular la producción excesiva de moco en las vías respiratorias. Una vez que se retira este elemento de la dieta diaria, las dificultades respiratorias mejoran de forma sorprendente.
3. Cáncer de Próstata
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard demostró que el consumo de mucha leche y sus derivados está asociado con un incremento del riesgo de cáncer de próstata en los hombres. Esto se debe a que el alto contenido de calcio de la leche hace disminuir la cantidad de vitamina D del cuerpo, encargada de proteger del cáncer de próstata.
4. Cataratas
Hay una creciente evidencia de la relación entre el consumo de leche y las cataratas. Según diversos estudios científicos, las poblaciones humanas que consumen grandes cantidades de productos lácteos tienen mayor incidencia de cataratas que aquellos que los evitan. Este defecto se ha relacionado con la lactosa y la galactosa.
5. Diabetes
Diferentes investigaciones demuestran que los lactantes alimentados con leche de vaca presentan un mayor riesgo de padecer diabetes, según un estudio publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra. Los médicos que realizaron la investigación descubrieron que los diabéticos analizados tenían unos niveles de anticuerpos más altos de lo normal que reaccionaban con una proteína de la leche llamada suero de albúmina bovina, atacándola como invasora y destruyéndola.
6. Estreñimiento
La leche es causa conocida de estreñimiento en niños y ancianos. Su eliminación de la dieta y un mayor consumo de vegetales y fibra suele resolver ese problema. Asimismo, tanto el estreñimiento crónico como las lesiones perianales, se han asociado con una clara intolerancia a la leche de vaca.
7. Incontinencia Urinaria
Muchos niños que mojan las sábanas ya crecidos dejan de hacerlo cuando eliminan de su dieta la leche, los productos que la contienen y los demás derivados lácteos.
8. Linfoma
Un estudio realizado en la Universidad de Bergen observó que las personas que consumen dos vasos de leche al día presentan un riesgo 3,4 veces mayor de padecer linfomas que los que beben menos. El mecanismo por el cual eso se produce todavía no está claro, a pesar de que se sabe que la leche de vaca puede transmitir el virus de la leucemia bovina. Se ha comprobado experimentalmente que cuando se suprime la leche de la dieta de pacientes afectos de migraña se reducen significativamente sus síntomas.
9. Síndrome de mala Absorción
Investigadores de la Universidad de Helsinki comprobaron la relación entre las proteínas de la leche y el daño a la mucosa intestinal. Este daño es el responsable del síndrome de mala absorción que se caracteriza por diarreas crónicas, vómitos y retardo del crecimiento.
10. Trastornos del Sueño
Un estudio realizado en 1986 en la Universidad Free confirmó la relación entre el consumo de leche y los trastornos del sueño en los niños. El insomnio mejoraba cuando se excluía la leche de la dieta y empeoraba cuando era reintroducida. El tiempo promedio para notar la mejoría era de cinco semanas.
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Fuente: Universia Argentina 14/08/2013