La reforma de la ley Dodd-Frank que está debatiendo el Congreso estadounidense estaría inspirado en un texto recomendado por el Citigroup, según el diario New York Times. Un proyecto de reforma de la ley que regula el sector desde 2010, sancionada para evitar otra crisis subprime, y que se debate en el Congreso estadounidense habría sido redactado por el Citigroup. De cada 20 lobbistas que defienden la ley de reforma financiera en el Congreso, 400 tratan de suavizarla a favor de los bancos.
¿Qué quedó del discurso del presidente Barack Obama cuando en julio de 2010, al promulgar la ley de reforma financiera (conocida como Dodd-Frank Act), sostuvo: “Aprobar esta ley no fue tarea fácil. Tuvimos que superar la presión extrema de una serie de poderosos grupos de interés y de una minoría opositora decidida a bloquear el cambio”.
Hoy, a casi tres años de la aprobación de este paquete de regulaciones creado para evitar otro colapso financiero internacional, daría la sensación de que el lobby bancario goza de muy buena salud. Y que está listo para la revancha, es decir, para frenar por todos los medios la nueva ley y no perder así parte de su negocio financiero.
Justamente, en estos momentos se está debatiendo en el Congreso estadounidense un proyecto de reforma de la ley Dodd-Frank que, de ser aprobado, quitaría buena parte del contenido a la actual norma. Y que, según una denuncia del diario The New York Times (NYT), habría estado inspirado en su mayor parte en un texto publicado por el Citigroup con recomendaciones para modificar la ley: más de 70 líneas del total de 85 del proyecto de ley sería copia del texto del gigante financiero e incluso habría “dos párrafos que fueron copiados íntegros, palabra por palabra”.
La noticia publicada por el NYT está haciendo bastante ruido en Washington y Wall Street. Pone de nuevo sobre la mesa el poder de lobby del sector financiero de EE.UU. para impulsar reglamentaciones que sean favorables a sus intereses. De hecho, muchos consideran que ese lobby histórico de los bancos sobre los legisladores y otros funcionarios estadounidenses (como los miembros de la Reserva Federal) fue el causante de la liberalización del sistema financiero que dio origen a la burbuja especulativa de los años 2000 y que desembocó en el estallido del mercado hipotecario en 2007.
El lobby es una práctica corriente en el sistema político estadounidense, es legal y está regulada, aunque siempre hay voces que critican una cierta laxitud a la hora de controlarlo. Para los grupos de intereses, se trata de una herramienta eficaz para que los legisladores y los funcionarios conozcan los distintos puntos de vista que existen en la sociedad y así definir las políticas más eficaces. De hecho, se atribuye al ex presidente John F. Kennedy: “Los lobbistas me hacen entender un problema en 10 minutos, mientras que mis colaboradores tardan tres días”.
El problema surge cuando el lobby se salta las normas y entra en el terreno gris de los incentivos ilegales, como sobornos o presiones de distinto tipo. Si un congresista apoya una regulación que beneficia a un sector (como el bancario), probablemente reciba una contribución generosa en dinero durante su próxima campaña política o durante alguna de sus acciones de recaudación de fondos. De ahí que la línea entre lo legal y lo ilegal sea muy difusa en la mayoría de estos casos, y surgen dudas respecto de las verdaderas intenciones de cada legislador a la hora de votar un proyecto de ley: si está pensando en sus votantes o en su bolsillo.
En el caso particular de los bancos estadounidenses, la revista The Nation calculó que por cada 20 lobbistas a favor de defender la ley Dodd-Frank, se contaban unos 400 enviados por las principales entidades financieras a Washington para presionar a los congresistas, aparte de los fondos destinados para pagar notas favorables en los medios, abogados, investigadores y think tanks supuestamente objetivos. La publicación calcula que se llevan gastados más de u$s 1.000 millones sólo en lobby parlamentario desde que se empezó a debatir la ley Dodd-Frank, pagados por las principales entidades: Citigroup, JP Morgan Chase y Wells Fargo, entre otras.
Lo que está en juego
Lo que está en juego es un negocio suficientemente grande como para justificar todos los grupos de presión que se han conjugado para “tirar abajo” la ley de reforma financiera. El lobby bancario se focaliza en particular en un aspecto de la normativa: el trading de ciertos productos derivados, que se prohibió entre los grandes bancos para evitar que la especulación los pusiera nuevamente en una situación de extrema fragilidad y así evitar nuevas quiebras, como las que ocurrieron en 2008 con Bear Stearns o Lehman Brothers, por citar dos de los bancos más grandes. En particular, los Credit Default Swaps, instrumentos financieros que aseguran contra el riesgo de de fault y que dispararon el riesgo sistémico a escala mundial, al dejar a muchas entidades en poder de gigantescas deudas impagables.
En ese sentido, el Citigroup todavía posee un total de CDS por u$s 3 billones, alojados en una división especial (Citibank N.A.) que fue rescatada con fondos públicos y que, según la ley Dodd-Frank, deberían dejar de ser garantizados por el Estado, lo que implicaría para el banco tener que asumir unas pérdidas cuantiosas en sus balances.
Como muchos de estos bancos están siendo sostenidos mediante fondos públicos, las movidas de lobby del sector serían bastante discretas, aunque ya hay legisladores que denuncian estas prácticas. “Existen murmullos crecientes sobre los esfuerzos de Wall Street para tratar de impulsar, de manera velada a través de los acuerdos de comercio, lo que no puede hacer públicamente a la vista de la gente que los está mirando”, afirmó la senadora Elizabeth Warren, miembro del Comité Bancario del Congreso.
La legisladora se refiere a los acuerdos comerciales que EE.UU. está negociando con la Unión Europea y con el bloque Asia-Pacífico. Al lobby bancario le preocupa que la ley Dodd-Frank sea empleada como modelo a nivel internacional, lo que complicaría aún más el lucrativo negocio derivado que creció durante las dos últimas décadas.
Fuente: El Cronista (http://www.cronista.com/finanzasmercados/Vuelve-con-fuerza-el-lobby-bancario-en-EE.UU.-para-tratar-de-frenar-la-reforma-del-sector-financiero-20130529-0054.html)