Desde el oficialismo sostienen que podrían bajar hasta un 20% los precios al pagar al contado, pero hay dudas entre las asociaciones de consumidores; el futuro de las promociones y los programas Ahora 12 y Ahora 18.
El Gobierno publicó hoy en el Boletín Oficial la normativa que busca «transparentar» los costos financieros al comprar bienes o servicios en modalidades financiadas. La decisión, que entra en vigencia el 1° de febrero, podría impactar en el precio de los bienes y servicios y en la dinámica de las promociones y las cuotas.
Qué es el pago «al contado»
El pago «al contado» comprende aquellas operaciones que prescinden de la financiación. Comprende los pagos en efectivo, con tarjeta de débito o las compras con tarjeta de crédito, compra u otro medio electrónico en un único pago. Se diferencian de las transacciones en cuotas o financiadas en mayor plazo.
Qué es el Costo Financiero Total (CFT)
Es el factor que refleja el recargo que debe pagar un consumidor por adquirir un bien o un servicio en una modalidad financiada, más allá de que las tarjetas de crédito, los comercios o las entidades financieras realicen promociones comunicando cuotas ‘sin interés’. Además de la tasa de interés, incluye otros recargos como comisiones, gastos de mantenimiento, seguros de vida u otras alternativas que inflan el monto final a abonar.
Qué busca el Gobierno
Según el ministerio de Producción, la posibilidad de financiar la compra de un bien en cuotas «sin interés» genera un aumento en el precio final de los bienes en el pago al contado, al incorporar allí el costo de la financiación. Héctor Polino, titular de Consumidores Libres, coincide con este diagnóstico. «No era cierto que la venta de artículos en 12 cuotas era sin interés y que era el mismo importe que al contado, había un interés encubierto que inflaba el costo final», sostuvo en diálogo con LA NACION. Con esta medida, lo que pretenden desde el Gobierno es que el consumidor perciba el costo de ambas opciones.
Que pasará en los comercios
Según la resolución 51-E/2017 de la Secretaría de Comercio, los comercios que vendan bienes con la opción de pago financiado deberán indicar el precio final de contado, el precio total financiado, el anticipo, el monto de cada una de las cuotas, la tasa de interés anual que se aplica en la operación y el costo financiero total. Entrará en vigencia el 1° de febrero.
¿Bajan los precios?
Siguiendo con este planteo, desde el Gobierno sostienen que la medida beneficiará la opción de pago al contado, y que los precios al comprar en esta modalidad podrían bajar entre un 10% y un 20%. No obstante, el secretario de Comercio Miguel Braun relativizó el impacto de esta medida sobre los precios.
«El Gobierno no los controla. Con esta medida se busca crear un marco de mayor competencia y transparencia, que llevará a que los consumidores tengan mejores ofertas y precios», sostuvo el funcionario en declaraciones a radio La Red, y añadió que «si esto no pasa, porque los comercios se cartelizan, los precios no van a bajar».
Por su parte, Polino rechazó que la entrada en vigencia de esta normativa implique una caída automática en los precios con pago al contado. «Podría traducirse en una reducción, pero todo está por verse. Todos sabemos que en Argentina cuando se produce un aumento de precios generalmente no se retrotraen ni bajan», sostuvo el representante de Consumidores Libres.
«Me parece bien como aspiración pero ahora hay que ver si se concreta en la realidad y qué medidas piensa tomar el ejecutivo. Todo depende de la voluntad política de Gobierno para obligar a empresarios a retrotraer precios que fueron inflados en función de los planes de ventas en cuotas», añadió.
Qué pasa con los programas Ahora 12 y Ahora 18
Desde el Gobierno sostienen que ambos programas, que permiten la compra de bienes en 12 o 18 cuotas, seguirán vigentes, aunque tampoco serán «sin interés». Realizar compras a través de estos programas será más caro que el pago al contado, aunque la tasa estará subsidiada, con lo cual el costo financiero será menor al de otras alternativas de financiación.
«Sin interés» no va más
La resolución de la secretaría de Comercio busca desterrar el concepto «sin interés» en las operaciones de pago y hasta en la comunicación. La normativa establece textualmente que «quienes comercialicen productos y/o servicios bajo la modalidad de venta financiada en cuotas no podrán incluir en sus anuncios, publicidades o mensajes, bajo cualquier forma de difusión (oral o escrita, radial, televisiva o por Internet, entre otras) la frase «sin interés» (o cualquier otra similar), cuando el costo de financiación del producto o servicio sea trasladado al precio de venta al consumidor».
Cómo impacta en el día a día
El Gobierno propone «transparentar» los costos de las operaciones de pago en modalidad financiada. Según indicó Braun, el objetivo es que «los comercios y los bancos digan la verdad y que después el consumidor decida qué hacer». Para quien disponga el dinero y pueda comprar en un solo pago, será más conveniente elegir esa modalidad que financiar la compra. Sin embargo, aquellos consumidores que no tengan en mano el dinero necesario para adquirir un bien o servicio (especialmente aquellos de precios más altos, como electrodomésticos, muebles, productos electrónicos) deberán asumir costos más altos por la financiación.