Los intercambios de bienes y servicios en Internet irrumpieron de la mano del ahorro. Con el crecimiento de este tipo de transacción comercial aumenta la necesidad de aumentar la prevención. Pero son pocas las aseguradoras que se animan a aprovechar la oportunidad. Las claves.
La economía colaborativa, aquella que se genera de los intercambios de bienes y servicios a través de plataformas digitales, experimenta tasas de crecimiento sorpresivas que han forzado la reinvención de muchos negocios. Si bien son incipientes, hay aseguradoras que demuestran que el concepto de compartir no es un enemigo a batir, sino una oportunidad.
Un estudio de PwC elaborado el año pasado muestra que, entre 2014 y 2015, el beneficio de las plataformas de economía colaborativa en Europa creció un 97% y, en menos de 10 años, las plataformas pasaron de generar beneficios por 4.000 millones de euros anuales a 83.000 millones. El informe se centra en cinco sectores: alojamiento y transporte peer-to-peer, servicios a domicilio on-demand, servicios profesionales on-demand y financiamiento colectivo -crowdfunding y peer-to-peer lending-.
Para el mundo del seguro, la economía colaborativa genera aún interrogantes. Si alguien alquila su casa durante un fin de semana a una pareja que termina rompiendo un electrodoméstico, ¿quién se hace cargo del pago? ¿Qué ocurre si el inquilino se queda más tiempo del estipulado, se puede asegurar? Surgen incógnitas similares a la hora de analizar los riesgos de compartir un auto con un pasajero desconocido o de invertir en un préstamo online.
Según datos de Marketforce a partir de una encuesta de más de 800 aseguradoras, brokers y comparadoras del Reino Unido sólo un 10% de estas tenía disponible una oferta destinada a la economía colaborativa y más de la mitad no había acometido ningún paso encaminado a satisfacer estas nuevas necesidades.
En esa línea, Zurich abrió un programa para estudiar cómo adaptarse a los cambios que propone la ‘sharing economy’. El resultado fueron propuestas como un acuerdo con Uber en la región Asia-Pacífico para ampliar las pólizas de los conductores de la empresa o una asociación con Airbnb. Allianz, por su parte, anunció en julio de 2016 que implementaría pólizas a terceros y coberturas para incendios y robos destinadas a clientes de plataformas de desplazamiento compartido, como Amovens o BlaBlaCar.
No obstante, como en otros rubros, son las start-ups las que están liderando la adaptación del mundo del seguro a las necesidades más sofisticadas que se desprenden de la economía colaborativa.
Seguros on-demand
Slice es, seguramente, una de las compañías que mejor se adaptó al nuevo escenario. Fundada en 2015, su modelo de negocio se centra en la cobertura de servicios ‘on-demand’. Es decir, el usuario sólo se asegura por el tiempo que necesite y de la manera que necesite a través en una aplicación móvil. Por ejemplo, ofrece a los conductores de Uber o de Lyft asegurarse únicamente desde que encienden la aplicación hasta que la apagan. Además, lanzaron en octubre pasado una cobertura pensada para plataformas como Airbnb, o Homeaway, que evitan que el dueño tenga que pagar los daños que causen los inquilinos. La cobertura puede durar minutos, horas o ser permanente.
«Mucha gente que trabaja en la economía on-demand no se da cuenta del riesgo que corren y del hecho de que los mecanismos tradicionales no les cubren. Nuestra misión es mitigar ese riesgo», escribió Ernest Hursh, cofundador de Slice, en el blog de la empresa, que cuenta con el apoyo de Horizons Ventures, XL Innovate y Munich Re.
Metromile
Con una idea parecida pero enfocada en el seguro de autos, Metromile comenzó en 2013 para beneficiar a conductores que no hacen muchos kilómetros o que sólo quieren asegurar su auto durante un viaje en el que trasladan también a pasajeros de Amovens. Con base en San Francisco, el modelo de seguro de la firma le provee al asegurado no pagar una tarifa plana mensual, sino un precio de póliza por las millas recorridas. Metromile también se asoció con Uber en 2015 para complementar el seguro de US$ 1 millón que ofrece la compañía a sus conductores con una póliza por uso.
Fuente: El Cronista.