Canales de comunicación online como Facebook, Twitter y LinkedIn son importantes herramientas para generar diálogo e interacción, pero pueden ser, a veces, armas de doble filo. Claves para entender cómo manejarlas.
Hoy, numerosas empresas cuentan con guías específicas sobre el uso de redes sociales por parte de sus empleados. Bien utilizadas, estas contribuyen a crear/mantener una imagen positiva de uno mismo. «Cualquier publicación quedará al alcance de todo el mundo, excepto que se borre o se restringa la vista. Si esto se olvida, por ejemplo, los políticos que cambian de bando quedan expuestos a las críticas que antes realizaban a nuevos socios», destaca Máximo Crespo, socio y director de HRC, consultora en estrategias de Comunicación.
El riesgo es no estar
Gabriel Cecchini, director de Governance Latam / Transparent Markets, comenta que, según un estudio de Weber Shandwick, solo un 28% de los CEOs de las 50 empresas más grandes del Fortune 500 están presentes en redes sociales, aunque el 80% tiene algún tipo de presencia online. Las redes más utilizadas por los CEOs son LinkedIn (por ejemplo, como «LinkedIn Influencers»), Twitter y Facebook.
«Aunque la participación de CEOs implica potenciales grandes riesgos inherentes a este tipo de tecnologías sociales (malas interpretaciones, gaffes, ataques de trolls o bots, activismo por parte de grupos críticos, hackeos), el mayor riesgo es no estar en las redes; es decir, no comunicar a través de los canales y de la manera en que crecientemente lo hacen los consumidores, empleados, accionistas y otros tipos de grupos de interés. Los consumidores son un 82% más proclives a confiar en una empresa cuyo CEO y otros ejecutivos senior participan de redes sociales», afirma Cecchini.
Lo ideal es ser un «CEO social», combinando intereses personales con los de sus organizaciones, mostrando cómo ambos están alineados apoyando causas, temas e iniciativas que son importantes para ellos, mostrándolos de una manera más humana y menos acartonada/formal. En otras palabras, los CEOs son «embajadores digitales» de sus empresas.
Vale destacar que no se trata de comunicar unilateralmente datos e informaciones, sino de entablar puentes de diálogos dinámicos con rápidos reflejos de respuesta, mostrando transparencia y confiabilidad. A su vez, los CEOs sociales más efectivos son aquellos cuyos mensajes están mayormente redactados por ellos y conllevan su «voz» particular. La tercerización 100% de redacción de contenidos lleva a mensajes artificiales que replican un modelo corporativo de comunicación frío y distante, que solo habla de productos o servicios desde un punto de vista comercial y que es percibido rápidamente por la audiencia.
Twitter puede estar en crisis o manejar un código difícil de entender, pero allí están todos los líderes y referentes. Si uno quiere marcar la agenda de su industria, tiene que tener relevancia allí. Fernando Arocena, director Académico de la Diplomatura en Comunicaciones Digitales y Social Media de la Universidad Siglo 21, aconseja combinar el medio propio con el ajeno. «Aunque cada uno puede tener su propio medio, la prensa sigue siendo un gran legitimador. La suma de ambos es la combinación ideal», señala.
Generar conversación y reciprocidad rinde. «Cualquiera que haya logrado cierta notoriedad en las redes sabe que es juego de doble vía. Hay que leer a otros usuarios, megustear o compartir lo que te gusta, interactuar y no solo monologar», asegura Arocena.
«La participación en redes posibilita dar forma y dirección a la dinámica de los acontecimientos, avanzando en los objetivos y estrategias de las organizaciones, especialmente ante momentos de crisis, permitiendo de una manera directa y rápida mostrar reflejos para responder a una situación, estando en control de la situación y dando la cara por la empresa, comunicando acciones de reparación en curso, acompañando a potenciales damnificados y mostrando empatía con ellos», concluye Cecchini.
TIPS
– Aprovechar las herramientas de medición: lo digital permite y requiere contabilizarlo todo. Hay que consultar el analytics de las redes y entender cuáles son las cosas que generan más interés e impacto.
– Recordar que el show off tiene un límite: distintos estudios demuestran que la gente que comparte demasiados logros personales termina generando desagrado.
– A quién seguir habla de uno: seguir a más gente de la que la sigue a uno demuestra ansiedad por sumar seguidores, y no seguir a nadie comunica narcisismo y desinterés por el otro.
– Nunca insultar ni agredir. Alguna mala palabra no es pecado, pero hay que tener en cuenta que las redes son un ámbito público que requieren respeto por los demás.
– Los hobbies hacen más interesante a la persona. Aunque uno sea profesional, tiene vida y compartirla suma atractivo.
por Por Karina Salazar.
Fuente: http://www.cronista.com/management/Aprovechar-las-redes-sociales-20170322-0003.html