Dado a su compromiso social, Río Uruguay Seguros (RUS) es una de las empresas que acompaña el proyecto «Casa Justina», un lugar de hospedaje para receptores, donantes, pacientes en espera y sus familias, que les brinda contención y atención de especialistas y de personas que pasaron por la misma situación que los ayudan a transitar el proceso de trasplante.
Justina Lo Cane, una nena de 12 años que sufría de una cardiopatía congénita y que falleció en 2017 esperando un transplante de corazón, fue quien inspiró la «Ley Justina» (27.447) aprobada hace 2 años en el Congreso de la Nación que establece que todos los mayores de 18 años son donantes de órganos y tejidos, a menos que en vida dejen constancia expresa de lo contrario.
Paralelamente a esto, en 2018, Ezequiel Lo Cane, papá de la menor, impulsó el proyecto “Casa Justina” un espacio de alojamiento, información, capacitación y contención médica, psicológica y recreativa tanto para las personas que esperan un trasplante o que ya están trasplantadas como para sus familias, quienes cuentan con el acompañamiento de profesionales y de gente que pasó por la misma situación que los ayudan a transitar el proceso antes y después del trasplante.
Para la ubicación de las casas – algunas ya contruidas y otras en contrucción- fueron seleccionadas estratégicamente siete provincias: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Salta, Mendoza, San Juan y Tucumán, que son las que tienen mayor cantidad donantes de órganos, de trasplantados y de centros de trasplante.
Para su funcionamiento “Casa Justina” cuenta con el respaldo de diferentes voluntarios, profesionales de la salud, asociaciones y empresas, entre ellas Río Uruguay Seguros, que trabajan en conjunto aportando materiales, dinero y otros recursos para que las casas se sigan construyendo y se promueva la conciencia y el compromiso respecto a la importancia que tiene la donación de órganos y tejidos para salvar vidas.
A continuación, compartimos un mensaje de agradecimiento que Ezequiel Lo Cane, papá de Justina, envió a Río Uruguay Seguros por su acompañamiento continuo.