Los players del mercado analizan con optimismo el año que se inicia. La reactivación tendrá un impacto positivo en ramos como Agro, Automotores (coberturas para 4×4), seguro Técnico, Cauciones y Transporte. El Presidente del Consejo de Administración de Río Uruguay Seguros Cdr. Juan Carlos Lucio Godoy fue consultado por Revista Estrategas y expreso su visión con respecto a la temática.
Al cierre del ejercicio anual en junio 2016, la producción total del sector asegurador creció un 37,6% (similar a la inflación) alcanzando los 211.806 millones de pesos. El resultado técnico alcanzó un rojo de 24.574 millones, que representa una pérdida de 14,7% sobre primas devengadas, más del doble de lo registrado en el ejercicio anterior. Sin embargo, la ganancia final del período superó los 19.950 millones, que representan un 11,9% sobre primas devengadas, sobre todo gracias a una súper ganancia financiera de 51.706 millones de pesos, lo que significa nada menos que un 30,9% sobre primas devengadas.
El primer semestre del ejercicio en curso coincide con el famoso segundo semestre del que tanto se habló respecto del posible despegue económico del país. Pisándole los talones a 2017, Estrategas consultó a los máximos ejecutivos de 35 aseguradoras para conocer sus proyecciones para un año lleno de cautela. Si se cumplen las expectativas en materia económica será un lindo escenario; si no, tendremos otro completamente diferente.
NI POR LEJOS. El programa de medidas del Gobierno que apunta a bajar la inflación, aunque todavía no se ha logrado, incluye una perspectiva a la baja de las tasas de interés para 2017. Sobre esa base, por unanimidad los aseguradores asumen que el resultado financiero no será ni de lejos parecido al de 2016 (sería positivo respecto de la inflación, nada más). Así, el mayor desafío que enfrenta la industria de cara al ejercicio que cerrará en junio del año que viene, es el de mejorar sus resultados técnicos. Todos los operadores sostienen que esa es la clave, el norte, la pelea estelar. El problema es que, en realidad, no hay muchas expectativas de que semejante hazaña se pueda lograr. Los datos de la realidad hacen suponer que la situación ideal de que la rentabilidad final provenga del resultado técnico sea, cuanto menos, muy difícil de visualizar. El grado de representatividad que tienen en el volumen de primas global de Patrimoniales los ramos Automotores y Riesgos del Trabajo, lastimadísimos por una siniestralidad impulsada desde la inflación y la judicialidad -los dos frentes externos que más perjudican al sector-, no hace esperable un cambio de tendencia para 2017. Por supuesto el resultado financiero seguirá compensando la ecuación para el resultado final, pero éste también sufrirá un pico de estrés resultante de la mala yunta que significa la menor ganancia de las inversiones con igual o mayor pérdida técnica. La proyección general es que la producción del sector en su conjunto crezca a la par de la inflación.
