Sobrepeso en los chicos: a las madres les cuesta darse cuenta

(f) El 62% de ellas no registra el problema, por lo cual resulta difícil que la solución surja de su parte, advierte un estudio

A LOS OJOS DE LAS MAMÁS, SUS HIJOS RARA VEZ NECESITAN ADELGAZAR, REVELA UNA INVESTIGACIÓN

Por más sobrepeso que tengan, a los ojos de sus madres los hijos rara vez necesitan adelgazar. Tal es la conclusión de un estudio presentado esta semana por nutricionistas de la Universidad Complutense de Madrid y acaso también una de las claves para entender por qué resulta tan complejo ponerle freno a la obesidad infantil.

La investigación, realizada entre las familias de 638 escolares con sobrepeso, puso en evidencia que el 62% de las madres cuyos hijos sufren ese problema no llega a registrarlo como tal, lo que disminuye de manera notable las chances de que surja de ellas algún tipo de solución.

“Las madres casi nunca ven a sus hijos más grandes de lo que están. Y el fenómeno tiende a aumentar entre aquellas mamás que sufren ellas mismas sobrepeso u obesidad”, explica la nutricionista Rosa María Ortega, la principal responsable del estudio, quien señala que “de ahí que la detección del problema difícilmente surja del seno familiar.

“SE VE TODO EL TIEMPO”

El estudio que registra esta falta de percepción materna en torno a la obesidad infantil vino a echar luz sobre un aspecto del problema que, si bien poco conocido a nivel popular, es observado con frecuencia por médicos y licenciados en nutrición.

“Es algo que se ve todo el tiempo y muy claramente, sobre todo entre las mamás que sufren ellas mismas sobrepeso. Lo que no está del todo claro es si no registran el problema porque no se dan cuenta o porque no les interesa”, sostiene el doctor Norberto Russo, médico nutricionista y director de la Asociación de Prevención de los Desórdenes de la Alimentación y la Vida Sana (Apadavis).

Porque lo cierto, señala Russo, es que “detrás de la epidemia de obesidad infantil se advierte un gran descontrol a nivel familiar. Como hoy en general las madres trabajan fuera de su casa y no siempre son ellas las que cocinan, no sólo no saben lo que sus chicos comen, sino que tampoco saben lo que se compran para comer con el dinero que ellas mismas le dan”.

“Lo más grave -agrega el médico platense- es que muchas de esas mismas mamás están convencidas de que el sobrepeso se va a resolver por sí mismo cuando sus hijos peguen el estirón. Pero no es así: cuando se engorda de chico, el cuerpo acumula una mayor cantidad de células adiposas, lo que aumenta las posibilidades de que se sufra obesidad por el resto de la vida. En suma le crean a sus hijos una predisposición que resulta muy difícil de revertir después”.

CUATRO DE CADA DIEZ NIÑOS

“Estamos enormemente preocupados por la manera en que está creciendo la obesidad infantil en nuestro país, sobre todo en ciudades como La Plata. Sucede que a diferencia de lo que ocurre en otros lugares del interior, el miedo a la inseguridad hace que en general los chicos casi no salgan hoy de su casa. Si a eso se le suma que muchos de ellos tienen doble escolaridad y pasan hasta cuatro o cinco horas por día frente a la computadora y el televisor, no debería sorprendernos que el problema esté cobrando tanta dimensión”, sostiene el doctor Norberto Russo.

Como menciona el médico, las causas del fenómeno no son ciertamente una novedad: la tendencia al sedentarismo y al consumo excesivo de calorías ha creado una generación donde el 10% de los chicos argentinos en edad escolar sufre obesidad y otro 31% más tiene sobrepeso. Pero más allá de las cifras, el problema posee una dimensión que lo torna aún más amenazador: la escasa consciencia que tienen muchas familias sobre los riesgos que esto implica para los chicos y el enorme empeño que se requiere para poder ayudarlos.

Sin el adecuado acompañamiento familiar, “más de un 50% de los chicos no logra sostener los tratamientos para adelgazar”, observan desde la Sociedad Argentina de Nutricionistas al comentar que esos niños, lejos de recuperarse, tienden a acentuar su trastorno con los años.

Según muestran las proyecciones de esa entidad, un 40% de los escolares con sobrepeso se convierten en adolescentes obesos y un 80% de los adolescentes obesos lo siguen siendo al llegar a la adultez, con todos los riesgos de morbilidad que supone esa condición.

(fuente: eldia.com.ar – 5/6/13)

 

Comments are closed.