Los especialistas coinciden en que las capacidades humanas, que no son fáciles de enseñar y evaluar, también serán un diferencial.
Mientras que los robots y la inteligencia artificial suman tareas en su masiva disrupción de los trabajos de las personas, se hace cada vez más necesaria una gama más amplia de programas de educación y desarrollo de habilidades para satisfacer las nuevas demandas.
Hace solo un par de semanas en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, las exposiciones de los mandatarios giraron mucho más en torno a plantear interrogantes sobre la naturaleza del futuro del trabajo que en plantar certezas, con la idea convergente de que las ideas de las personas, su capacidad creativa y de aprendizaje crítico serán fundamentales para su bienestar y desarrollo personal y de los países en general.
Para conocer cómo evolucionarán las estructuras de aprendizaje necesarias para competir en los trabajos futuros, La Nación habló con Aaron Smith, director asociado en temas de Internet y tecnología del Centro de Investigación Pew, en el marco del T-20, que tuvo su seminario de presentación el 1 y 2 de febrero en el palacio San Martín. Allí unos 400 expertos de 45 países debatieron sobre el impacto de la digitalización de la economía en el futuro del trabajo y la política, entre otros temas. Pew es uno de los 300 think tanks (o usinas de ideas) que integran el grupo de afinidad del G-20 Think 20 (T-20) Argentina, liderado por Cippec y CARI, y uno de los principales institutos de investigación sobre temas de desarrollo futuro de los Estados Unidos.
Smith compartió los principales hallazgos de la reciente encuesta «La automatización en la vida diaria», en la que 5000 académicos e investigadores analizan cuáles serán los vectores para el desarrollo de habilidades para competir en los trabajos del futuro. En una encuesta previa de Pew, el 87% de los entrevistados había expresado que creía esencial entrenarse y ganar nuevas habilidades durante su vida laboral para estar al día con los cambios que planteará el ambiente laboral.
¿Cómo hacerlo? Una pregunta central es cómo las estructuras de educación formal y no formal evolucionarán para esto. Siete de cada 10 encuestados creen que en los próximos 10 años veremos emerger nuevos programas que serán exitosos, pero el 30% restante es pesimista respecto de la celeridad con la que gobiernos, instituciones y plataformas se adaptarán a las nuevas necesidades de educación y entrenamiento permanente.
Una de las claves, según el estudio, será el desarrollo de un ecosistema de aprendizaje y credenciales personales diversificados. En este sentido, se espera una evolución de las plataformas de aprendizaje online, en la que, en muchos casos, serán desarrolladas dentro de las compañías para retener a sus trabajadores. «Las instituciones educativas formales desempeñarán algunas funciones de preparación laboral en aulas bastante tradicionales, algunos elementos serán online, otros apoyados por ONG, algunos serán gratuitos, otros aprovecharán elementos de realidad virtual y juegos», describe Smith. La mayoría de los consultados prevé un número significativo de esfuerzos de autoaprendizaje por parte de los propios empleados. El lado B es que el aprendizaje «autodirigido» requiere de gran compromiso y motivación interna, y algunos dudan de que sea una capacidad que se presente en la mayoría de las personas.
Lo humano, el diferencial
Aunque todos concuerdan en que se deberán adquirir habilidades del siglo XXI, los atributos más vitales no son fáciles de enseñar, aprender y evaluar con ninguno de los métodos o cursos de educación disponibles. Estas habilidades intangibles, junto a la inteligencia emocional, curiosidad y resiliencia, serán cada vez más valorados. Sobre cómo entrenar estas capacidades, Smith advierte que no queda claro en qué tipo de instituciones y con qué métodos se pueden enseñar y evaluar. También se señala una creciente revalorización de habilidades consideradas periodísticas, como investigación, evaluación de fuentes, escritura y oratoria. Por otra parte, se vive una etapa de transición en la que los empleadores empiezan a «reducir sus prejuicios» respecto de aquellos que estudian a distancia y empiezan a focalizar sus búsquedas en aspectos que se muestran en el lugar de trabajo como proactividad, iniciativa, disciplina y colaboración. Esta mirada dará lugar a nuevos tipos de perfiles en la oficina.
Entre los pesimistas, un tercio de los participantes respondió que este cambio en los métodos y contenidos de enseñanza no evolucionará lo suficiente en los próximos 10 años. Es el caso de Jason Hong, profesor asociado de la Universidad de Carnegie Mellon: «Se necesitan dos componentes esenciales para la evolución de la educación a una nueva escala: la voluntad política y una plataforma tecnológica fiable. Y suponiendo que la voluntad y el presupuesto estén, las plataformas actuales no son exitosas para entrenar a grandes cantidades de personas».
Smith explica que las plataformas virtuales conocidas como MOOC ( Massive Open Online Courses) tienen un alto ratio de abandono y serios cuestionamientos sobre la calidad de enseñanza. «Aún lidian con problemas básicos de identificación de sus asistentes, lo que genera problemas de escalabilidad», dice.
Cómo las nuevas generaciones piensan su desarrollo será otra de las claves que impulsará nuevos modos de entrenamiento. Ray Schroeder, consejero de aprendizaje online de la Universidad de Illinois, Springfield, contesta: «Se proyecta que aquellos que entran hoy a trabajar perseguirán entre cuatro y cinco carreras durante su vida laboral. Esto requerirá herramientas más flexibles para su reentrenamiento constante».
El diploma tradicional seguirá teniendo peso, pero, según la investigación, la experiencia y la calidad del trabajo previo crecerán en importancia para la construcción de las competencias personales. Pamela Rutledge, escritora e investigadora de psicología positiva y una de las encuestadas por Pew, dijo: «Los modelos tradicionales entrenan a las personas para equiparar lo que hacen con lo que son, en vez de impulsarlas a adquirir pensamiento crítico y habilidades flexibles que encajen en un mundo de cambio permanente». Se buscará un ciudadano informado que pueda mirar la historia y entender su complejidad, con pensamiento crítico que permita debatir, reconocer técnicas persuasivas, entender perspectivas múltiples y mediar entre distintos puntos de vista.
Futuro
Nueva educación para nuevos trabajos
Herramientas
Según una encuesta de Pew, el 87% de los entrevistados considera esencial ganar nuevas habilidades durante su vida laboral.
Educación
El 70% cree que en los próximos 10 años habrá programas de educación orientados al nuevo mundo laboral.
En línea
La mayoría de los consultados prevé un número significativo de esfuerzos de autoaprendizaje, gracias a las oportunidades online.
Fuente: La Nación