EXPLOTA EN CADA SENTENCIA. Sobre lo dicho, ampliamos: la inflación y la judicialidad se combinan como una bomba que explota con cada sentencia que no respeta los límites de las coberturas y que actualiza los valores a discreción de la sensibilidad de cada magistrado. La disparidad de criterios, la confusión entre seguro y seguridad social, las altas tasas de interés que se aplican, la no utilización del baremo, los honorarios de los peritos linqueados a los porcentajes de incapacidad que otorgan y el fraude, son algunas de las malas praxis que se señalan en estas páginas, por el nivel de afectación que representan tanto para Riesgos del Trabajo como para RC Automotores. Recordemos que el sector asegurador en su conjunto arribó a un stock de 520.614 juicios y mediaciones, que las ART de operación exclusiva acaparan el 53% de este total, y que, a junio 2016, la siniestralidad del ramo fue superior al 101%. En este marco, hay muchísimas expectativas puestas en el proyecto que el Ejecutivo mandó al Congreso para reformular la Ley de Riesgos del Trabajo. Aunque algunos aseguradores señalan que el problema no es de la ley sino de la mentalidad judicial, el hecho de que se fortalezcan las Comisiones Médicas y todo lo que viene con esa definición, en general resulta alentador y hasta moralizador para los operadores del ramo. Por su parte, Automotores ostentó al cierre del último ejercicio anual un crecimiento del 39% de la producción (74.946,5 millones de pesos) al mismo tiempo que un fuerte aumento del quebranto técnico (16,1%, vs. 12,6% junio de 2015) debido a la alta siniestralidad (68,1%, 46.083,3 millones de pesos). Según los operadores de este negocio, no hay muchas chances de cambiar radicalmente este escenario el año que viene. Las novedades podrían venir por el lado de la Resolución 39.927 que actualizó las coberturas de los Seguros de Responsabilidad Civil Obligatorio de los Vehículos Automotores y destinados al Transporte Público de Pasajeros. Resuenan dos preocupaciones: por un lado, hay temor de que el aumento de las sumas impulse una todavía mayor cuantía en los reclamos y que, finalmente, empeore la ya complicada litigiosidad que enfrenta el negocio; por otro lado, la eliminación de la Cláusula de Destrucción Total del 20%, si bien es satisfactoria en favor de los asegurados, alerta sobre una posible mayor siniestralidad teniendo en cuenta que muchos casos que hasta hoy no configuraban una Destrucción Total ahora sí lo harán. Todo esto en un contexto en el que no se avizora un ajuste adecuado de las tarifas. Algunos directivos consultados sostienen que no se observa un sector compitiendo agresivamente por precio para captar mercado, pero sí reconocen que se utiliza el precio como una variable estratégica para la retención de clientes o el mantenimiento de la participación en el mercado.
BUENOS AUGURIOS.
Si bien los dos ramos obligatorios ya abordados seguirán siendo los motores de la industria, afortunadamente del otro lado de la balanza se agrupen con ímpetu los seguros voluntarios que, en 2017, si todo se da como se anuncia (como se espera, como se estima, como se desea… algunos hasta parecen estar cruzando los dedos), tendrían una muy buena marcha. Hablamos de buenos augurios son para los Combinados e Integrales de Hogar, Comercio e Industria, sobre todo en virtud de la mayor percepción del riesgo por parte de la población. En la misma línea, los seguros de Personas tienen todo por ganar en la medida en que se avance con la estabilidad económica y fortaleza de la moneda. Los trabajos por una mayor conciencia aseguradora siguen siendo eje de la gestión de los operadores, mientras esperan que 2017 sea finalmente el año de un tratamiento serio del beneficio fiscal para Vida y Retiro. Según algunos, este abordaje sería un antes y un después para el segmento; sin embargo, información que llega sobre el cierre de esta edición indica que podría demorar más de lo previsto. Hasta hoy, no se reconoce ni una baja en la inflación, ni llegada de las inversiones de la que tanto se habla ni una reactivación de la economía. Sobre estas tres variables los aseguradores esperan un cambio para 2017 y cunde el optimismo al respecto. Si bien hay incertidumbre en lo concerniente a la reducción de la inflación y del déficit fiscal, se confía en que finalmente la situación se acomodará sobre la base de la llegada de las inversiones, el movimiento de la obra pública y privada y del ya reorganizado campo argentino. En este escenario, el régimen de participación público-privada (PPP) que está en estudio en el Congreso es objeto de deseo. Los seguros vinculados a estos ámbitos de la actividad económica, como Agro, Automotores (especialmente coberturas para 4×4), seguro Técnico, Cauciones y Transporte, tienen buenas perspectivas. También el segmento pyme se destaca entre los intereses de los aseguradores. Para captar todas estas oportunidades de negocios, el seguro reconoce que debe evolucionar en sus procedimientos para asimilar los avances tecnológicos. El viraje hacia la digitalización y automatización de procesos y servicios será determinante para el futuro de las aseguradoras.
DOLOROSO.
Toda política que abone la mejora de la solvencia del mercado asegurador se percibe como correcta y, por ende, bienvenida. La mayoría de los operadores consultados por Estrategas son optimistas acerca de sus buenas intenciones de las nuevas autoridades de la Superintendencia de Seguros de la Nación. Algunos, sin embargo, apuntan que están a la espera de concreciones. Hay que ir a los papeles. Sobre lo hecho, en general todos aplauden la apertura del reaseguro, en favor de la necesaria dispersión del riesgo y de una adecuada capacidad, aunque advierten que será complejo e incluso doloroso desmantelar el andamiaje local. La nueva exigencia de capitales mínimos para aseguradoras se ve con buenos ojos, no así la que pesa sobre las reaseguradoras. Todo apunta a una concentración por la posible discontinuidad de algunas operaciones, lo que no resulta satisfactorio teniendo en cuenta que las aseguradoras todavía deberán pasar por el mercado local por unos cuantos años más, aunque cada vez en menor proporción. El problema que se evidencia es que, si los operadores que deciden permanecer en el mercado local resultan escasos, se condiciona a las aseguradoras a contratar sus reaseguros con una oferta local limitada. Algunos incluso se preguntan qué pasará con los contratos de las compañías que queden cautivas de una reaseguradora en liquidación. Por lo dicho, los directivos exigen a la Súper mediar las acciones necesarias para evitar los inconvenientes del mientras tanto, y hasta sugieren que se podrían acelerarse los plazos de liberación del mercado de reaseguros. Lo fundamental, dicen, es que no se consagren oligopolios, inadmisibles a esta altura de la soirée. A continuación, Estrategas expone un resumen de los comentarios que acercaron los 35 ejecutivos consultados.
Juan Carlos Lucio Godoy, presidente del Consejo de Administración de Río Uruguay Seguros: «Está pendiente revisar el IVA en la actividad aseguradora».
«Es un exceso la fijación de capitales mínimos por Resoluciones que reconfiguran mercados como reaseguros. Es negativo y desalienta una actividad local.»
Entiendo que para 2017 no debería haber variaciones estructurales. Los sectores que podrán tener mejor comportamiento deberían ser los vinculados a la agroindustria. RUS creció un 68 por ciento respecto del año anterior, casi el doble del mercado. La base de nuestra estrategia está en la vinculación de nuestro desarrollo territorial con la base de la estructura productiva madre de nuestro país, la agroindustria y su estrecha vinculación al interior, que es nuestro lugar natural de trabajo. Pretendemos ser una empresa virtual, por lo que hacemos pie en informatizar desde la compra hasta la atención del siniestro y eso nos hace ganar mercado. Ahí está la base de nuestro crecimiento mayor al promedio y casi la inexistencia de resultados técnicos negativos. Las grandes ganancias financieras tapan las deficiencias técnicas del sector. A veces me pregunto, ¿podríamos las empresas del sector en la Argentina sobrevivir en Europa o Estados Unidos con tasas de interés del cero por ciento? Evidentemente no. El objetivo siempre debe ser tener solvencia técnica. Este mercado tiene exceso de regulación desde el poder. Veo positivo que deje de hacerse eso. También es un exceso la fijación de capitales mínimos por Resoluciones que reconfiguran mercados como es el caso específico de reaseguros. Es negativo y desalienta una actividad local. Esta medida tiene más anclaje en la década del 90 que en el futuro y el pasado unánime de defender el reaseguro nacional. Está pendiente, además, revisar el IVA en la actividad aseguradora. Ojalá que, con la implementación de las comisiones médicas obligatorias, se cumplan los pronósticos de reducir la judicialidad en Riesgo del Trabajo. De seguir como hasta ahora, se tornará inviable. Los incentivos fiscales siempre serán bienvenidos y son necesarios, pero la cultura y, por ende, la realidad de nuestro país no son campo fértil para los seguros de Personas, por ahora.
Fuente: http://www.revistaestrategas.com.ar/revista-643.html